Mundo virtual. Esteban Ierardo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Esteban Ierardo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789507546402
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en la web. Internet es el ciberespacio ya en control del complejo de tecno-vigilancia (un complejo que Ramonet llama “securitario-digital”26).

      Y el espionaje digital sabe que no existe ni la mónada ni el laberinto. La mónada leibiziana es modelo de una realidad encerrada en sí misma; deriva de la monadología del filósofo alemán Gottfried Leibniz. El laberinto, por su parte, es una construcción en la que los individuos se pierden y confunden. La arquitectura laberíntica fue urdida por Dédalo a pedido el rey Minos para ocultar al Minotauro, según el mito clásico. Los encerrados en un laberinto no encuentran la salida porque ésta sólo es posible por arriba. El héroe Teseo encontró la vía de salida gracias al célebre hilo de Ariadna. Para nosotros, los comunes mortales, para escapar de la estructura laberíntica tendríamos que elevarnos tirando de nuestro propio cuello, como lo hacía el Barón Munchausen.

      En la historia, el homo sapiens fue primero cazador-recolector nómade; luego, hombre agrícola sedentario; luego, el obsesionado por la salvación religiosa; luego, el homo economicus capitalista. Hoy el nuevo modo de ser de la especie sapiens es la de pasivo y sedentario consumidor de imágenes que él produce, vía selfies, casi en la misma medida de las que recibe en las avalanchas de imágenes por las pantallas controladas por el complejo massmediático y las plataformas de streaming. No se trata del homo videns. Porque el consumidor de imágenes cuando ve no ve. Sólo es visto en sus pasos en el ciberespacio. Y todo lo que circula en esta geografía virtual es visible para los ojos de la cibervigilancia.

      La realidad del ciberespacio es intermedia: está entre la “vieja” realidad física y un nuevo tipo de realidad, que bien podría identificarse como un “quinto elemento”…

      Los antiguos sostuvieron la teoría de los cuatro elementos. La naturaleza existe por la combinación de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Los filósofos presocráticos creían que la materia es por la combinación de estos principios naturales. Pero estas combinaciones ocurren sobre el trasfondo de una materia original: el quinto elemento. Para Aristóteles este elemento que excede y contiene a los otros fue el éter; para los japoneses, el vacío (go dai); para Einstein, de alguna manera, la luz es el “quinto elemento” en tanto es la materia que se transforma en energía. Pero en nuestra civilización el quinto elemento es una realidad que existe por las pantallas y los ordenadores enlazados en conexiones inalámbricas. Su realidad nace del mundo de los cuatro elementos, pero se muta en el “quinto elemento” del ciberespacio. A esa nueva realidad fluyen cada vez más nuestras energías, tiempo y datos. Nuestra mente y cuerpo transferidos al ciberespacio es lo que el ojo tecnodigital de vigilancia debe controlar. El control sobre el quinto elemento del ciberespacio debe ser, por fuerza, cibercontrol.