44 Génesis 6-7.
45 Mateo 8:19.
46 Mateo 26:33.
47 1 Samuel 24:1-13.
48 1 Samuel 26:1-20.
49 Sobre los salmos imprecatorios ver notas al versículo 4 del Salmo 35.
50 Mateo 5:37 RVR.
51 Se refiere a la historia de RUTH PIERCE, que el 25 de enero de 1753 acordó con otras tres mujeres comprar en el mercado de Devizes en Inglaterra un saco de trigo pagando cada una la parte que le correspondía del mismo. Al recontar la suma total encontraron que faltaba dinero, y una de las mujeres alegó que Ruth Pierce no había pagado todavía su parte, por lo que le exigieron que aportara lo que faltaba para cubrir el total. Ruth protestó insistiendo en que había pagado puntualmente su cuota, y dijo: «Así me caiga muerta ahora mismo si no es cierto que he pagado». Y al repetirlo por segunda vez, ante el estupor y consternación de la multitud que la rodeaba, cayó al suelo y expiró de inmediato, aún con el dinero oculto en su mano. La historia, recogida por el historiador JAMES WAYLEN [1810-1894] en “A history, military and municipal, of the ancient borough of The Devizes” como “Sudden Death of Ruth Pierce”, quedó como leyenda repetida y conocida por toda Inglaterra y aún a día de hoy, sigue escrita en un tablero en la plaza del mercado de la ciudad.
52 1 Samuel 24:6.
53 En hebreo אִם־גָּ֭מַלְתִּי שֹֽׁולְמִ֥י רָ֑ע וָאֲחַלְּצָ֖ה צֹורְרִ֣י רֵיקָֽם ’im-gāmaltî šōwlmî rā‘ wā’ăḥalləṣāh ṣōwrrî rêqām. SCHÖKEL lo traduce como: “si he perjudicado a mi amigo o despojado al que me ataca sin razón”. KRAUS: “si he hecho a mi amigo cosas malas y he despojado a quien me acosa sin motivo”.
54 1 Samuel 24:1-13.
55 1 Samuel 26:1-20.
56 1 Samuel 24:17.
57 2 Samuel 24:16.
58 En lo que tiene que ver con nuestra actitud hacia los enemigos la enseñanza de la Biblia es clara y diáfana de principio a fin: Éxodo 23:4-5; Job 31:29-30; Proverbios 24:17-18; 25:21-22; Mateo 5:43-48; Lucas 6:27-31; Romanos 12:14-20; 1 Pedro 3:8-9; 1 Juan 4:7-12.
59 Se refiere a un episodio de la guerra de Troya glosada en la epopeya del poeta griego Homero la Ilíada.
60 Ver notas 4 y 5 de este mismo Salmo 7. (Un razonamiento que sin duda es aplicable a todas las esferas del poder)
61 La versión griega de los LXX o Septuaginta dice: ἀναἵστημι κύριος ἐν ὀργή σύ ὑψόω ἐν ὁ πέρας ὁ ἐχθρός ἐγώ ἐκἐγείρω κύριος ὁ θεός ἐγώ ἐν πρόσταγμα ὅς ἐντέλλομαι; que la Vulgata traduce al latín como: “exsurge Domine in ira tua exaltare in finibus inimicorum meorum et exsurge Domine Deus meus in praecepto quod mandasti” “Levántate, Señor, en tu ira; y muestra tu grandeza en medio de mis enemigos. Y levántate, Señor Dios mío, según el precepto, que tú ordenaste”. Lo que dio pie a diversos comentaristas antiguos, como es el caso de GREGORIO DE NISA [330-394] en sus “In insciptiones Psalmorum” o FRANCISCUS VATABLUS [c.1493-1547] en su “Liber Psalmorum Davidis”, para ver en este “según el precepto que tú ordenaste” una clara alusión a la resurrección y glorificación Cristo.
62 En hebreo ק֘וּמָ֤ה יְהוָ֨ה בְּאַפֶּ֗ךָ qūmāh Yahweh bə’appeḵā. SCHÖKEL traduce: “Levántate, Señor, indignado”. KRAUS: “¡Levántate, Yahvé, en tu ira!”.
63 1 Juan 5:14.
64 Los comentaristas de los primeros siglos en su interpretación cristológica ven claramente en este versículo una clara alusión al Salmo 22:22: “Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré”. Como es el caso de EUSEBIO DE CESAREA [267-338] en su “Commentaria in Psalmos”: «Lo que David profetiza con estas palabras, guiado por el Espíritu Santo, es que cuando el Señor aniquile por completo a sus enemigos y acabe con el engaño de los demonios, convocará cual en un coro la asamblea de los elegidos y entonarán un cántico nuevo».
65 Así traduce la versión inglesa KJV la segunda parte del versículo: “for their sakes therefore return thou on high”. En hebreo וַעֲדַ֣ת לְ֭אֻמִּים תְּסֹובְבֶ֑ךָּ וְ֝עָלֶ֗יהָ לַמָּרֹ֥ום שֽׁוּבָה wa‘ăḏaṯ lə’ummîm təsōwḇḇekā wə‘ālehā lammārōwm šūḇāh. SHÖKEL traduce: “Que te rodee una asamblea de naciones, presídela desde la altura”. KRAUS: “¡Que te rodee la multitud de los pueblos, ‘siéntate en el trono’ sobre ellos en la altura!”.
66 Salmo 27:5.
67 Deuteronomio 16:18-20; Rut 4:1-4, 11; Proverbios 31:23
68 Lucas 18:7.
69 En hebreo וַעֲדַ֣ת לְ֭אֻמִּים wa‘ăḏaṯ lə’ummîm de עֵדָה edah, “congregación, asamblea, compañía”; y לְאֹם leom, “pueblos, naciones, gentes”. Ver al respecto 1 Reyes 8:5; 2 Crónicas 5:6.
70 Así traduce la versión inglesa KJV la segunda parte del versículo: “for their sakes therefore return thou on high”.
71 1 Reyes 10:19.
72 Salmo 107:32.
73 Las palabras finales de este versículo “júzgame oh Señor, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí” son muy difíciles de interpretar. Hasta el propio Spurgeon evita su exposición y el único comentario que transcribe nada tiene que ver con ellas. KRAUS nos explica un tanto el problema: «El orante del salmo alega su “propia justicia”, y esta alegación se ha convertido desde los tiempos de la Reforma en problema de agudas diferencias teológicas. Calvino afirma refiriéndose a este problema: “La solución es fácil, porque no se trata aquí de la cuestión de cómo deba responder (el orante), si Dios le pide que dé cuenta de toda su vida. Ahora bien, comparándose a sí mismo con sus enemigos, (el orante) afirma –no sin razón– que él es justo en comparación con ellos”. Lutero, en sus Operationes in Psalmos, (1519-1521), va más al fondo del problema teológico. Escribe así a propósito del Salmo 7:8: “En las sagradas Escrituras, mi propia justicia y la justicia de Dios son dos cosas diferentes, porque la primera es la justicia propia de cada uno, por la cual una persona no merece reproche alguno ante otras personas y ante su propia conciencia, aunque eso no sea suficiente ante el juicio de Dios; pero la segunda es la gracia y la misericordia de Dios que nos justifica ante él”. En nuestros días Karl Barth se ocupó detenidamente de la “voz de extraordinaria confianza” con que los orantes del antiguo testamento “se jactan de su propia Justicia ante Dios y ante los hombres” (Kirchliche Dogmatik IV/l1 [1953] 636-639). (…) La afirmación de justicia e inocencia que hacen los orantes, en los salmos de Israel, no es una auto-calificación moral o lo que solemos llamar “justicia propia” No, sino que se trata de la institución del juicio de Dios, y de la calificación de “culpable” o “inocente” que en ese juicio hay que emitir como veredicto, a base de las acusaciones concretas que formulan los acusadores y perseguidores. En 1 Reyes 8:31-32 se caracteriza claramente esta situación. Todo se decide por el juicio de Dios, por el cual Yahvé mismo declara “culpable” o “inocente”. Esta declaración