El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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caer en el error de malinterpretar la oración justa de un hombre justo, y menos todavía utilizarla de justificación para imprecar y maldecir a sus enemigos. Sino tomar conciencia de que el autor inspirado se expresa en los términos propios de la antigua dispensación inspirada en la Ley, no en el Evangelio. La Ley manda explícitamente amar al prójimo y odiar al enemigo; por el contrario, Cristo nuestro Señor, para mostrar la virtud en toda su perfección dijo: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:43-44). Y en conformidad con este mandamiento del Señor el apóstol Pablo exclama: “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis” (Romanos 12:14). Tomando, pues, en cuenta estas diferencias, nos corresponde determinar qué es lo coherente con la ley y qué es lo coherente con la gracia. Con todo, hemos de tener en cuenta que el bendito David no pronunció estas palabras maldiciendo sino profetizando, anticipando por inspiración divina aquello que habría de suceder. Pues a nivel personal, cabe decir que procedió en todo momento según los principios del Evangelio y jamás buscó vengarse de sus enemigos, y para constatarlo basta escuchar sus palabras: “Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo), persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; huelle en tierra mi vida, mi honra ponga en el polvo” (Salmo 7:4-5). Y esto no se quedó en meras palabras, lo puso en práctica, respaldando con sus acciones lo que afirmaba con sus labios: por dos veces tuvo a su enemigo en sus manos y no solo no le dio muerte sino que se interpuso impidiendo que otros lo hicieran (1 Samuel 24:4-7; 26:7-12); y cuando Saúl cayó en batalla lloró amargamente y castigó con la pena capital al que de manera burlona y jactanciosa le anunció que él había sido quien acabó con su vida (2 Samuel 1:2-16). Me he visto en la necesitad explicar esto y citar todos estos acontecimientos, por causa de algunos que jactándose citan las palabras del santo David como justificante de su proceder impropio de un cristiano, para que tengan constancia de cuáles eran en verdad los valores de David, cuál fue su proceder, y lo tomen como ejemplo».

      61 Malaquías 4:5-6; Lucas 1:16-17. Un tema muy controvertido, pero que en este caso entendemos que el autor menciona tan solo con al propósito de significar las diferencias entre el proceder de la antigua dispensación, simbolizada en este caso por Elías, que no dudó para erradicar la idolatría en hacer degollar a todos los profetas de Baal (1 Reyes 18:40); y la nueva dispensación cristiana, en la que Cristo exclama refiriéndose a los que le estaban crucificando: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

      62 Lucas 9:56

      63 Levítico 19:18.

      64 2 Timoteo 4:14.

      65 Hechos 23:3.

      66 1 Corintios 16:22.

      67 Se refiere a ERNST WILHELM HENGSTENBERG [1802-1869], pastor y teólogo luterano alemán, experto en lenguas bíblicas y profesor en la Universidad de Berlín, autor de numerosas obras y especialmente conocido por su “Christologie des Alten Testaments”, aunque en esta ocasión la obra citada es su comentario a los Salmos, “Commentar üver die Psalmen” publicada entre 1842 y 1847.

      68 Lucas 13:3.

      69 Mateo 5:43; 19:8.

      70 Salmo 69:9.

      71 Así lo ve también FRANZ DELITZSCH [1813-1890]: «Todas las maldiciones de esos salmos brotan de la fuente pura de un celo abnegado por el honor de Dios».

      72 Tal es el caso de los Salmos 37, 73 y otros.

      73 Salmo 69:28.

      74 Lucas 23:34.

      75 1 Samuel 24:1-22; 2 Samuel 1:1-12.

      76 2 Samuel 16:5-14.

      77 2 Samuel 16:9-10.

      78 Salmo 3:7-5.

      79 En hebreo יִֽהְי֗וּ כְּמֹ֥ץ לִפְנֵי־ר֑וּחַ yihyū kəmōṣ lip̄nê-rūaḥ. Una comparación muy habitual en el A.T. Ver: Job 21:18; Salmo 1:4; Isaías 17:13; 29:5; 41:15; 47:14; Jeremías 13:24; Daniel 2:35; Oseas 13:3; Sofonías 2:2.

      80 En hebreo וּמַלְאַ֥ךְ יְ֝הוָ֗ה רֹדְפָֽם ūmal’aḵ Yahweh rōḏəp̄ām de מַלְאָך malak, “ángel”. Ver Números 22:22-27, 31-32; 2 Samuel 24:16-17; 2 Reyes 19:35.

      81 La misma palabra hebrea se utiliza en Job 21:18; Salmo 1:4; Isaías 17:13; 29:5; 41:15; Oseas 13:3 y Sofonías 2:2.

      82 En botánica se llama “vilano” o “papus” a los pelos simples o plumosos, cerdas o escamas que rodean a las diminutas “cipselas” de las plantas asteráceas. Su función es la de asistir a la planta en la diseminación o dispersión de sus frutos y semillas. Los ejemplos más conocidos quizá sean el “salsifín” y el “diente de león” (Taraxacum officinale), o “achicoria amarga”. En algunas partes del mundo hispanoparlante sus semillas se conocen como “angelitos”, porque al soplar el receptáculo rodeado cipselas, estas de se desprenden y vuelan por los aires.

      83 Dice AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «He aquí los dos grandes males que flagelan la raza humana: las tinieblas son la ignorancia, y el resbaladero la impureza»

      84 Apocalipsis 8:13.

      85 El texto original de AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] añade lo siguiente: «Hemos de entender que esto lo dice el salmista no movido por el deseo personal de venganza, esperando que suceda de inmediato, sino como una profecía, en predicción del futuro. Con todo, es obvio que tales cosas las dice el profeta inspirado por Dios, por tanto, Dios las va a llevar a cabo, ejecutando la sentencia a su tiempo de manera justa y sosegada, sin impulso de ira, pero de forma segura e implacable; no incitado por amargura o ánimo de venganza, sino en cumplimiento de la justicia que exige el castigo de los vicios».

      86 En hebreo וַחֲלַקְלַקּ֑וֹת waḥălaqlaqqōwṯ de חֲלַקְלַקּוֹת chalaqlaqqoth un sintagma que solo aparece en este versículo y el sentido es de algo resbaladizo en extremo. חֲלַקְלַקּוֹת chalaqlaqqoth aparece en total cuatro veces, además de en el Salmo 35:6, en Jeremías 23:12 y en Daniel 11:21, 34; y curiosamente, en el caso de Daniel se usa en el sentido de intrigas o artimañas, hipocresía y traición.

      87 Se trata del rabino DAVID o DOVID KIMCHI [1157-1236], también conocido por el nombre de David Kimhi o el acrónimo hebreo RaDak. Nacido en Narbona, Francia. Hijo de Yosef Kimchifue, un famoso rabino y filólogo judío, fue uno de los más prestigiosos eruditos del hebreo bíblico en la Edad Media y autor de uno de los más prestigiosos comentarios al texto del Antiguo Testamento.

      88 La “Lex Talionis”, o “Ley del Talión”, (del latín: “talis” o “tale”, “idéntico, semejante”) es el principio de justicia retributiva expresado en Éxodo 21:23-25 y Levítico 24:18-20, conocida por la frase: “ojo por ojo, y diente por diente”, estableciendo que al criminal hay que aplicarle no una pena equivalente, sino una pena idéntica, es decir, infligirle como castigo las mismas lesiones o daños físicos o materiales infligidos a sus víctimas. Paradójicamente, tiene su origen en las propias leyes mesopotámicas y babilónicas, ya que figura claramente en el “Código de Hammurabi” (1760 a.C.), y se aplicó posteriormente tanto en las leyes de Israel como en el derecho romano. Hoy en día ha sido descartada de la mayoría de sistemas jurídicos, aunque sigue aplicándose a nivel tribal y de comunidades étnicas. Y por supuesto en las leyes islámicas o Sharia. Jesús rechazó de plano la Ley del Talión en el Sermón del Monte (Mateo 5:38-39).

      89 Dice sobre esto AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «Como si alguien prepara una copa con veneno contra otro, y por error acaba bebiéndola él; o cava con ahínco