13 Génesis 12:3; 22:18; Salmo 22:27,30; 86:9; Isaías 25:7-8; 49:6; 53:10; 54:3; 61:9; Daniel 7:14.
14 Salmo 9:8; 96:13; 98:9; Juan 5:22; Hechos 10:42.
15 JUAN CRISÓSTOMO [347-407] nos hace observar la manera positiva en la que comienza el Salmo, «no arremetiendo contra el enemigo, denunciando sus falsedades y pidiendo a Dios que le castigue y destruya de inmediato, sino expresando su confianza en Dios y pidiendo tan solo que lo salve a él».
16 Salmo 18:2; 28:1; 31;3; 61:2; 71:3.
17 Eclesiastés 5:1.
18 En hebreo יְהוָ֣ה אֱ֭לֹהַי Yahweh ’ĕlōhāy.
19 1 Pedro 5:8-9. Esa misma interpretación se refleja en los comentaristas de los primeros siglos que identifican directamente este “león” con Satanás. A la misma contribuye la traducción al latín de la Vulgata, que basándose en el texto de la Septuaginta: μήποτε ἁρπάζω ὡς λέων ὁ ψυχή traduce “Nequando rapiat ut leo animam meam”, “No sea que como león arrebate mi alma” más simbólico que el “despedace” o “destroce” que surge del יִטְרֹ֣ף yiṭrōp̄, “hacer pedazos”, del Texto Masorético.
20 Mateo 6:13.
21 La versión griega de los LXX o Septuaginta dice: μή εἰμί λυτρόω μηδέ σώζω, que la Vulgata traduce al latín como: “dum non est qui redimat, neque qui salvun faciat”, “cuando no haya quien redima, ni quien salve”. JUAN CRISÓSTOMO [347-407] comenta: «Quien no tiene el beneplácito de Arriba no encuentra amparo en toda la inmensidad de la creación; pero quien cuenta con la ayuda de Dios jamás se siente solo: “El rey no se salva por la multitud del ejército, ni escapa el valiente por la mucha fuerza (…) nuestra alma espera en Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él” (Salmo 33:16-21)» Y DÍDIMO EL CIEGO [313-398]: «¿Y quién es este que “redime” y “salva” sino Aquel fuera del cual no hay salvación: “porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12); Aquel que “vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10); y “a dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28)?».
22 Job 1:6-12; 2:1-6; Lucas 22:31; 1 Corintios 5:5.
23 Salmo 57:4; Proverbios 12:18.
24 Génesis 3:1-5.
25 Efesios 6:14; 1 Pedro 1:13 LBLA.
26 Ezequiel 20:41; 36:23; Romanos 12:1; 2 Corintios 2:15; Efesios 5:2; Filipenses 4:18; 1 Pedro 2:5.
27 Génesis 3:15.
28 Una referencia clara a la acusación o hechos que se le imputaban, aunque no los describa. Probablemente haber maquinado contra Saúl con la intención de arrebatarle la corona. Ver 1 Samuel 24:9-12.
29 Se refiere a QUINTO SEPTIMIO FLORENTE TERTULIANO, más comúnmente conocido como TERTULIANO [160-220], escritor y apologista cristiano cuya obra, escrita en latín, destaca por su vigor, suave sarcasmo, expresión epigramática y espíritu aguerrido. Escribió numerosas obras de apologética (la mayoría publicadas por CLIE) y son suyas diversas frases famosas como la conocida: “La sangre de los mártires es semilla de cristianos”.
30 Tertuliano cuenta en su Apología cómo los paganos, debido a su incapacidad para entender el misterio de la Eucaristía o Santa Cena y textos como Juan 6:55-57 o Mateo 26:26; 1 Corintios 11:23-26, acusaban a los cristianos de caníbales y antropófagos, de beber sangre y comer carne humana. Les atribuían “consentir el crimen de Edipo y renovar la escena de Tiestes” (“Apologeticus pro Christianis” Cap. 8 y 9). A esto es a lo que se refiere Spurgeon, aunque tal como menciona el mito de Tiestes: “le dio a comer un pedazo de su propia carne” da lugar a entenderlo de manera errónea. El mito griego de Tiestes cuenta que fue el hermano gemelo de Tiestes, Atreo, quien para vengarse invitó a Tiestes a cenar y le dio a comer la carne cocinada de sus propios hijos, es decir “un pedazo de su propia carne”.
31 Algo confirmado arqueológicamente por lo se conoce como grafito de Alexámenos, conocido también como grafito del Palatino por haber sido descubierto en un muro en el monte Palatino, en Roma. Se lo considera la primera representación pictórica conocida de la crucifixión de Jesús. Representa a un hombre crucificado con cabeza de burro, y la izquierda otro hombre que levanta una mano; bajo la cruz hay una leyenda escrita en griego que dice: «Alexámenos adora a (su) dios». Fue descubierto en 1857, al ser desenterrado en el monte Palatino el edificio denominado domus Gelotiana. Actualmente se conserva en el Museo Antiquarium Forense o Antiquarium Palatino de Roma.
32 Se refiere a JOHN JEWEL [1522-1571], Obispo de Salisbury.
33 Se refiere FLAVIO JOSEFO [37-101], judío fariseo descendiente de sacerdotes y uno de los caudillos de la rebelión de los judíos contra Roma, que hecho prisionero y convertido en historiador, escribió las obras más valiosas y conocidas sobre la historia del pueblo judío: “Antigüedades de los Judíos” y “Guerras de los Judíos”, ambas publicadas por CLIE.
34 Se refiere probablemente a LUCIO DOMICIO APOLINÁRIO [siglo I], senador romano, escritor y amigo del historiador romano PLINIO EL JÓVEN [61-114] del que fue una suerte de informador o corresponsal.
35 Se refiere a PAULUS FAGIUS [1504-1549]. Erudito profesor de hebreo bíblico en las universidades de Isny im Allgäu, Estrasburgo y Hailderberg. Después de la derrota de la Liga de Smacalda en 1547 ante las tropas de Carlos v, temiendo por su vida, escapó junto a su amigo MARTÍN BUCERO a Inglaterra, donde fue nombrado profesor de hebreo en la Universidad de Cambridge.
36 Se refiere a GREGORIO DE NISA [330-390], forma parte del grupo de los llamados Padres Capadocios y uno de los cuatro grandes Doctores de la Iglesia Griega llamado “el Demóstenes cristiano” por el encanto de su elocuencia y “el teólogo” por la profundidad de su doctrina.
37 Se refiere a ATANASIO DE ALEJANDRÍA [296-373] que mantuvo durante toda su vida sus posiciones teológicas y su lucha contra las ideas arrianas, lo que le llevó a importantes enfrentamientos políticos y teológicos con los emperadores CONSTANTINO EL GRANDE [272-337] y CONSTANCIO II [317-361] y le valió el apodo de «Columna de la Iglesia» y «Atanasio contra el mundo».
38 Se refiere a CIPRIANO DE CARTAGO [principios s.II-258 d.C.], más conocido como San Cipriano, obispo de Cartago en el Norte de África y uno de los primeros Padres de la Iglesia. Murió mártir.
39 Cantares 1:3; Eclesiastés 7:1.
40 1 Crónicas 12:17.
41 2 Corintios 1:12.
42 1 Juan 3:21.
43 Comentando este versículo JUAN CRISÓSTOMO [347-407] nos recuerda que el mero hecho de orar no es garantía de que seamos escuchados si no va respaldado por la integridad de corazón:. «Así oraban los israelitas y no fueron escuchados (Isaías 1:15); así oró el fariseo y no le sirvió de nada (Lucas:18:14) […] para que Dios escuche nuestra oración: [1] en primer lugar hemos de ser dignos de recibir: “Si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad”; [2] en segundo lugar hemos de orar conforme a la voluntad de Dios: “si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 4:14); [3] en tercer lugar asiduamente: “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:18); [4] en cuarto lugar no para satisfacer caprichos o intereses mundanos “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3); [5] en quinto lugar ofrecer todo cuanto tenemos: “esta echó todo lo que poseía” (Marcos 12:44; Lucas 21:4). Pues muchos son los que fueron oídos por sus actitudes: Cornelio por su conducta (Hechos 10:4); la mujer cananea por su persistencia