Hacia la Gran Universidad Chilena. Arnoldo Hax. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Arnoldo Hax
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561426269
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puedan crear ‘colleges’ en beneficio de la agricultura y las artes mecánicas”58-59.

      La Morrill Act señalaba como objetivo “(…) la contribución financiera, el apoyo y la creación de por lo menos un college, cuyo objetivo principal sea, sin excluir otros estudios científicos y clásicos e incluyendo prácticas militares, para enseñar aquellas ramas de conocimientos que están relacionados con la agricultura y las artes mecánicas (…) para promover la educación liberal y práctica de la clase industrial, en la búsqueda de varios objetivos y profesiones en la vida”60. En este sentido, el gobierno privilegiaba la formación de la agricultura, de la ingeniería y de las tácticas militares (esto último debe comprenderse en el contexto de la guerra civil que estaba viviendo Estados Unidos).

      De este modo el gobierno donaba a los estados 30.000 acres de tierras federales (12.000 hectáreas) por cada representante en el Congreso, cuya venta permitiría reunir los fondos necesarios para fundar colleges públicos que impartieran programas formativos de nivel superior. El terreno concedido para todos los estados ascendió a 41.438 km2. Esto conllevaría la instalación de centros de enseñanza superior especialmente en el oeste norteamericano. Como resultado de esta donación de tierras se fundaron 69 colleges, ubicados en los diferentes estados de los Estados Unidos, incluyendo uno en Puerto Rico.

      La Morrill Act provocó la gran transformación y expansión de la educación superior en los Estados Unidos al permitir el nacimiento de instituciones públicas que favorecieron el acceso a la educación superior a estudiantes de un estrato social diferente al de aquellos que provenían de los más antiguos colleges de Estados Unidos61. Estos centros facilitaron no solo la movilidad social, sino que también lograron crear un dinamismo en la economía e industria de Estados Unidos. En particular, los colleges de agricultura produjeron una transformación radical, al contribuir al incremento de la productividad de las granjas agrícolas a través de todo el país62.

      Entre las instituciones que se crearon gracias a la Morrill Act están el Massachusetts Institute of Technology, Iowa State University, Cornell University, University of Wisconsin at Madison, Texas Agricultural and Mechanical University, University of Minnesota, y la University of California. La mera enumeración de estas instituciones permite apreciar el gigantesco impacto que tuvo esta ley.

      Hacia 1962, de 42 Premios Nobel de Estados Unidos (aún vivos en esa fecha), 25 de ellos habían obtenido sus grados académicos en una institución Land-Grant, lo cual demostraba que gran parte de los colleges y universidades, desde sus orígenes, se habían dedicado no solo a la docencia, sino también a la investigación63. Este esfuerzo del gobierno por impulsar las ciencias aplicadas tenía su contraparte en las iniciativas que habían comenzado a darse en colleges y universidades privadas, tales como Johns Hopkins y Chicago, que, con el apoyo de las donaciones de grandes financistas y empresarios, como Rockefeller, Carnegie y Ford, pudieron desarrollar la investigación en las ciencias aplicadas y la medicina64.

      Desde su fundación, los colleges y universidades generadas por las Land-Grant debieron contar con financiamiento de los estados para favorecer los estudios de pregrado, posgrado, investigación y las actividades de extensión o de servicio65. Estas iniciativas no se interrumpieron porque continuó el apoyo financiero a través de una diversidad de instrumentos públicos dedicados a este objetivo66. Esto crea un nuevo rol para la universidad: la entrega de servicios que buscan enriquecer a la sociedad, lo que se ha dado en llamar la “Outreach University”67, cuya hermosa traducción es “universidad extendida hacia afuera”.

      Para captar claramente el impacto que han tenido estas iniciativas, es importante resaltar que en 1887 se creó la Association of Land-Grant Colleges and Universities, que luego de sucesivas transformaciones, dio origen en el 2009 a la Association of Public and Land-Grant Universities (APLU)68. Esta integra a 200 instituciones (universidades estatales, Land-Grant y sistemas de universidades). De estas, 134 están calificadas de “High Research” o “Very High Research” por la Carnegie69. De acuerdo con indicadores de la APLU, los Land-Grant Colleges reciben al 20% de todos los estudiantes de educación superior de los Estados Unidos, esto es, 4,7 millones de estudiantes, con un total de 3,6 millones de estudiantes de pregrado y 1,1 millón de posgrados. Imparten además el 58% de los programas de doctorado de los Estados Unidos.

      LA INFLUENCIA DEL MODELO ALEMÁN: HUMBOLDT UNIVERSITY (1810-1930)

      Es imposible, en esta perspectiva histórica sobre la universidad en Estados Unidos, no destacar la enorme influencia que tuvo el modelo de la universidad alemana en ella. Esta, hasta las primeras tres décadas del siglo XX, lideraba el mundo de la educación superior. La fundación de la Universidad de Berlín (1810) por Wilhelm von Humboldt, marca sin duda un antes y un después en el mapa mundial del desarrollo universitario. Su estructura, con la incorporación de la investigación al claustro universitario, y la consiguiente formación de jóvenes investigadores en sus programas de doctorado, sirvió de modelo durante el siglo XIX a instituciones como la Universidad Johns Hopkins (la primera dedicada a la investigación en los Estados Unidos) y otras muchas, como la propia Universidad de Harvard, Duke o la Universidad de Cornell. El presidente emérito de esta última, Andrew D. White, señalaba:

       “Nosotros bien podríamos reconocer a Alemania como otra Madre Patria (…) de sus universidades e instituciones de instrucción avanzada, por lejos más que de ninguna otra nación, hemos recibido y seguimos recibiendo su influencia, la que ha modelado y sigue modelando la educación superior de los Estados Unidos” 70 .

      Un primer influjo se produce cuando durante casi un siglo muchos académicos de Estados Unidos realizan allí estadías de perfeccionamiento, formándose como investigadores en sus laboratorios y aulas, capacidades que luego transferirían a su país de origen. Un ejemplo emblemático es la experiencia de la Universidad de Harvard, la que, a principios del siglo XIX, becó a sus jóvenes profesores en el extranjero para su perfeccionamiento, antes de iniciar su carrera académica en la universidad. El primero de ellos fue el Reverendo Edward Everett, quien en 1814 parte a estudiar a la renombrada Universidad de Göttingen, Alemania, donde tres años más tarde obtenía su grado de Doctor71. Le siguieron luego otros tres jóvenes, Ticknor, Cogswell y Bancroft, recién nombrados como académicos también en Harvard, iniciándose así una corriente que no se detuvo hasta los albores de la Segunda Guerra Mundial. La Universidad de Göttingen, con una biblioteca ya en esa época de más de 250.000 volúmenes, tenía una alta reputación internacional en el campo de la investigación y el entrenamiento de posgrado. En general la universidad alemana gozaba de gran prestigio, liderando en el mundo occidental las diversas áreas del conocimiento. Sus pares de Estados Unidos admiraban la erudición de sus profesores, la masa crítica acumulada y su organización mucho más flexible, lo que permitía a los estudiantes elegir los cursos de su interés y seguir un ritmo propio para su estudio. Esto era visto como el sistema dominante, que marcaba “el curso principal del modelo a seguir”72.

      Sin duda, experiencias como estas sirvieron de referencia para modernizar la universidad en Estados Unidos, con casos tan emblemáticos como el que veremos más adelante, referido a la experiencia del entonces profesor Charles Eliot. Este, luego de una estadía de dos años en Europa, estudiando los sistemas de educación superior inglés, francés y particularmente el alemán, regresa a los Estados Unidos, primero como profesor del MIT y luego como rector de la Universidad de Harvard, desde donde, siguiendo las directrices del modelo alemán, provoca, como veremos, un enorme impacto en el sistema universitario de los Estados Unidos en general.

      Para Eliot la universidad alemana representaba el modelo a seguir, cuyos estándares determinaban el camino que debía recorrer Harvard para convertirse en una “verdadera universidad”. Al poco tiempo de asumir como rector, incorpora a la universidad a muchos académicos y científicos que habían realizado sus estadías de perfeccionamiento en Alemania, y por primera vez aparecen en el Catálogo de Cursos (1875-1876) seminarios para estudiantes de doctorado, emulando el modelo alemán. Producto de esta nueva visión, el impacto en la estructura de la universidad