El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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prioritario en cualquiera de sus acciones es el de glorificar a Dios, exaltar a Dios, y ensalzar el nombre de Dios en el mundo. Y aún en el caso del hipócrita, asumiendo que busque de buena fe la gloria de Dios en su corazón, la gloria de Dios acabará por engullir todos los demás objetivos carnales y profanos, como la vara de Aarón se tragó las de los magos egipcios.31 Así como el sol eclipsa la luz de cualquier linterna, la gloria de Dios, cuando se la busca con sinceridad y es enfocada adecuadamente, eclipsa todo lo secundario e incompatible con ella. Esta es una ley incuestionable: el objetivo primordial que tengamos, acabará por subyugar todos los demás. Quien sitúa la gloria de Dios cómo su objetivo principal, pronto comprobará cómo lo principal anula lo secundario. Mirad cómo las vacas flacas y de mal aspecto del sueño de Faraón devoraron a las gordas;32 pues de igual modo la gloria de Dios se comerá todos los objetivos mundanos que se agolpan en nuestra alma debilitando nuestra fe. Donde la gloria de Dios se establece y se mantiene como fin primordial, todos los demás fines y objetivos terrenales quedarán por debajo de ella.

      THOMAS BROOKS [1608-1680]

      “Precious Remedies Against Satan’s Devices”, 1652

      Vers. 2. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. [Rendid a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de su santuario. RVR] [Tributad al Señor la gloria debida a su nombre; adorad al Señor en la majestad de la santidad. LBLA] [¡Tributad a YHVH la gloria debida a su Nombre! ¡Postraos ante YHVH en el esplendor de la santidad! BTX] [Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su santuario majestuoso. NVI] [¡Aclamad el nombre glorioso del Señor!¡Adorad al Señor en el esplendor del Templo! BLP] [Honren al Señor por la gloria de su nombre; adoren al Señor en la magnificencia de su santidad. NTV]

      Tributad al Señor la gloria debida a su nombre. La amonestación a dar a Dios la gloria que merece se repite por tercera vez,33 pues los hombres son parcos en glorificar a Dios, y de manera especial los personajes encumbrados, que a menudo van tan henchidos de su propia gloria que les falta tiempo para dar a Dios la alabanza que le corresponde, aunque no se les pida más de lo que es justo y recto. Es lamentable que haga falta tanta insistencia para que los hombres den a Dios lo que se le debe, sobre todo cuando el pago es tan agradable. La incredulidad y la desconfianza, la queja y la murmuración, privan a Dios del honor que le corresponde; y cabe decir que incluso los creyentes fallan a la hora de rendir a su Rey la gloria que le corresponde.

      Adorad a Jehová. Inclinémonos ante él en piadoso homenaje y reverencia sagrada, conforme a su voluntad y preceptos. En la antigüedad, el culto se celebraba de acuerdo con un ceremonial, y los adoradores se juntaban en un edificio dedicado, cuya pompa solemne era emblemática de la belleza de la santidad;34 pero ahora nuestra adoración es espiritual,35 por lo cual la arquitectura del lugar y las prendas de vestir de los fieles son temas secundarios; pues la belleza espiritual interior expresada en pureza, y la santidad exterior, son mucho más preciosas a los ojos de nuestro Dios tres veces Santo. ¡Concédanos el Altísimo la gracia de adorarle siempre con motivaciones santas y de manera santa, como es propio de sus santos! El llamado a la adoración de las campanas tañendo en las iglesias se mezcla en estos versículos con el retumbar del trueno, la campana gigantesca de esa iglesia descomunal que es el universo, invitando con su repicar a reyes, ángeles, y a todos los habitantes de la tierra a postrarse en santa devoción.

      C. H. SPURGEON

      Tributad al Señor la gloria debida a su nombre. Lo cual es imposible, pues el nombre del Señor está por encima de cielos y tierra36 y de toda alabanza que el hombre pueda rendirle; pero es un objetivo que debemos perseguir. Los rabinos señalan que el santo nombre de Dios se menciona en este salmo dieciocho veces en varias formas;37 para que los hombres, de manera especial los grandes y poderosos, den gloria a su nombre; para que permanezcan en el temor de Dios y eviten el pecado; para que traigan presentes a Aquel que debe ser temido, y que tales presentes sean lo mejor de lo mejor, porque él es un gran rey, y es celoso de su primacía.38

      JOHN TRAPP [1601-1669]

      “A commentary or exposition upon the books of Ezra, Nehemiah, Esther, Job and Psalms”, 1657

      Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.39 Si alguien se pregunta: ¿por qué ha de ser adorado? ¿Por qué hemos de concederle tan alto honor incluso de parte de los que en este mundo son grandes y poderosos? ¿Qué hace él en el mundo que justifique tal adoración? David responde a ello tanto desde una perspectiva material, basándose en la propia naturaleza, como desde un punto de vista teológico: “Voz del Señor sobre las aguas. El Dios de gloria truena, el Señor está sobre las muchas aguas. La voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es majestuosa” (29:3-4). Es como si dijera: “A pesar de que el Señor Jesucristo no va a establecer en este mundo un reino terrenal de naturaleza política, lleno de pompa y circunstancia, como fueron los imperios de Ciro40 o de Alejandro;41 sí va a erigir un reino espiritual a través del ministerio del evangelio, reuniendo para sí de entre todas las naciones de la tierra una Iglesia que permanezca para siempre; porque el evangelio será llevado y predicado no tan solo al pueblo de Israel, a los judíos, sino también a los gentiles a lo largo y ancho del mundo, a fin de que las mentes de los hombres sean iluminadas, despertadas e impactadas por esta doctrina de salvación en Cristo, que había permanecido oculta en otras épocas y generaciones”.

      JOSEPH CARYL [1602-1673]

      Vers. 3. Voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas aguas. [Voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas aguas. RVR] [Voz del Señor sobre las aguas. El Dios de gloria truena, el Señor está sobre las muchas aguas. LBLA] [Voz de YHVH sobre las aguas: ¡El DIOS de gloria ha tronado! ¡Es YHVH sobre las grandes aguas! BTX] [La voz del Señor está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el Señor está sobre las aguas impetuosas. NVI] [La voz del Señor domina las aguas, el Dios de la gloria ha tronado, el Señor domina las aguas caudalosas. BLP] [La voz del Señor resuena sobre la superficie del mar; el Dios de gloria truena; el Señor truena sobre el poderoso mar. NTV]

      La voz del Señor está sobre las aguas.42 El trueno no solo es “la voz de Dios” en lenguaje poético, sino también didáctico: repica de lo alto, supera todos los demás sonidos, inspira temor, es completamente independiente de las acciones del hombre, y en diversas ocasiones ha servido de acompañamiento aterrador a la voz de Dios dirigiéndose a los hijos de Adán.43 Una tempestad infunde siempre un terror peculiar, cuando un abismo llama a otro abismo, y la furia de las olas se hace eco de un firmamento encolerizado.44 No hay escena más alarmante que el destello del rayo alrededor del mástil de un navío; y no hay sonido que inspire un temor más reverente que el rugido de la tormenta.45 Los hijos del cielo han contemplado habitualmente este espectáculo aterrador con la alegría humilde propia de los santos; pero incluso aquellos que no conocen ni temen a Dios han experimentado una involuntaria reverencia mientras la tormenta rugía con toda su furia.

      Resuena el trueno del Dios de la gloria. En realidad, el trueno no es más que un mero fenómeno eléctrico, pero su origen está en la intervención divina. Los paganos de la antigüedad lo identificaban con Júpiter Tonante o Júpiter el Tronador;46 pero nuestros sabios modernos nos hablan de leyes y fuerzas que actúan por sí mismas, con la intención de quitar a Dios en medio. La electricidad no es nada por sí misma, debe ser llamada y enviada a su recado; y hasta que el Señor Todopoderoso la comisionó, su descarga de fuego era inerte e impotente. Antes las rocas de granito volarían solas por los aires que un relámpago cruzara los cielos, de no haber sido por la Causa Primera.47

      El Señor está sobre las muchas aguas. Y sin embargo los oídos del salmista no escuchan otra cosa que la voz de Jehová resonando en mitad de las trombas oscuras que caen cual torbellino sobre el océano desde arriba, y cuyo eco repiten incansables las olas impetuosas de la tormenta que rugen desde abajo. Las aguas que están arriba y las que están debajo48 se sorprenden