Lo anterior nos lleva a la continua búsqueda de la sociedad panafricanista mediante la unión de etnias, culturas y tribus africanas. Dado que las explotadas negras eran las contradicciones vivientes de la hispanidad, la lucha fue diaria y en todos los aspectos de la vida. Las cimarronas promovieron la constante crítica de la realidad en la que vivimos, lo que incluyó superar todo aquello que es considerado como «bueno» y como «malo». El cimarronaje quiere dejar atrás el anquilosamiento mental que produce la tradición y la inmovilidad: «Haz las cosas por ti misma, con quiénes quieras, cómo quieras, y cuándo quieras». La revolución social no necesita de jueces que juzguen la moralidad de tus acciones ni el momento adecuado para empezar a buscar tu libertad. La distinción entre «afrofeminismo individualista» panafricanista y «womanist colectivo» resulta aquí vacío y carente de utilidad. Las personas individuales no existen sin la comunidad, ni esta sin aquellas, por lo que el individualismo y el comunitarismo pasan a ser las dos caras inseparables de la misma moneda; no hay contradicción entre ellas, como a menudo se dice.
El cimarronaje nace de los deseos libertarios de personas individuales, de mujeres que buscan romper con la realidad material y simbólica que les oprime cada día. Mientras que la libertad viene dada por una realidad en la que el acceso a los recursos y oportunidades/potencialidades de nuestras existencias son verdaderamente iguales para todas. Para el panafricanismo lo individual y lo comunitario no son contradictorios, sino que son interdependientes. Un aspecto muy importante del cimarronaje es que siempre buscó la organización. Ante la posibilidad real de iniciar un proceso de vertebración del kilombo en términos de movimiento que contagia y se relaciona con otros palenques, las mujeres consideraron siempre que, si no era funcional, es decir, un instrumento orgánico, panafricanista y anticolonial, no podían encarar con garantías el proceso de vertebración, ya que una unidad lograda únicamente desde pautas voluntaristas podría suponer vernos arrastrados hacia un proyecto sin control. Ello es debido a que, de ser así, sería imposible condicionar tanto los mínimos ideológicos de consenso como las bases del planteamiento estratégico de futuro. La resultante podría ser un proyecto débil para enfrentarse a las estructuras de dominación que se vería abocado a la satelización del amo o el neocolonialismo.34
Es importante rescatar, pues fue silenciada, la resistencia de las mujeres negras, como un estímulo al proceso actual, donde es preciso despertar el liderazgo femenino para defender la propia identidad, la clase y el territorio. Hoy no es extraño encontrar mujeres afrodescendientes al frente de organizaciones, de procesos económicos comunitarios y de investigación de la cultura. Desde esta tradición, experiencia y espíritu, hoy continúa en la IV Internacional Panafricanista Garveyista, con proyectos como la «marcha contra el genocidio negro», o la Escuela Comunitaria Winnie Mandela creada por la Dra. Andreia Beatriz en Salvador de Bahía (Brasil), Marfa Inofuentes, primera concejala negra, del Centro Afroboliviano de Capacitación en La Paz (Bolivia), el internado de niños Casa de Protección de Menores Nuestra Señora del Palmar, en Palmira (Colombia) o el Movimiento Palenkero de Lmeva, Uhuru Afrika TV en España con Martha Trujillo, la perfumería Addis Abeba, de Karla (Ecuador), el I Congreso de Panafricanos México de Leona de Etiopía, Radio Conciencia Negra (Argentina), Panafricanos Chile, Lourdes Antuán en República Dominicana.35
26 García, Jesús Chucho: África en Venezuela. Pieza de Indias (recopilación e interpretación documental y bibliográfica).
27 Fernández Durán, Reyes (2011): La corona española y el tráfico de negros. Ecobook.
28 Braziel, Jana Evans (2005): «Remembering Defilee: Dedee Baziles as Revolutionary Lieu de Memoire». Small Axe: A Caribbean Journal of Criticism. 9 (2): 59.
29 Para un conocimiento más profundo de la importancia de Nanny, y sobre todo los marcos democráticos descentralizadores y métodos feministas de las luchas cimarronas véase el texto de Russell Maroon Shoatz. (2015): El dragón y la hidra. Barcelona: Editorial Segadores.
30 Dayan, Joan (1995): Haiti, History, and the Gods. Berkeley: University of California Press. p. 47.
31 Debo aclarar que ni Harriet Tubman ni Sojourner Truth pertenecen o tienen algún fundamento con el sufragismo. Su espacio de representación, paisaje de formación y objetivos antipatriarcales y métodos de organizaciones armadas son estrictamente cimarrones. «Esta perfección» desafía una conceptualización estrecha del afrofeminismo, contrarrestando la interpretación dominante de las luchas por la libertad de las negras como una respuesta aplastantemente pacífica y no violenta a la violencia de la supremacía blanca. El enfoque de Sojourner en la resistencia armada, en las luchas por la libertad complementa la posición del II Congreso Panafricanista de España (2005), enfatizando el arraigo de las luchas por la libertad de las mujeres negras en las comunidades rurales y complicando la separación rígida entre las sufragistas o los derechos civiles y las cimarronas o el poder negro, que los académicos con tanta frecuencia citan. Sojourner se define desde la resistencia armada, en términos generales, para incluir el uso de la fuerza para la liberación, protección, protesta u otros objetivos de la acción política insurgente y en defensa de los derechos humanos. Él advierte contra la fetichización de las armas, que son «simplemente tecnología utilizada durante un momento particular de la historia» (pág. 8). Sin embargo, a través del enfoque en la resistencia armada, Umoja enfatiza la brutalidad y la escalada de la violencia que enfrentan las activistas. No argumenta que el trabajo de cierta afroprogresia, vinculadas a las sufragistas, fuera ineficaz; más bien que la resistencia armada proporcionó el espacio para que funcionen esas organizaciones pacifistas o sufragistas. Sin desconocer que el sufragio universal es un movimiento blanco patriarcal que surge de los ambientes menos reaccionarios de la supremacía blanca, menos reaccionaria precisamente por la lucha armada de las negras cimarronas. Y gracias a esta influencia el sufragismo evoluciona a un marco más progresista y liberador. Esta confusión se ha generalizado a partir del libro de Mercedes Jarabo, cuyo vacío de interpretación ha condicionado tanto el enfoque como la actuación, la referencia espacial y el trabajo de un sector amplio del afrofeminismo español. Es como confundir a Federica Montseny o La Pasionaria con Susana Díaz o Ana Botella.
32 Nanny, 1688-1730, fue una libertadora que encabezó a los cimarrones en Jamaica a principios del siglo xviii. Llegó a la isla como mujer libre, princesa Ashante de Ghana. España ocupó la isla desde 1492 a 1655, cuando pasó a los ingleses. Escapó de la plantación a las selvas montañosas creando el kilombo Portland Parish que fue económicamente próspero y pacífico con sus vecinos. Combinaba la liberación de esclavos