20 1 Corintios 4:4.
21 NIMROD es mencionado en Génesis 10:8-10. Su reino comprendía Babel (Babilonia), Erech (Uruk), Accad (Akkad) y Calneh, en la tierra de Sinar, también conocida como la tierra de Nimrod (ver Génesis 10:8-10; 1 Crónicas 1:10; Miqueas 5:5), y aunque la Biblia no lo menciona explícitamente, las fuentes de la tradición, incluyendo al historiador judeo-romano FLAVIO JOSEFO [37-101] lo identifican como el constructor de la Torre de Babel de la que se habla en Génesis 11:1-9. Se lo describe como: “osado cazador delante de Jehová” y eso condujo a que tanto la tradición judía como la islámica lo entendieran como un personaje opuesto al Señor y a su voluntad, quedando en la tradición cristiana como símbolo de todos aquellos que se oponen a los planes de Dios oprimiendo y persiguiendo a los suyos.
22 Según leemos en Génesis 29:13-30, Labán engañó a Jacob dándole por mujer a su hija mayor, Lea, cuando le había prometido que le daría a la menor, Raquel, después de haberle servido por ella siete años, por lo que quedó en la tradición como símbolo del fraude.
23 2 Tesalonicenses 1:6 NVI.
24 La idea de las protecciones mayores y menores en la providencia procede probablemente de JUAN CALVINO [1509-1564] comentando Mateo 10:29 en su “Armonia de los cuatro evangelistas”, publicada en 1555, y traducida del latín al inglés con el título de: “Commentary on a Harmony f the Evangelists Matthew, Mark and Luke” traducida del latín al inglés por William Pringle, 1545; pp. 464-465.
25 Ver al respecto el comentario al Salmo 3:3 y su correspondiente nota explicativa: «un escudo redondo que embrazado en el brazo izquierdo cubría por entero el pecho del combatiente».
26 En hebreo וְהָ֘רֵ֤ק חֲנִ֣ית וּ֭סְגֹר לִקְרַ֣את רֹדְפָ֑י wəhārêq ḥănîṯ ūsəḡōr liqraṯ rōḏəp̄āy. Ver la respecto la nota 12 en este mismo Salmo.
27 El término hebreo נָ֫פֶשׁ nephesh, “alma”, se repite ocho veces a lo largo del Salmo: tres como לְ֝נַפְשִׁ֗י lənap̄šî, “a mi alma” (35:3, 7, 12); tres como נַ֫פְשִׁ֥י nap̄šî, “mi alma” (35:4, 13, 17); una como וְ֭נַפְשִׁי wənap̄šî “y mi alma” (35:9); y una como נַפְשֵׁ֑נוּ nap̄šênū, “alma nuestra” (35:25).
28 SCHÖKEL indica que en el contexto bélico en que se mueve el Salmo el verbo hebreo יְשׁוּעָה yeshuah, equivale también a “victoria” por lo que también podría traducirse “yo soy tu victoria”. Ver al respecto Salmo 20:5: “Nosotros cantaremos con gozo por tu victoria” (LBLA). El verbo hebreo es el mismo.
29 THOMAS DE KEMPIS [1380-1471] en su “Imitación de Cristo” cita este versículo y muchos otros del Salmo 35. Resulta curioso que la famosa obra de Thomas Kempis, que a juzgar por su título “Imitación de Cristo” diríase que ha de estar basada en el Nuevo Testamento, se basa mayormente en los Salmos: Cristo en los Salmos, era un concepto clave para los comentaristas antiguos.
30 1 Crónicas 11:10-24.
31 Ver Éxodo 15:9: אָרִ֣יק חַרְבִּ֔י ’ārîq ḥarbî, “sacaré mi espada”. Y Levítico 26:33, חָ֑רֶב וְהָיְתָ֤ה ḥāreḇ wəhāyəṯāh, “desenvainaré mi espada”.
32 Dice AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «No quiero otra salvación fuera de la que mi Señor y Dios me ofrece personalmente. Cualquier otra salvación que provenga de la criatura, no me interesa. La que deseo es la del Señor; y si alzo mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? No de los montes, sino del Señor que hizo los cielos y la tierra (Salmo 121:1-2). A veces, en las dificultades temporales, Dios utiliza para socorrernos la mano de un hombre; pero la salvación es cosa de Dios. En casos especiales puede auxiliarnos por medio de un ángel; pero la salvación es siempre cosa suya. Tiene potestad y dominio sobre todas las cosas, y por tanto, a unos socorre de una manera, y a otros de otra, según estime más conveniente. Pero la salvación, es decir, la vida eterna, no es cosa de intermediarios, es cosa suya, depende directa y exclusivamente de él y tan solo él la concede. Exclamemos pues con el salmista: “Di a mi alma: Yo soy tu salvación”».
33 2 Pedro 1:10 LBLA; la versión inglesa KJV traduce: “give diligence to make your calling and election sure”.
34 2 Corintios 13:5.
35 Romanos 8:1.
36 Génesis 49:6.
37 Salmo 41:11.
38 Génesis 15:1.
39 Salmo 41:11.
40 Mateo 11:28.
41 Según la RAE: Carta credencial que un monarca o Estado entrega a sus cónsules para acreditarlos debidamente para que puedan cumplir sus funciones. Viene redactada solemnemente con la firma y sello del jefe del Estado. Pero su uso se extiende a muchos otros tipos de concesiones, derechos y privilegios otorgados.
42 Locución latina que significa “si alguno”. La utiliza el apóstol Pablo en 1 Corintios 16:22 : “si quis non amat Dominum Iesum Christum sit anatema”, “Si alguno no ama al Señor, que sea anatema” Tradicionalmente se utiliza en las bodas, instalaciones y otras ceremonias para decir: “Si alguno tiene algún impedimento, hable ahora o calle para siempre”.
43 Marcos 16:16.
44 2 Corintios 5:19.
45 Gálatas 4:6.
46 Apocalipsis 21:9-27.
47 Salmo 142:5.
48 Mateo 25:1-13.
49 Hechos 4:12.
50 Oseas 13:9. La versión inglesa KJV, que utiliza el autor, lo traduce así: “Thou hast destroyed thyself, but in me is thy help”, “Te has destruido a ti mismo, pero en mí está tu ayuda”.
51 Génesis 27:40. En el original: “a lordship”, “dominio o señorío”, puesto que la versión inglesa KJV traduce: “thou shalt have the dominion”.
52 1 Samuel 9:1-24.
53 Lucas 6:16.
54 Salmo 27:1.
55 Salmo 130:7.
56 Jeremías 15:19-21.
57 Génesis 26:24.
58 Dice AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «Y así ha sido. Muchos de los que perseguían a Cristo han quedado “avergonzados y confundidos” pasando a formar parte de la Iglesia de Cristo con una actitud humilde, algo que no hubiera sucedido si primero no hubieran quedado “avergonzados y confundidos”. Entonces, el salmista, con desearles que queden “avergonzados y confundidos” les está deseando un bien».
59 Se refiere a TEODORETO DE CIRO [393-458]. Nacido en Antioquía, fue obispo de Ciro, donde desarrolló una amplia actividad. Mantuvo una enconada controversia con San Cirilo. Enérgico adversario de la herejía eutiquiana, fue depuesto de su sede episcopal hacia el 449. El 451 fue admitido entre los «doctores ortodoxos» por el Concilio de Calcedonia, que condenó a Nestorio y Eutiques, tras haberle exigido una explícita declaración contra Nestorio y su doctrina. Tras Calcedonia, Teodoreto continuó su labor pastoral y literaria. Fue autor de numerosas obras, entre ellas comentarios a diversos libros de la Biblia, incluidos los Salmos.
60 Los Padres de la Iglesia abordaron ya la problemática de los Salmos imprecatorios así