En plena dictadura de Primo de Rivera, las Misioneras Oblatas supusieron en su día una enorme conquista social que cuestionó el orden racista, hipócrita de las relaciones coloniales emanadas del esclavismo. Imelda, falleció en Nkue Micomisseng, en mayo de 1936 cuya tumba apenas es recordada hoy día, aunque en la ciudad de Batéte, se le levantó un monumento.
2.6 Montserrat Sañaba
Nació en Luba (1918-1980), Guinea Ecuatorial, mujer de etnia bubi. Tras la guerra realizó el Servicio Social de la Mujer. Obtuvo una beca para estudiar magisterio en Barcelona siendo una de las primeras mujeres negras española en dedicarse a la docencia tras el final de la guerra civil en los años cuarenta del pasado siglo. Durante la provincialización en Guinea, ocupó un cargo en la Sección Femenina de Falange Española que llegó a tener un poder monopolístico al constituir el único órgano femenino de encuadramiento y acción que existía en la dictadura en el franquismo.
Fue delegada de Gobierno durante los primeros años de la independencia y siguió defendiendo los derechos de las mujeres, lo cual tuvo como consecuencia su enemistad con los dirigentes masculinos. Fue alcaldesa de San Fernando-Ela Nguema, y en todos sus intentos reformadores (intentó incorporar al currículum educativo todo lo referente a los derechos de las mujeres) se encontró con la incomprensión y a veces con una firme oposición de sus coetáneos.
Esta situación la llevó a tener claros enfrentamientos con la sociedad patriarcal dominante de la década de 1960. Ante el régimen de Francisco Macías Nguema, tuvo que dejar su Guinea natal y emprender el camino del exilio político. Llegó a Barcelona, donde consiguió el estatus de refugiada política. Poco después se convirtió en líder comunitaria y dirigente de la lucha por las libertades y la supervivencia de la comunidad guineana instalada de Cataluña. Fue un referente en unos años muy duros, en los que Guinea era «materia reservada» y se silenciaba en los medios la situación en el país africano. Además, en aquellos momentos, la comunidad guineana quedó aislada de sus familias, amistades y parientes, a causa de la ruptura de relaciones entre el Gobierno de Macías y el de la antigua metrópoli. Durante todos estos años, Montserrat fue un referente para los exiliados, continuó luchando por los derechos de las mujeres y para difundir y hacer efectivo el derecho a la educación de las mujeres. Después del golpe de estado de Obiang en 1979, regresó a Guinea. Fallece en 1980.45
36 Véase la participación de Abuy Nfubea en el largometraje Gurumbe, del cineasta Miguel Ángel Rosales (2017); este filme fue nominado a los premios Goya 2018.
37 Márquez, Vicenta María: Mujeres pensadoras. místicas, científicas y heterodoxas (biografías).
38 Elvira M. Melián. Chikaba, la primera monja negra en el sistema esclavista finisecular español del siglo XVII.
39 Véase Malcolm X: House Negro vs Field Negro, en discursos a la juventud cuya propuesta teórica fue desarrollada por Malcolm X en La voz de un hombre negro en ediciones Txalaparta, con prefacio de Iñaki Egaña, o también Abuy Nfubea en Malcolm X y la generación hip-hop.
40 Posadas, Carmen (2016): La hija de Cayetana. Madrid: Editorial Espasa.
41 Simkin, John (1997): «Salaria Kea», Spartacus-educational. Véase también conferencia del autor con Cristina Fallarás en el homenaje a la II República, Barcelona, mayo de 2019.
42 Canals Casas (1988): Una presencia de la Iglesia en África: misioneras de María Inmaculada. Barcelona: Claret, Barcelona, p. 13.
43 Enema Nsang, Marcelo (2009): La herencia de Imelda Makole. Madrid: Castellano.
44 Entrevista con Rosa Riguesa, exmonja, 2008, Villaverde, Madrid.
45 Institut Català de les Dones (enlace roto, disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión), con la autorización del Institut Català de les Dones.
3
¡VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ!
Es necesario hablar de la influencia de las mujeres en el MLN —Movimiento Liberación Negra— en general y en particular de la sección española Panteras Negras de España. Lo haré a partir de mi propia experiencia familiar.
Basilisa no fue la única; otras mujeres, que homenajeo en el libro, son de mi entorno familiar. Por eso he de comenzar barriendo para casa. En esta ocasión quiero hablaros de dos de ellas: mi tía Vicenta Avoro y Basilisa Mangue Nfubea Bikie, dos mujeres que jugaron un papel importante en mi concepción de la llamada causa negra. Inspiraron la necesidad de transitar el camino para que ellas y otras brillantes mujeres construyan y eduquen a sus hijos como negros del campo y no de la casa, es decir, sobre una intervención colectiva en la historiografía de la lucha por la libertad africana para desafiar las interpretaciones masculinas exclusivas de la negritud.
Basilisa fue una persona-mujer negra no solo consciente sino con conciencia y eso implica ser sobre todo rebelde y revolucionaria ante el patriarcado. Alguien que conocía muy bien al enemigo, por lo que fue acusada de alentar entre sus hijos y extensa familia la rebelión y lucha contra el apartheid. Gracias a mujeres como ella afortunadamente vivimos en una sociedad con una mayor igualdad entre hombres y mujeres, aunque queda mucho por hacer. A medida que continuamos explorando nuevas facetas del trabajo afrofeminista negro —ya sea en el pasado y el presente— debemos poner mucha atención en observar cómo las voces masculinas se siguen haciendo eco de la influencia intelectual de las mujeres no reconocidas e invisibilizadas. No podemos entender completamente el nacionalismo negro, panafricanismo, la liberación negra, sin ellas. Y la primera fortaleza de Basilisa y las mujeres negras de su tiempo fue que tenían memoria histórica afrocéntrica, comunitaria, familiar de sus abuelas y padres. Basilisa decía que, salvo que seas un negro Tom, es imposible vivir sin memoria, sin recordar, sin asumir una posición ante esos momentos que una vez nos llenaron de felicidad, otras de tristeza y algunas veces también de indignación.
Basilisa Mangue Nfubea Bikie nació en Eson Esason Kie Ntem, hija de un catequista y empresario, Facundo, y la matriarca Catalina. Estudió en el Lasalle de Bata. Fue maestra, empresaria, trabajadora revolucionaria y esposa. Es gracias a ella que aprendí a mantener la fe en momentos difíciles y luchar por los que quedan atrás. Dedicó su activismo a la amnistía y apoyo a la libertad de Nelson Mandela y otros prisioneros políticos. Tras su liberación, mi madre como tantas otras personas, se sintió profundamente defraudada cuando Mandela comenzó a traicionar todos los fundamentos y acuerdos del CNA, y esta sensación se la transmitió a sus hijos y a su familia. No era una familia progre y menos comunista, más bien de derechas, conservadora, tirando a neoafrofranquista, pues tanto mi tía Adela Ovono, mi tía Mary y otras de sus primas habían pasado por la sección femenina de la Falange de la JONS o el colegio de Lasalle de Bata. Insisto que no eran de izquierdas ni progresistas, pero si afrocentradas y a favor del empoderamiento negro, vinculadas a las tradiciones y cultura tradicional negra africana ancestral. Gente