En unión sagrada con un pastor. Somerville Mary. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Somerville Mary
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9781629461519
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razón por la que puedes decidir seguir el proceso de Mateo 18 es porque tu esposo también es tu hermano en Cristo. El pasaje dice “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra (Mateo 18:15-16). Si le pides a un líder de la iglesia que te acompañe a hablar con tu esposo sobre este asunto, muy probablemente tu esposo atenderá antes de que el problema avance más. La mayoría de los líderes se preocupan por las necesidades de la familia del pastor, por lo que con gusto animarán al pastor a tomar un día de descanso. El mismo principio aplica para cualquier persona a la que tengas que enfrentar sobre un pecado.

       8) Cuidar de tu cuerpo

      Aceptémoslo, el ministerio nos pasa factura físicamente. Nos cansamos y agotamos. Pablo comparó nuestro cuerpo a un tesoro en un vaso de barro. Un vaso de barro es frágil y fácilmente se astilla y rompe. Nos cansamos y enfermamos y estamos sujetos a padecimientos que limitan nuestra capacidad en el ministerio.

      A veces, al estar tan ocupadas, no comemos, descansamos o nos ejercitamos lo suficiente para estar en condiciones óptimas. Bob y yo nos hemos percatado que nos sentimos mejor y tenemos más energía cuando nos ejercitamos varias veces en la semana. El ejercicio mejora nuestra energía, resistencia y bienestar físico.

      Si estamos sobrecargados, necesitamos encontrar el motivo, debido a que la sobrecarga añade mayor tensión a nuestros cuerpos. Si tenemos un desorden alimenticio, debemos de someterlo al control del Espíritu Santo. El estar en el ministerio, a menudo significa que nos ofrecerán comidas que incluyen ricos postres. En nuestra primera iglesia, las mujeres creían que su tarea era engordar a su joven pastor. Debemos de encontrar respuestas amables para rechazar alimentos que pueden ser dañinos para nuestra salud. Pablo dijo, “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:27).

      Somos llamados a ser buenos mayordomos de nuestros cuerpos y eso incluye pedir a Dios que nos provea de auto-control y crear disciplina para la piedad (1 Timoteo 4:7). Aunque nuestra apariencia física no es el factor más importante de nuestra vida, debemos de cuidar de nosotros mismos en una forma que refleje positivamente a Dios y le traiga gloria.

      Del gran reformador Juan Calvino, se dice que fue a su tumba a una edad temprana, a los 55 años, debido a la vida sedentaria que llevaba y aunado a su enorme carga de trabajo, lo que finalmente lo llevo a ser víctima de enfermedades.4

      Dios mediante, con un cuidado apropiado de nuestros cuerpos, podremos disfrutar de un largo y saludable ministerio para la gloria de Dios.

       9) Tomar Vacaciones

      Algunos pueden ver las vacaciones como un lujo, pero es una obligación para las familias del ministerio. La mayoría de las iglesias reconocen la necesidad de un descanso completo de las presiones del ministerio y permiten que el pastor tome un mes o más de vacaciones. Nosotros tomamos cinco semanas de vacaciones y aprovechamos parte de ese tiempo para ir a conferencias en donde Bob y yo generalmente servimos como expositores. Pero cuando hacemos esto, el propósito de las vacaciones no se cumple debido a que no tomamos un descanso completo de nuestras responsabilidades en el ministerio.

      ¿Es extravagante el viajar o tomar vacaciones? No lo creo. “(Dios) nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Tim 6:17). El mundo es nuestro como creyentes y es para explorarlo y disfrutarlo. Las vacaciones puedes ser comparables a las fiestas del Antiguo Testamento, las cuales Dios le ordenaba a Su pueblo celebrar durante el año. Estaban la fiesta de la Luna Nueva, la fiesta de Pentecostés, la de Purim, la de los Tabernáculos, la Pascua, la fiesta de las Trompetas, las fiestas de Aniversario, la del Año Sabático y la del Jubileo. Él era tan generoso en darles ocasiones para detener el trabajo y celebrar como familias y pueblo de Dios.

      Además, las vacaciones no tienen que ser costosas. Cuando nuestro presupuesto era poco, íbamos a acampar o a visitar amigos o familiares. Acampar no es sólo económico, sino que da la oportunidad de disfrutar y explorar hermosos paisajes como lagos u océanos. Tanto como era posible, empacábamos nuestras maletas y salíamos a alguna aventura. Desde que nuestros hijos eran pequeños, Bob y yo los llevábamos a lugares lejanos para experimentar los diferentes sabores de diferentes partes del país. Amigos y familiares nos recibían con brazos abiertos. Claro, no los visitábamos sólo por razones monetarias, sino que ha sido una prioridad para nosotros el pasar tiempo con nuestros familiares a pesar de que estamos en puntos opuestos del continente.

      Otra forma de pasar vacaciones es en campamentos cristianos o conferencias bíblicas. Mis padres invirtieron en una cabaña que se encuentra en un centro de conferencias bíblicas en las montañas y ahí pasábamos la mayoría de los veranos de mi infancia.

      Fue una inversión sabia para todos los miembros de la familia. Siguiendo el ejemplo de mis padres, Bob y yo hemos experimentado algunas de nuestras mejores vacaciones familiares en campamentos cristianos donde hemos sido refrescados tanto espiritualmente como físicamente.

      Algunos argumentan que, a pesar de todo lo que gastas en unas vacaciones, no te quedan más que fotografías para un álbum. Yo diría que construyes en las vidas de tus hijos la unidad, amor y gozo de la familia que es tan importante en nuestro mundo actual—junto con fotografías para el álbum.

      Nuestros dos hijos están ahora casados, pero aún vacacionan con nosotros como parejas—un evento muy importante en el año. A veces es necesario viajar hasta el otro lado del mundo para vacacionar con nuestros hijos misioneros, pero vale la pena. No se puede exagerar la importancia de tomar tiempos de descanso en el ministerio para ser rejuvenecidos y reanimados.

       10) Tomar pequeños descansos

      Es grandioso poder tomar pequeños descansos con tu esposo para tener tiempo a solas con Dios por un día o parte de un día. Nosotros vamos a un parque en la montaña y tomamos nuestras Biblias para tener un encuentro con Dios. En la prisa y el ajetreo de nuestras vidas ocupadas, este es un tiempo para estar quietos y escuchar a Dios, disfrutar su presencia y enfocarnos en el por qué hacemos lo que hacemos. Jesús dijo, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Al ir hacia Él, alejándonos del clamor de nuestras vidas y escuchando su voz, recibimos descanso y nuevo aliento para nuestras almas.

      Jesús nos dejó ejemplo con ésta práctica. A menudo, Él se escapaba de su ocupado ministerio para comunicarse con Su Padre. En una ocasión, “Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto” (Marcos 6:31-32).

      Otro propósito de estos pequeños descansos es pasar un tiempo a solas como pareja para establecer metas y realizar evaluaciones. Algunos amigos toman un día cada 6 meses para evaluar si están cumpliendo las metas que se han fijado como pareja.

       11) Compartir cargas con el personal

      Si trabajas con otros miembros del personal de la iglesia o con otros misioneros, es importante reunirse de manera regular como esposas para tener compañerismo y compartir las cargas. Nuestros esposos tienen juntas de personal y se reúnen regularmente para sentirse como un equipo, pero nosotras como esposas podemos sentirnos aisladas y solas con nuestras cargas y responsabilidades. Esto es especialmente cierto si tus hijos son pequeños y debes pasar la mayor parte del tiempo en casa.

      La unidad que tenemos en el ministerio no es casualidad; requiere de esfuerzo el tener una camaradería cercana, porque cada quien está ocupado en su área del ministerio. Las semanas y meses pueden pasar sin que tengamos contacto con otras esposas de pastores de la iglesia. Es importante que alguien del personal inicie este vital compañerismo.

      Las esposas del personal de la iglesia vienen a nuestra casa a desayunar a las 6:30 a.m. una vez al mes. Vienen temprano para que nuestros esposos puedan estar en casa con los niños. Es un gran tiempo de compañerismo, en donde compartimos y escuchamos lo que acontece en cada una