La Tirana. Bernardo Guerrero. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Bernardo Guerrero
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789567628445
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que llegó fue la perteneciente al cantón de San Antonio que vino a pie desde ese pueblo, dirigiendo la cabeza el cura del Alto San Antonio, presbítero señor David Basaure.

      Los bailes

      He aquí el nombre de los bailes, el de los caporales y del sitio de donde procedían las comparsas:

      Baile Chinos del Carmen de Andacollo. - Paposo. Caporal y abanderado José del Carmen Vega.

      Baile Morenos. - Oficina Progreso - Caporal Ramón Leal.

      Baile Coyahuayo compuesto por cuatro tropas. - Oficina Buen Retiro. - Caporal Eudoxio Ocaña.

      Baile Morenos. - Oficina Santa Catalina. - Caporal Pascual Cosque.

      Baile Coyahauyo. - Oficina Carmen Bajo. - Caporal Manuel Cruz Salvatierra.

      Baile Faba. - Parroquia de San Antonio. - Caporal Mateo Escalerce.

      Baile Gameros. - Oficina Ángela. - Caporal Manuel Barrientos.

      Baile Gamboa. - Oficina Josefina. - Caporal Elías Sánchez.

      Baile Cayahuaya. - Campamento Libertad. - Caporal Domingo Salvatierra.

      Baile Cayahuaya. - Oficina Camiña. - Caporal Manuel Ayala.

      Baile Morenos. - Oficina Camiña. - Caporal Telésforo Tranca.

      A las siete de la noche del día 15 todos los caporales penetraron al templo para ponerse, según ellos, a disposición de la Virgen.

      Concluido este acatamiento los caporales, huasca en mano, ordenaron la prosecución de los bailes que duraron hasta las nueve de la noche, hora que se dio principio a las vísperas, oficiando una misa solemne el Vicario Apostólico, señor Martín Rûcker con asistencia del cura de Pica señor Frederick, del cura de San Antonio señor Basaure y del Secretario del Vicariato señor Foster.

      Concluida la misa de vísperas, las comparsas se dirigieron a la Plaza donde bailaron durante toda la noche, sin descanso alguno, continuando el día martes hasta por la noche.

      El mismo día lunes y después de terminados los oficios se quemaron fuegos artificiales, amenizándose este acto con varios miles de paquetes de cohetes.

      A las dos de la mañana del día martes se abrió el templo y pudimos ver que los devotos, arrastrándose de hinojos, llegaban hasta el altar mayor llevando cirios.

      Nota espeluznante

      Cuando el sol alumbraba con sus vivificantes rayos se pudo distinguir en un lado de la Pampa la silueta de un ser humano que de rodillas, se arrastraba por el suelo.

      Esto despertó el interés en todos y, dominados por la curiosidad, nos dirigimos hasta el sitio donde se divisaba el bulto.

      Era una boliviana que venía quizás de dónde, hincada pagando una manda a la Virgen. Los vestidos habiéndosele gastados en la rodillas y con facilidad se distinguía la sangre que de éstas emanaba.

      Ante esta prueba de tan avanzado fanatismo, hijo de la ignorancia más remota y censurable bajo todos los conceptos, algunas de las personas presentes, obligaron a la pobre boliviana a desistir del acto de crueldad que cometía con su propio cuerpo y a que diera por terminada su penitencia. Con lágrimas en sus ojos ella consintió, no sin proferir antes varias palabras que nadie pudo comprender.

      Descenso de la Virjen

      A las diez y media de la mañana se efectuó el descenso de la Virjen para ser colocada en la anda que debía sacarse en la procesión.

      Esta ceremonia fue presenciada por todas las comparsas efectuando el baile de honor los indios de Paposo.

      Los pies de esta imagen, que tendrá un metro de estatura, tienen un círculo del porte de una chaucha formado, tal vez, por los besos de los fieles que nunca se cansan de besarlos. Texto inteligible.

      La procesión

      En medio de inmenso bullicio, a las cuatro de la tarde salía del templo la procesión seguida por no menos de cinco mil almas.

      Desde los balcones de la iglesia se dominaba perfectamente el espectáculo que tenía de todo un poco: religioso, fanático y estrambótico.

      Esta vez la quema de cohetes batió el record y creemos que jamás se podrá olvidar entre las personas que presenciaron la procesión, este acto para muchos desconocido y en el cual se ponen en juego las costumbres que reinaban en tiempos del coloniaje.

      Muchos creen que si prohibieran estas costumbres sería matar la fe y devoción en esa gente que no pierde ningún detalle de sus antepasados.

      Los chinos de la Virjen

      En medio de esta procesión se destacaban gallardamente los simpáticos pliegues de dos grandes banderas chilenas que eran llevadas por los indios de Andacollo que son todos chilenos y a los cuales se les llama los chinos de la Virjen.

      A estos les corresponde la presidencia en la festividad y bajo su dirección se efectuaron todos los desfiles.

      El baile y vestuario de estos chinos, son los más orijinales.

      Los chunchos, también usan un traje de fantasía que armoniza, se puede decir, con su baile pues desde el cuello nace un crecido bonete de plumas con los cuales durante la danza se saludan entre ambos.

      Ofrendas

      Diferentes ofrendas recibió la Virjen

      Los indios que poseen algún sembrío de melones, guayabas o cualquier otra fruta, llévanle a la santa un ejemplar del fruto, pidiéndole además, gratifiquen la ofrenda con la feliz producción del melonar o del guayabar.

      Todas las frutas fueron colocadas por ellos mismos alrededor de la Virjen y con ellas salió en procesión.

      Durante el trayecto, varios indios con sombrero en mano iban junto a la imagen esperando que se cayera alguna fruta, fruta que para ellos es sagrada y como tal la guardan como reliquia, empleándolas durante el año como eficaz remedio para cualquier enfermedad.

      Las bolivianas dan como ofrenda cantidades inmensas de velas, todas las cuales encienden a un mismo tiempo, lo que hace imposible la estadía dentro del templo, pues aquello se pone como un horno, a pesar del frío que predomina.

      La procesión duró dos horas y entonces la afluencia de jente a la iglesia fue enorme.

      Un coro de señoritas dirijido por el presbítero señor Basaure, cantó a la imagen una Salve.

      Enseguida se elevaron varios globos y continuó la danza general.

      A las cinco de la tarde se suministraron los sacramentos de bautizo, confirmación y otros, a buen número de niños y adultos.

      Asistentes

      A esta fiesta religiosa que ha tenido, se dice, mayor animación que años anteriores, han asistido:

      Señores. - Tapia Cooper. Polastri, Landsborugh, Pérez, Mac-Knin, Morales Bermúdez, Riveros.

      Señoritas. - Ardí, Drew, Müller, Loayza, Julia Digoy, Atencio, Perina, Rescusich, Violeta Cáceres, Lilia, María Inés y María del Pilar Morales Bermúdez, Cooper.

      Señores. - Del Río, Landsborugh, Gacitúa, doctor Juan Márquez, Juan R. Poblete, León B, Nortckote, Benito Casas, Manuel Rivero, Jermán Rivero, Oloff Tapia, Luis Lema, Carlos, Francisco Marquezado, Roberto Ovalle, Julio Quintana, Belisario Mauleon, Rivera, Rescusich, Barona, Barral, un representante de este diario y numerosas personas conocidas que cuyos nombres se nos escapa.

      Terminación de bailes

      El miércoles terminaron los bailes y las comparsas después de cumplir con la devoción, se entregaron al descanso, harto merecido por cierto. Las ventas de chocolate, cazuela de ave, y otras, en ese también cerraron sus tiendas y La Tirana empezó a revestirse de esa soledad que la vista durante todo el año.

      Sólo cuatro son las familias que allí viven y entre ellas se turnan para la conservación de la iglesia.

      La octava