No llores que vas a ser feliz. Neus Roig. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Neus Roig
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417743802
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a una minoría de mujeres, entre ellas a Clara Campoamor, que luchó para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad legal de los hijos e hijas nacidos dentro y fuera del matrimonio y la legalización del divorcio y el sufragio universal, generalmente llamado «voto femenino».

      En 1932 se había creado por Decreto el primer Dispensario de Higiene Mental en Madrid. Su trabajo consistía en controlar los estadios iniciales de las enfermedades psíquicas y, con curas de reposo y tratamientos ambulatorios, tratar de paliar los ingresos en manicomios. En 1933 había un total de 24 554 ersonas acogidas en establecimientos psiquiátricos a nivel nacional, por lo que suponía un gran problema social y una gran carga económica.11

      En las elecciones alemanas de 1932, el partido nazi ganó con un 33 por ciento de los votos, situándose en la cabecera de los demás partidos. En enero de 1933, Hitler fue nombrado Canciller y Jefe del Gobierno alemán. Parte de la población alemana creyó que había encontrado al salvador de la nación.12 Su objetivo final era que Europa fuese gobernada de nuevo por la raza superior y que las inferiores fuesen aniquiladas, y así terminaban los problemas para Alemania y para Europa, que pasarían a ser una nación y un continente próspero.

      En 1934, con esta ideología y dentro del plan estratégico de la Allgemeine SS, se había creado una organización para acoger madres solteras de la supuesta raza aria a fin de reducir los abortos y aumentar la población con futuros soldados para el Reich. Para ello, la madre debía acreditar ser de raza aria al menos por parte paterna y aportar documentación para demostrar que el padre del futuro bebé también lo era. Se supone que los niños que no nacían con el prototipo de niño ario eran «desechados» dentro de la institución. El Estado se hacía cargo tanto del bebé como de la madre. Oficialmente, se recogían madres embarazadas para darles cobijo en centros especializados y ahí criaban a sus hijos hasta los tres años. Al cumplir dicha edad, el pequeño pasaba a ser adoptado por una familia alemana de reconocida raza europea por parte del Estado y la madre quedaba protegida por un subsidio especial por haber contribuido a engrandecer la nación y haber ayudado a restituir la raza aria. Los médicos de las SS controlaban el desarrollo de los niños arios.

      En 1935, las SS pasaron a ser dirigidas por Heinrich Himmler. El 12 de diciembre de 1935 se creó la Sociedad Lebensborn, que contaba con centros especializados en reproducción. El programa proporcionaba incentivos a los alemanes, especialmente a agentes de las SS, para tener hijos.13 Su lema era que ningún niño ario quedara sin nacer y, por ello, los Lebensborn se convirtieron en verdaderas granjas humanas.

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      Lebensborn, donde las mujeres se ofrecían a un soldado de las SS.14

      A los Lebensborn acudían mujeres altas, rubias y de ojos azules embarazadas de algún soldado u hombre de demostrada raza aria o que se ofrecían para quedarse embarazadas. No eran embarazos forzados, sino que los altos cargos de las SS acudían con la finalidad de engendrar hijos con la o las mujeres que eligieran y que ellas, voluntariamente, se prestasen a ello. El objetivo del programa era promover el crecimiento de la raza aria superior restringiendo el acceso a través de selecciones médicas con criterios eugenésicos y raciales y con el posterior cuidado médico a la madre antes, durante y después del embarazo y también a la criatura.15 La identidad de la madre quedaba totalmente protegida y el nombre del padre registrado para poder demostrar la identidad aria del nuevo bebé.

      Tanto la madre como el bebé eran cuidados y protegidos por los médicos y el personal de las SS. Los partos se producían con todas las mejoras sanitarias disponibles en la época y fue en los Lebensborn donde las mujeres empezaron a parir bajo los efectos del pentotal para evitarles el sufrimiento. En los Lebensborn, las madres también cuidaban de sus hijos hasta los tres años y con posterioridad podían ser dados en adopción a familias alemanas de raza aria que normalmente desconocían la procedencia del niño o la niña. La madre también podía optar por quedarse con el bebé y recibir ayuda estatal como madre soltera.

      En España, para los niños y niñas auspiciados la República fue una época de cambios que parecía que iba a mejorar su situación, en especial en Catalunya, donde la sensibilización social hacia los menores desprotegidos era una preocupación evidente. Se creó la Federación de Padres Adoptivos de Catalunya, liderada por José Petxamé, que pedía la modificación del Código Civil para proteger al adoptado ante la situación que se producía en muchas familias biológicas cuando, una vez el adoptado llegaba a la edad de trabajar, lo reclamaban o pedían compensaciones económicas a la familia adoptante. El apoyo que la Federación Catalana tenía a nivel institucional por parte del President de la Generalitat, de los estamentos sociales y de la opinión pública catalana a fin de modificar el Código Civil quedó truncado con la sublevación militar que desencadenó en el golpe de Estado que se perpetró el 18 de julio de 1936 contra el gobierno legal y democrático de España.

      La Segunda República española, que se había convertido en un momento clave de la historia contemporánea española en el gran proyecto democratizador y modernista que se abrió en 1931, concluyó con una sangrienta guerra civil.

      El golpe de Estado fue dirigido por el general de brigada Emilio Mola Vidal, ayudado por el general de brigada Gonzalo Queipo de Llano y el teniente general José Sanjurjo Sacanell. Su fallido intento dio comienzo a la Guerra Civil española. El general Mola, en uno de sus discursos, afirmó: «Esta guerra tiene que terminar con el exterminio de los enemigos de España». Él mismo estableció unos métodos de represión hacia los miembros y simpatizantes del Frente Popular que, con posterioridad a su muerte —en un accidente en extrañas circunstancias—, Franco, como jefe de las fuerzas sublevadas, aplicó con toda la fuerza que le concedía su rango. Se trataba de aniquilar al enemigo, sin tener en cuenta que pudiese ser el hermano o el vecino. El genocidio de la guerra fue entre españoles. La única diferencia que existía entre ellos era ideológica.

      El general de brigada Gonzalo Queipo de Llano dirigió el golpe militar sobre Sevilla y desató la guerra psicológica que ejerció sobre la población mediante sus «charlas a través de las ondas» de Unión Radio Sevilla. Como ejemplo, el mensaje radiofónico fechado en 1936 en el que alentaba a los combatientes a violar a las mujeres republicanas: «Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado, porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen».16 El 24 de julio de 1936, un bando militar del general Queipo de Llano decía: «Serán pasados por las armas, sin formación de causa, las directivas de las organizaciones marxistas o comunistas que en el pueblo existan y, caso no darse tales directivos, serán ejecutados un número igual de afiliados arbitrariamente elegidos».17

      En el bando republicano se habilitaron «casas de colonias» en el Levante y en Catalunya con el fin de trasladar a los niños y niñas para que no viviesen tan directamente la guerra y, a medida que entre sus tropas caían combatientes, se fomentó la paternidad adoptiva y el prohijamiento para atender a los «huérfanos del fascismo». Para ello se potenció la internalización de la adopción con la promulgación del Decreto de 5 de diciembre de 1936 de la Generalitat de Catalunya y el Decreto de 10 de abril de 1937 que modificaba el Código Civil.

      Ante la avalancha de niños y niñas desprotegidos, hijos e hijas de los «combatientes caídos en la lucha», se facilitó la adopción o acogida por parte de familias e instituciones afines a la causa republicana como alternativa a que fueran evacuados al extranjero.18 Los que no pudieron ser acogidos en familias fueron expatriados