4 Ver Daniel Bell, Las contradicciones culturales del capitalismo, Alianza, Madrid, 2004.
5 Ver Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, México, 2003.
6 Yoval Noah Harari, Homo deus, Debate, Madrid, 2016, p. 339.
7 Ibídem, p. 341.
8 Este episodio se analiza en segunda parte de este libro.
9 Y. N. Harari, op. cit., p. 341.
10 Harari habla de hecho de una “clase inútil” para los próximos años.
11 Ver entrevista al Dr. Dieter Zetsche, CEO de Mercedes Benz-Daimler, disponible en <www.youtube.com>.
12 Ver Inna Flor, “Los trabajos más demandados del futuro (y que todavía no se inventaron)”, La Vanguardia, sección tecnología, 29 de diciembre de 2017, disponible en <www.lavanguardia.com>. Ver también Daniel y Richard Susskind, El futuro de las profesiones, TEELL, Zaragoza, 2016.
13 “Un robot farmacéutico de la Universidad de California, en San Francisco… ya ha realizado más de seis millones de recetas (sólo en una falló)” (Josefa Elola, “El cerebro artificial que piensa por ti”, El País, 12 de febrero de 2017, disponible en <elpais.com>).
14 “Los algoritmos pueden reaccionar de manera desmedida. Son una buena herramienta, pero para ser utilizada de manera aislada, sin humanos que los supervisen”, según Kathleen Broojs, Directora de Investigación en la operadora bursátil City Index (“¿Qué son los flash crash y por qué ponen en jaque a los mercados”, BBC Mundo, 10 de octubre de 2016, disponible en <www.bbc.com>).
15 Ver Alex Williams y Nic Smicek, #Acelera. Manifiesto por una política aceleracionista, disponible en <syntheticedifice.files.wordpress.com>.
16 Sobre la música por inteligencia artificial ver también Mira Balazan, Kemal Ezcioglu y Otto Laske (eds.), Perspectivas sobre cognición musical, AAAI Presione.
17 Ver David Cope, Comes the fiery night: 2000 haiku by man and machine, CreateSpace Independent Publishing Platform, 2011. Otro programa creado por Cope, Annie, compuso 2000 haikus, muchos creados por el programa y algunos otros escritos por poetas orgánicos.
18 Ver Wu Youyou, Michael Kosinki and David Stillwell, “Computer-based personality judgments are more accurate tan those made by humans”, PNAS, 2015, vol. 112, núm. 4, p. 1036-1040, disponible en <www.pnas.org>.
19 “La gran amenaza que enfrentan automotrices como Ford, General Motors y Fiat Chrysler (y qué están haciendo para defenderse)”, BBC Mundo, 17 de enero de 2018, disponible en <www.bbc.com>.
20 “Los algoritmos ocultos que funcionan como ‘armas de destrucción matemática’”, BBC Mundo, 1 de noviembre de 2016, disponible en <www.bbc.com>.
21 Ibídem.
22 El taylorismo expresaba esa mentalidad del control del proceso productivo por su cuantificación. Fue un sistema de racionalización del trabajo explicado en Principles of Scientific Management (1911), por el ingeniero industrial y economista estadounidense Frederick W. Taylor. La cuantificación temporal de cada fase del trabajo industrial por parte del obrero buscaba maximizar el rendimiento productivo de la mano de obra, de las máquinas y herramientas. Para este propósito era fundamental la división de las tareas en el proceso del trabajo, el cronometraje de las operaciones y un sistema de motivación mediante pago de primas por rendimiento.
23 Sobre una sociedad que reduce la existencia a la única dimensión instrumental pragmática de la mentalidad capitalista, ver Herbert Marcuse, El hombre unidimensional, Planeta-D’Agostini, Buenos Aires, 1993.
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Sociedad de la vigilancia total
La serie Black mirror señala varias veces la presencia ya entre nosotros de un sistema de vigilancia. En el episodio “Cállate y baila”, a través de un malware, la cámara de la computadora vigila y registra las prácticas de un joven demasiado interesado en los niños; en “Odio nacional”, un modelo experimental de abejas robot busca, en teoría, reemplazar a las abejas naturales en disminución para mantener la salud de los ecosistemas. Pero estos insectos robóticos son un medio encubierto de espionaje informático de toda la población de Inglaterra24; en “Toda tu historia” o “Cocodrilo”, el acceso a una memoria digitalizada de las personas permite espiar sus recuerdos. Y, en otro ejemplo rotundo de vigilancia, en “Arkangel”, una madre vigila a su hija mediante un implante que tiene instalado en su cerebro. Todo lo que la hija hace y ve aparece en una tableta que le permite monitorearla. Y además, todas las imágenes que fluyen ante la hija son grabadas también por su dispositivo de memoria artificial.
Por la complicidad entre el Estado y las grandes empresas informáticas y de telecomunicaciones, se construye un ojo de la vigilancia cada vez más poderoso. La alianza de vigilancia privada y estatal responde a intereses político-económicos comunes. Julian Assange o Edward Snowden son voceros de los procedimientos del complejo de espionaje tecnodigital: “Las nuevas empresas como Google, Apple, Microsoft, Amazon y más recientemente Facebook, han establecido estrechos lazos con el aparato de Estado de Washington. Esta relación se funda en una ideología capitalista compartida y una visión de expansión estratégica de poder global. En última instancia, los estrechos vínculos de Google y la administración estadounidense están al servicio de los objetivos de la política exterior de Estados Unidos”25.
En contra de toda apariencia, la alianza para la vigilancia global plasma, o está en camino de hacerlo, un deseo mítico y ancestral: el de un “ojo divino” que todo lo ve y controla. A esta idea específica llegaremos al final de nuestra