Los nadadores deben deslizar las manos directamente hacia fuera para orientarlos hacia atrás en el agarre y luego iniciar el movimiento hacia dentro empujando hacia atrás, no hacia abajo. Los que simplemente no pueden desplazar los brazos hacia dentro sin empujar las manos y los brazos hacia abajo deben considerar utilizar alguno de los métodos alternativos para realizar el movimiento hacia dentro descritos anteriormente en este capítulo.
Un segundo error que cometen los nadadores es realizar el agarre con los brazos extendidos y luego flexionarlos durante el movimiento hacia dentro. Esto les hace remar las manos casi directamente hacia dentro por el agua con un mínimo de movimiento hacia atrás de las manos y los brazos. El resultado será que aplican muy poca fuerza propulsora efectiva. El agua simplemente se deslizará hacia fuera y hacia delante pasando por las manos. Cierta cantidad de agua se desplazará hacia atrás al pasar por debajo de las palmas, lo que propulsará a los nadadores hacia delante. Pero la magnitud de la propulsión efectiva no sería tan grande como la que se puede obtener empujando el agua hacia atrás y hacia dentro con las manos y los brazos.
Los brazos ya deben estar flexionados cuando se realiza el agarre y se debe aducir la parte superior del brazo hacia atrás, hacia las costillas, durante el movimiento hacia dentro. Como se describió anterior-mente, esto aumentará la propulsión permitiendo que los grandes músculos de la espalda participen más plenamente en el movimiento hacia dentro.
El siguiente error más común consiste en el hecho de no completar el movimiento hacia dentro por debajo del cuerpo. Los nadadores que cometen este error no juntan las manos suficientemente debajo del cuerpo, ni aducen los brazos hacia atrás cerca de las costillas.
Los nadadores que realizan las brazadas de esta forma generalmente tratan de empujar las manos y los brazos casi directamente hacia atrás desde el agarre. Combinan el movimiento hacia dentro y el movimiento hacia arriba en un solo movimiento continuo en el que deben acelerar el agua hacia atrás un largo trecho. El problema de este estilo es que acorta la distancia por brazada. Se acorta el movimiento hacia dentro, y la primera mitad del movimiento hacia arriba tiene lugar cerca de los confines exteriores del cuerpo, en lugar de a lo largo de la línea media, donde sería más eficaz. Debe decirse que varios mariposistas de mucho éxito han utilizado este tipo de patrón de velocidad de los brazos de un pico. No obstante, creo que el potencial propulsor es menor que el de un patrón de velocidad de los brazos de dos picos y sólo debe utilizarse si los nadadores no pueden dominar el movimiento más largo hacia dentro.
Errores del movimiento hacia arriba
Los errores cometidos por los nadadores de mariposa durante esta fase de la brazada subacuática son similares a los errores mencionados en relación con el estilo libre. Puede que los nadadores extiendan los brazos demasiado rápidamente y empujen el agua hacia arriba en lugar de hacia atrás. También puede que traten de empujar hacia atrás contra el agua hasta que las manos lleguen a la superficie. Esta acción también hará que empujen el agua hacia arriba en exceso. El efecto de estos errores se ilustra en la figura 5.20.
El nadador ilustrado en esta figura está extendiendo los brazos mientras realiza el movimiento hacia arriba. Si los nadadores extienden los brazos antes de que las manos lleguen a la superficie, estarán empujando hacia arriba con las palmas y la parte ventral de los antebrazos durante la fase final del movimiento hacia arriba. Esto impulsará el cuerpo hacia abajo y reducirá la velocidad de avance.
Los nadadores deben extender los codos lenta y mínimamente durante el movimiento hacia arriba, y deben relajar la presión y empezar el recobro de los brazos cuando las manos pasan por los muslos. Los brazos no deben extenderse rápidamente hasta que hayan relajado la presión y los brazos estén saliendo del agua en el recobro.
Errores del recobro
Los tres errores más comunes cometidos por los nadadores cuando realizan el recobro de los brazos son realizar el recobro demasiado alto, realizarlo con demasiado esfuerzo y arrastrar los brazos por el agua.
Ya se ha argumentado que arrastrar los brazos por el agua reducirá considerablemente la velocidad de avance. También se debe dar algún tiempo a los músculos de los hombros para relajarse durante el recobro. Por lo tanto, los nadadores deben utilizar el mínimo de fuerza necesaria para superar la inercia hacia atrás de los brazos y moverlos hacia delante. No deben impulsarlos hacia delante y hacia el agua con gran esfuerzo muscular.
El recobro de los brazos muy alto por encima de la cabeza requiere una flexibilidad de los hombros que está fuera del alcance de la mayoría de los nadadores. Ni es necesario ni incluso aconsejable realizar el recobro de esta manera. La única razón de realizar el recobro tan alto sería para impedir que los brazos se arrastren por el agua. Sin embargo, se puede impedir que se arrastren con un recobro lateral, siempre que los nadadores permitan que el tronco y los hombros se eleven fuera del agua durante el movimiento hacia arriba y el recobro.
Errores del batido
La habilidad para la extensión del tobillo es una ventaja principal en el batido de delfín. Los nadadores deben poder extender el pie más de 70º de la vertical. Los que no poseen esta habilidad necesitarán aumentar el rango de movimiento con ejercicios especialmente diseñados para aumentar la flexibilidad de los tobillos.
Los dibujos de la figura 5.21 ilustran la importancia de una buena extensión del tobillo durante el movimiento descendente del batido de delfín. La figura 5.21a muestra cómo una buena extensión del tobillo permite al nadador mantener una buena orientación hacia atrás de los pies en el agua hasta bastante avanzado el movimiento descendente. La figura 5.21b muestra que, con una menor habilidad para la extensión del tobillo, los pies estarían simplemente empujando hacia abajo contra el agua durante la mayor parte del movimiento descendente.
Figura 5.20. Posición de las manos y los brazos durante el movimiento hacia arriba. Las palmas y los antebrazos están mirando hacia arriba, no hacia atrás, lo que hará que su velocidad disminuya.
Otro error frecuente cometido por los nadadores es realizar un batido demasiado profundo cuando realizan el batido de delfín. Este problema es particularmente común durante el movimiento descendente del segundo batido. Los pies deben estar sólo ligeramente más abajo que el tronco cuando terminan los movimientos descendentes del batido de delfín. Realizar un batido más profundo sólo aumentará el arrastre por forma y por empuje porque las piernas estarán muy por debajo del cuerpo y estarán realizando el batido hacia delante además de hacia abajo durante la parte final del movimiento descendente.
Otro error común cometido por los nadadores es flexionar las piernas durante el movimiento ascendente del batido de delfín. Este error, quizá más que cualquier otro, reduce la propulsión lograda por muchos mariposistas con el batido. El efecto de este error es que los nadadores empujarán el agua hacia arriba y hacia delante con las piernas, aumentando el arrastre por empuje y reduciendo la velocidad de avance. Los nadadores no deben flexionar las rodillas hasta que empiece el movimiento descendente, es decir, hasta que empiecen a empujar hacia abajo con los muslos.
Errores de sincronización
Los errores comunes cometidos por los nadadores en relación con la sincronización son: realizar el batido demasiado pronto en el recobro, deslizar demasiado tiempo después de la entrada y realizar sólo un batido durante cada ciclo de brazada.
Realizar el batido demasiado pronto en el recobro. Algunos nadadores terminan el movimiento descendente del primer batido de delfín antes de que las manos entren en el agua. Estos nadadores normalmente tienen dificultad para realizar el recobro de los brazos sin arrastrarlos por el agua. Por lo tanto, realizan el batido hacia abajo en este momento para contrarrestar el arrastre por empuje que crean empujando los brazos por el agua