La culebra sigue viva: miedo y política. El ascenso de Álvaro Uribe al poder presidencial en Colombia (2002-2010). Luz Margarita Cardona Zuleta. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Luz Margarita Cardona Zuleta
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789587755497
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id="ulink_3a226e4a-754b-5e28-bbde-3d0db4eabdb6">Para Alfredo Molano, Uribe “con la carta de la guerra puede resultar elegido” (en referencia al despunte en las encuestas del candidato sobre sus otros contendores), igual que en 1998 Andrés Pastrana fue elegido “con la carta de la paz”; y prosiguió: “A un sector de la opinión pública lo ha convencido [Uribe] de que todas las desgracias del país, y particularmente las de la clase media, se deben a la existencia del Caguán, como si del Caguán dependieran la miseria, la corrupción, la exclusión, que desde siempre padecemos […]”.58

      Alfredo Molano y otros analistas con posiciones similares (como Fernando Garavito) se inscriben en una tradición de desconfianza hacia el Estado y sus políticas. Se muestran críticos y recelosos respecto a sus acciones y omisiones en materia de seguridad, ven en cualquier iniciativa estatal en este terreno el comienzo de una “guerra total”, cuyo significado es difícil de precisar. Sin embargo, sus análisis carecen de una mirada crítica frente a tantos años de violencia guerrillera sin resultados políticos a la vista, y omiten reconocer las consecuencias adversas que el conflicto armado, su prolongación y degradación han producido en la población civil, en términos de muertes, desplazamiento forzado y pérdidas económicas. O más precisamente, atribuyen todos estos problemas al Estado y a un abstracto modelo “neoliberal” que se convierte en la clave de su reflexión. Este tipo de análisis no logra conectar el presente con el fracaso de una guerrilla, marxista en sus inicios, que fue perdiendo su norte político y su capacidad para interpretar las nuevas realidades geopolíticas y hacer inteligible para el público el significado político de sus acciones militares.

      Mientras Alfredo Molano y analistas con opiniones afines, atribuyeron el ascenso de Uribe en las encuestas a su intención de llevar a cabo una guerra total, en otro polo opuesto (y con una visión profundamente optimista, incapaces de señalar los errores de las políticas estatales o de identificar cualquier responsabilidad del Estado en el conflicto armado y su duración) columnistas como Plinio Apuleyo Mendoza pensaron, por el contrario, que las FARC adelantaban de tiempo atrás esa guerra. En consecuencia, con su representación, Mendoza celebró el acenso de Uribe en las encuestas, como prueba de que por fin el país salía de tres años y medio de aturdimiento (el proceso de paz):

      Desde otras posiciones, se abogó por el reconocimiento del carácter político de las Autodefensas (y se comenzaba a crear un ambiente favorable a futuras negociaciones con éstas). El columnista Ernesto Yamhure hizo eco de las palabras del vocero político de los grupos paramilitares:

      Las FARC también terciaron en el debate. Su vocero y negociador durante el proceso de paz, Raúl Reyes, al preguntársele sobre si esa organización creía en las encuestas, manifestó: