El teatro norteamericano: una síntesis. Alfredo Michel Modenessi. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Alfredo Michel Modenessi
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786070249792
Скачать книгу
busca venganza contra los burgueses que salen de la iglesia. El efecto es inesperado y eficaz cuando las bravatas de Yank pasan inadvertidas por el grupo que abandona la parroquia: para la burguesía es como si Yank existiese en otro universo y O'Neill literalmente vuelve esa noción realidad escénica: Yank, en efecto, resulta "invisible" a los miembros de la clase dominante, excepto para propósitos de la ley. Después de tratar sin éxito de golpear a los burgueses y de ser identificado con un simio, Yank es reducido por la policía y enviado a prisión. El mundo de la prisión es una variante del cuarto de calderas, donde los hombres tenían que caminar encorvados, con el espacio restringido y pendiente sobre sus destinos-cabezas. Luego de otros fracasos, en el límite último del razonamiento, Yank decide ir al zoológico. Allí visita a un gorila, con quien decide convivir como "simio velludo". Pero el gorila destroza a Yank y, como dice O'Neill, "quizá ahora sí el simio velludo por fin ha encontrado su lugar (perhaps he at last belongs)".

      Esta pieza nos muestra a un O'Neill decidido a abordar la conformación de su entorno desde una perspectiva menos personal y por una vez integrada a un conflicto social. The Hairy Ape tiene momentos de gran teatralidad y profundidad simbólica: las calderas, la calle repleta de figuras que coexisten en realidades separadas, la cárcel oscura llena de voces y manos indistintas, segregadas del mundo. No obstante, lo que resulta difícil de sostener es que haya una toma de conciencia, posición o lo que se le parezca ante los conflictos sociales implícitos. Inmersos en la dinámica propia de los días en que se escribió y representó la obra, algunos dijeron apreciar su "bravura política". El crítico dogmático Mike Gold, con su acostumbrada ceguera, aprovechó la ocasión para regañar a algún despistado que no siguiera sus ideas de "realismo social". Sin embargo, lejos de proponer una visión socialmente "comprometida", como solía decirse, la pieza nos habla de un espíritu despojado de identidad, perdido en pobres premisas de libertad, donde incluso es posible la confusión de la rabia con el alma o el amor o la conciencia. El fondo es tenue hasta el desgaste, pero The Hairy Ape tiene un aliento vigoroso del que carece una obra endeble como Beyond the Horizon. El mérito de The Hairy Ape está en su creación de atmósferas e intensidades, en la captura de una vitalidad truncada por la estupidez: la obra rezuma una sexualidad dislocada, desviada de sus objetivos, como lo indica la tercera escena, un golpe visual que sugiere la penetración de la máquina por una sexualidad que desplaza a la fuerza de trabajo, un espléndido tratamiento simbólico del conflicto. Esa sexualidad desplazada sigue siendo un tema general de la cultura estadounidense.

      La intensidad de la obra le valió a O'Neill el reconocimiento tanto superficial como más inteligente durante su primera producción. No fue sólo un reconocimiento de la emotividad fácil. He allí lo interesante: que O'Neill, vale reiterarlo, tanto abjura de una tradición estadounidense como la refina y legitima, la del gran melodrama. La intuición genérica de O'Neill conjunta elementos del teatro que desea superar con objetivos del que quiere crear. Si The Hairy Ape no es la excepción en la dramaturgia de O'Neill —los temas de la enajenación, el ser reducido, la constricción del espacio vital, la carencia de identidad y hogar, etc., le son recurrentes—, menos lo es Desire under the Elms, donde las figuras de la familia O'Neill hacen, en un muy vigoroso bosquejo, su primera entrada al escenario. Con The Hairy Ape, O'Neill explora un conflicto a través de la sexualidad dislocada como imagen de trastocamiento y fuerza destructiva. Algo de este concepto se sugería en sus piezas iniciales e inclusive en alguna de las piezas del mar. Pero la sexualidad dislocada no alcanza en ninguna de ellas dimensiones como las que se representan en Desire under the Elms.

      Pese al chocante resumen, la obra es un placer, un melodrama en toda la extensión de la palabra. Los temas que trata son los favoritos de O'Neill: los consabidos enfrentamientos con el padre dominante, en este caso ferozmente indestructible, y el incesto como signo de la cancelación de las salidas y la destrucción desde el interior; todos se repetirán en cierta medida en Mourning Becomes Electra, A Moon for the Misbegotten y Long Day's Journey into Night. Son signos, tal vez, de un mundo personal, pero lo que importa, reitero, es que son signos sin duda correlativos a la cultura estadounidense y como tales se deben interpretar. Desire under the Elms seguramente se queda corta respecto de las intenciones mitopoéticas de O'Neill, pero es una obra eficaz en su justa dimensión; temáticamente toca el espacio familiar como un correlato de su visión del mundo. La tierra está dominada por un padre-principio destructivo que no permitirá crecer nada que no se ajuste a su afán de poder y posesión; es una presencia infranqueable para los jóvenes. El mundo, sin progenie, queda a merced de esta figura directamente importada del Viejo Testamento para sofocar cualquier intento de recuperación de los ideales mediante su materialidad absoluta: Ephraim es una roca. Este desolador panorama es correlativo al de la historia de Estados Unidos, entonces en plena prosperidad material y abandono de los ideales originales.