Filosofía de la educación. Carlos Rojas Osorio. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Rojas Osorio
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789587149432
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pretendía desplazar el modelo educativo fundado en la poesía y la retórica; para ello propone un nuevo modelo.

      La crítica platónica de la poesía es inseparable de su polémica con la sofística. Al desplazar la responsabilidad educativa hacia el terreno de una mediación más apropiada, cual es el diálogo, Platón hace justicia a la poesía anterior.71

      Maurice Blanchot explica esto último:

      Sócrates se burlaba de aquellos rapsodas que en vez de limitarse a recitar los poemas de Homero pretendían también interpretar su “pensamiento”. “Para vosotros rapsodas es un deber conocer a fondo el pensamiento de Homero y no sólo sus versos: suerte gloriosa... El rapsoda, en efecto, debe ser el intérprete del pensamiento del poeta ante el auditorio”. A lo que Ion respondía, insensible a la ironía: “Hablas con la verdad, Sócrates. Y sin duda no hay nada en mi arte que me haya dado más trabajo, y no hay, creo, hombre en el mundo que trate de Homero mejor que yo”. Bien hablado Ion. Así, se impusieron esas maneras de leer que llaman alegoría, símbolo, desciframiento mítico. Cuando Platón expulsa tan rudamente a Homero de su ciudad, rechaza menos a Homero que a la exégesis alegórica, la que aparta las palabras del poeta para dar cabida a verdades y mensajes. Platón acaba con ese trabajo de demolición afirmando que no hay nada que extraer de un poeta, encerrado como está en un mundo de reflejo y de superficie. Me pregunto si de ese modo no defiende mejor la verdad propia de Homero que los gramáticos exaltados que hallaban en él la exposición de todas las certidumbres físicas, morales y metafísicas”.72

      El poeta Platón toma posición con relación a sus antecesores, pero se trata de la fundación de un nuevo tipo de poesía: el teatro filosófico.

      El blanco de la crítica de Platón (en el sentido genuino de la palabra crítica, como condición de la filosofía), es la ilusión de que la apariencia se conforma con la poesía o con el arte y deja al mortal a salvo de su voracidad.73

      Uno de los aspectos positivos que se ha señalado en la teoría política y educativa de Platón es que no discrimina a las mujeres: “¿Hay, por tanto, una misma naturaleza en la mujer y en el hombre en relación con el cuidado del Estado? Parece que sí”.74 En efecto, las mujeres participarán en el entrenamiento físico y en los demás estudios de la clase de los guardianes. Y si participan en dichos entrenamientos y estudios, dice Platón, no hay razón para que sean excluidas del gobierno. Las madres cuidarán de sus propios hijos solo hasta los siete años; luego ellos pasarán a la educación del Estado como hijos de las clases dirigentes.

      También en la astronomía los guardianes deben velar porque se diga la verdad y no enseñar falsedades:

      Es falso, en efecto, mis queridos amigos, que el Sol, la Luna ni cualquier otro astro, sigan algunas veces una marcha errante, sino que, por el contrario, cada uno de ellos tiene una sola ruta y no varias; ellos hacen siempre el mismo recorrido siguiendo una marcha circular, aunque produzcan la sensación de que realizan varios distintos. También es corriente atribuir menos velocidad al astro que desarrolla más y viceversa; sin que exista razón alguna en que fundarse.75

      Los regentes velarán porque se enseñe una astronomía basada en estos principios de regularidad del movimiento y la velocidad de los astros. Según esto, el Estado posee la verdad en teología, poética, dramática e incluso en astronomía, y no debe permitirse otra enseñanza que la que los regentes consideran verdadera.

      En cuanto a las matemáticas, su enseñanza irá poco a poco acostumbrando a los niños y los jóvenes a desprenderse de los sentidos para llegar al ejercicio puramente racional. Deberán poder llegar a los razonamientos matemáticos sin ayuda sensible. Donde terminan las matemáticas empieza la dialéctica. La matemática habrá preparado la mente de los educandos para el estadio superior del conocimiento. Se trata ahora de ir más allá de las hipótesis y alcanzar los principios del ser y del conocer. Llegar a la intuición de las ideas de la belleza y del bien es la suprema inteligencia, pues de lo que se trata es de intuir la verdadera naturaleza de la realidad; la realidad inteligible, la suprema realidad. Como el prisionero de la caverna, es preciso superar el mundo de las sombras sensibles para acceder a la luz solar del mundo inteligible.76 El filósofo regente es como el prisionero que, habiendo visto la realidad a plena luz, vuelve al mundo sensible como educador de la ciudad, pues la gran misión del Estado es la educación. La filosofía —a la que Platón denomina dialéctica— se enseñará sólo a la clase gobernante.

      Platón utiliza la figura de la línea dividida para explicar los tipos de conocimiento. Primero nos invita a dividirla en dos (el conocimiento inteligible y el sensible), y luego cada parte ha de dividirse nuevamente en dos. Las dos secciones del conocimiento sensible son la conjetura y la creencia, mientras que las dos partes del conocimiento inteligible son el pensamiento discursivo y la intuición intelectual. Esta nos da el conocimiento intuitivo de las ideas, que son las formas o esencias, y que constituye el conocimiento superior. El pensamiento discursivo (dianoia) es el razonamiento, especialmente el matemático. En el conocimiento sensible está la creencia, que para Platón es la percepción de las cosas sensibles que hallamos a nuestro alrededor. Y, finalmente, la conjetura son las imágenes de las cosas, como las sombras o los reflejos de las cosas en el agua de un lago.

      Lo más alto que podemos alcanzar en el mundo inteligible es la idea del bien. Y Platón define la educación no por la asimilación de contenidos de conocimiento, sino por la orientación o dirección adecuada del saber hacia lo que verdaderamente debe ser conocido.

      La educación sería el arte de volver este órgano del alma del modo más fácil y eficaz en que puede ser vuelto, mas no como si le infundiera la vista, puesto que ya la posee, sino, en caso de que lo haya girado incorrectamente y no mire adonde debe, posibilitando la corrección.77

      Como explica Pierre Hadot, la filosofía platónica exige una “conversión” a una nueva política, y es el filósofo quien viabiliza esa conversión mediante la educación. El filósofo exige una orientación, una nueva dirección hacia una vida nueva, vida de sabiduría. La educación que la filosofía propone es reorientación hacia los verdaderos objetos del saber. “Entonces se producirá una absoluta transformación del alma. Si los filósofos se hacen con el gobierno de la ciudad, ésta será ‘convertida’ a la idea del bien”.78

      Platón inicia en Occidente una tradición que hace de la educación del gobernante —del Príncipe, como se dirá después— el foco de atención del filósofo a la hora de programar lo que debe ser la educación. Todavía Baltasar Castiglione (en El libro del cortesano) y Erasmo de Rotterdam durante el Renacimiento escriben tratados acerca de cómo educar al Príncipe. En Las leyes, Platón va perdiendo la esperanza de que sean los filósofos los que puedan gobernar, pues ya quedan pocos de aquellos que pudieran hacerlo. Por eso enfoca su atención en la Constitución y las leyes de un Estado bien gobernado. A ese Estado lo denomina Magnesia, y pretende ser menos utópico o ideal que el que forjó “con el discurso” en la República. En dicho Estado habrá un consejo nocturno integrado por los más viejos guardianes y otros nobles ciudadanos. Este consejo nocturno se reunirá al amanecer para estudiar la filosofía (la dialéctica). Como todos los ciudadanos participarán en la Asamblea, entonces todos deben estar preparados para tomar decisiones. Por eso, mientras en la República no habla de la educación para la clase trabajadora, en Las leyes propone que la educación sea para todos, incluso la educación militar para los jóvenes de ambos sexos. El currículo general incluirá además literatura, música y matemáticas. En Magnesia el matrimonio es obligatorio, y allí “los esclavos y residentes extranjeros desempeñarán la mayoría de las funciones que correspondían a los miembros de la tercera clase en la República”.79 Melling enjuicia de este modo el modelo platónico de las Las leyes: “El sistema legal implica un grado tan grande de supervisión de la vida que fácilmente puede aparecer innecesario y funestamente restrictivo”.80

      La Academia que Platón fundó en Atenas tenía un fin político: educar a los jóvenes para que lleguen a ser buenos gobernantes. Ya que el propio Platón había fracasado en sus intentos de reformar el gobierno de Siracusa bajo Dioniso I y II, creía que era necesario enseñar su doctrina según la cual son los sabios los que deben gobernar, de forma que pudiera influir en el futuro de la civilización griega. Aristóteles