Historia de la evangelización en el Perú. Juan B. A. Kessler. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan B. A. Kessler
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786124252914
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las iglesias protestantes experimentaran un fuerte crecimiento.

      Bahamonde, óp. cit., p. 122.

      Parte II

      Las misiones e iglesias que practicaron el bautismo de niños

Separador

      Capítulo 3

      La Iglesia Católica colonial

      La conquista espiritual

      En el Perú, después de la Conquista, nunca se obligó a los indios a convertirse por la fuerza física. Sin embargo, la presión social y económica no les dejaba otra alternativa que hacerse cristianos, al menos en apariencia. Por un tiempo, los indios procuraron evitar la influencia española retirándose a regiones cada vez más remotas o a alturas cada vez más elevadas, pero llegó el momento en que la cultura y religión españolas penetraron en todo el país, con la excepción de grandes regiones selváticas. Claro que los encomenderos, por inclinación y por su posición de explotadores, no contribuyeron mucho a la obra de evangelización. Pero sí, a pesar de las muchas deficiencias, se estableció una forma de cristianismo en el Perú. Ello se debió a los esfuerzos abnegados, y a veces heroicos, de los franciscanos, dominicos, agustinos y otros frailes y monjas, a quienes los encomenderos encargaron la evangelización de los indígenas. Estos misioneros agruparon a los indios esparcidos en pueblitos llamados reducciones y allí les enseñaban.

      Recientemente, historiadores católicos se han esforzado en explicar por qué la evangelización del nuevo mundo resultó mucho más superficial que en la Península. Culpan a las comunicaciones deficientes tanto entre el viejo y el nuevo mundo como dentro del mismo nuevo mundo. Es cierto que los reyes de España dieron decretos que no se acataron en las tierras lejanas. Es cierto que los concilios eclesiásticos en México y Lima acordaron reformas que quedaron sin efecto en las provincias. Es cierto que en el nuevo mundo el problema de comunicaciones se dificultó aún más por la multitud de idiomas indígenas que había. Con todo, es difícil aceptar que el problema muy real de las comunicaciones dé una explicación suficiente del problema. ¿Cómo se explica, por ejemplo, que no se haya cumplido con las reformas acordadas por los concilios eclesiásticos ni siquiera en Lima, la capital? Si el problema de comunicaciones hubiera sido decisivo, entonces se habría notado una diferencia más marcada entre el catolicismo de Lima y el de las provincias.

      En tercer lugar, los historiadores católicos señalan correctamente que incluso en la parte de España que ocupaban los moros, existía una minoría cristiana que servía de fundamento para la evangelización, una vez que los moros fueran subyugados. En el Nuevo Mundo, no existía ninguna tradición cristiana; por ello, hubo que comenzar de nada. Se olvida, sin embargo, que en el curso de casi tres siglos que duró la iglesia colonial sí se estableció una tradición cristiana en el Perú. La pregunta, entonces, es por qué la tradición en España fue mucho más eficaz que en el Perú; y la respuesta debe ser que las minorías en España tuvieron que luchar por su fe. Como consecuencia, su fe cristiana se robusteció. En el Perú y en toda América Latina, los reyes de España y Portugal excluyeron toda otra opinión.

      La identificación de la Iglesia Católica con el régimen colonial