29 TEODORETO DE CIRO [393-458] dice sobre esto: «A pesar de que el templo no había sido aún construido, da el nombre de “templo” al tabernáculo, que es el lugar donde él oraba, y probablemente cuando estaba lejos del tabernáculo mantenía su mente puesta en él. Así hacía también el bendito Daniel cuando en Babilonia oraba con las ventanas abiertas de cara a Jerusalén (Daniel 6:10), no porque creyera que Dios estuviera limitado a un lugar en concreto sino porque sabía que las manifestaciones de la presencia divinas tenían lugar allí».
30 El término hebreo דְּבִיר debir, aparte de en este Salmo, solo aparece en 1 Reyes 6:5,16,19-23,31; 7:49; 8:6,8; y 2 Crónicas 3:16; 4:20; 5:7,9.
31 Juan 1:1-5.
32 Este versículo guarda un paralelo con el Salmo 26:9, por lo que recomendamos la lectura de las notas y comentarios al mismo, en especial la nota 170.
33 TYBURN fue una pequeña aldea situada en el condado de Middlesex, en Inglaterra, cuyo nombre proviene de un riachuelo, el Tyburn o Ty Bourne, afluente del río Támesis. En la literatura, el nombre de Tyburn fue universalmente utilizado para referirse a la ubicación principal de las célebres horcas que tenían un diseño particular, y que fueron empleadas a través de los siglos para ejecutar a los criminales de Londres. La primera ejecución en Tyburn, la de William Fitz Osbern, se llevó a cabo junto al riachuelo en el año de 1196. En 1571 se erigió el llamado Árbol de Tyburn o Árbol triple, un nuevo diseño de horca formado por un triángulo horizontal de madera sostenido por tres patas. En este nuevo tipo de horca se podía ejecutar a varios criminales a la vez; el 23 de junio de 1649 fueron ejecutados simultáneamente veinticuatro prisioneros mediante el uso de ocho carretas. El Árbol de Tyburn, situado en el medio de la carretera, servía como un punto de referencia y era un símbolo de la ley, una advertencia a los viajeros.
34 Salmo 75:8; Abdías 16.
35 Un claro paralelismo con el Salmo 12:2, 26:4; 144:8. Ver también al respecto Proverbios 26:23-26; Santiago 1:8.
36 Apocalipsis 21:8.
37 La frase es de WILLIAM SHAKESPEARE [1564-1616]. En su comedia As you like, “Como gustéis” aparece al final de la obra en boca de Rosalina, hija del Duque desterrado, a modo de epílogo: «Si es verdad que al buen vino le sobra el reclamo, también es verdad que a una buena comedia le sobra el epílogo».
38 Romanos 12:9.
39 Salmo 78:36.
40 2 Samuel 20:9-10.
41 Aunque varias especies marinas practican el mimetismo y tienden a cambiar de color, no nos ha sido posible identificar de qué río en particular está hablando ni a qué especie de pez se refiere. Es posible que se trate de una leyenda ilustrativa que circulaba por la Inglaterra del siglo XVII.
42 Proverbios 10:18.
43 En hebreo תִּמְשְׁכֵ֣נִי timšəḵênî de מָשַׁך mashak, “arrastrar, arrebatar” como se demuestra en el caso de Éxodo 12:21: “Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y sacrificad la pascua”.
44 En hebreo תֶּן־לָהֶ֣ם כְּפָעֳלָם֮ וּכְרֹ֪עַ מַֽעַלְלֵ֫יהֶ֥ם ten-lāhem kəp̄ā‘olām ūḵərōa‘ ma‘allêhem. La versión griega de los LXX o Septuaginta lee δίδωμι αὐτός κατά ὁ ἔργον αὐτός que la Vulgata traduce como: “Da illis secundum opera eorum”, “Dales a ellos según la obra de sus manos”.
–FRANCISCO LACUEVA [1911-2005] en el “Comentario de Matthew Henry” dice: «No se trata de un lenguaje de pasión o venganza, sino más bien de profecía y de aborrecimiento del pecado; no una imprecación, sino un anuncio de lo que va a suceder. Con todo, tales expresiones se alejan espíritu del Nuevo Testamento en Mateo 5:44-48; Romanos 12:19-21; 1 Pedro 3:9».
–TEODORETO DE CIRO [393-458]: «Que nadie piense que, con estas palabras, el varón justo maldice a sus enemigos pues no son una imprecación, sino un justo veredicto de lo que va a sucederles: “Dales conforme a sus obras, y conforme a la perversidad de sus hechos (…) conforme a la obra de sus manos”, con lo cual no esta diciendo sino que “caigan en sus propia redes” (Salmo 141:10), en las trampas que construyeron los unos para los otros; y que viene a ser lo mismo que dice en el Salmo 7: “Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla” (Salmo 7:17)».
45 Mateo 5:27-30.
46 Romanos 6:23.
47 Deuteronomio 32:35; Romanos 12:19-21.
48 Lucas 9:54-56.
49 2 Reyes 1:9-16.
50 Lucas 9:55.
51 El original inglés nos advierte que este párrafo es una “traducción libre” del propio Spurgeon del texto francés.
52 Éxodo 1:15-16.
53 Éxodo 12:29-30.
54 Jueces 4:13-23.
55 Jueces 1:5-7.
56 Jueces 9:1-5; 52-54.
57 Jueces 16:4-31.
58 1 Samuel 15:32-33
59 2 Samuel 21:1-9.
60 1 Reyes 21:19; 2 Reyes 9:24-26.
61 1 Reyes 13:1-5.
62 1 Reyes 2:31-34.
63 Daniel 6:1-24.
64 Ester 7:10.
65 Mateo 27:3-10.
66 Se refiere BAYECID I [1360-1403], conocido también como BAYACETO, sultán de Turquía, famoso guerrero y conquistador que extendió los dominios turcos por buena parte de la Europa del este. Parecía invencible, pero entró en conflicto con TAMERLÁN [1336-1405] kan de los Mongoles, que lo derrotó y humilló paseándolo en una jaula. Esta historia la recoge el historiador RICHARD KNOLLES [1545-1610] en su “History of the Turkes” 1638, (pp. 220-221). Sobre este hecho el compositor GEORG FRIEDRICH HÄNDEL [1165-1759] compuso una famosa opera titulada “Tamerlan”, adaptada del libreto de Jacques Pradon “Tamerlan ou La Mort de Bajazet”, y lo mismo hizo ANTONIO VIVALDI [1678-1741] que en este caso la tituló “Bajazet”.
67 Se refiere a TAMERLÁN [1336-1405], el último de los grandes kanes mongoles y líderes nómadas, de origen turco-mongol, que entre 1382 y 1405 conquistó ocho millones de kilómetros cuadrados de Eurasia, cruzando todo el continente euroasiático desde Nueva Delhi hasta Moscú.
68 Se refiere al emperador romano MARCO AURELIO VALERIO MAJENCIO [278-312], emperador romano que se enfrentó a CONSTANTINO I [272-337] que luchaba bajo el signo de la Cruz en una batalla cerca del puente Milvio provocando un punto de inflexión en la historia del cristianismo, como narra con detalle el historiador cristiano EUSEBIO DE CESAREA [263-339] en su “Historia Eclesiástica” (publicada por CLIE en español).
69 Se refiere al emperador romano FLAVIO VALERIO AURELIO CONSTANTINO [272-337], más conocido como CONSTANTINO I, el emperador que se convirtió al cristianismo y legalizó la religión cristiana en el Imperio Romano por el Edicto de Milán en el año 313.
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