Historia de la evangelización en el Perú. Juan B. A. Kessler. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan B. A. Kessler
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786124252914
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Jiménez de Cisneros (1436–1517), la Iglesia Católica en España pudo superar el decaimiento moral y espiritual que en esa época afectaba a casi todo el resto de la iglesia. España llegó a ser una nación sumamente religiosa, como se ve, por el hecho de que la cuarta parte de su población estaba compuesta de monjes o sacerdotes. Sin embargo, se produjeron también algunos aspectos negativos.

      a. El entusiasmo religioso se volvió fanatismo y se estableció la Inquisición para detener la apostasía de los judíos y moros convertidos. En 1484 se nombró a Torquemada como Gran Inquisidor.

      El movimiento misionero evangélico

      La Reforma ayudó mucho a restablecer los valores esenciales del cristianismo, pero no tuvo visión misionera. Por eso la Reforma protestante no influyó directamente en América Latina, excepto a través del establecimiento de una colonia de hugonotes en Río de Janeiro en el siglo xvi y de otra holandesa en Pernambuco en el siglo xvii. Ambas colonias fueron de corta duración. Más tarde, muchos luteranos alemanes emigraron a Brasil, Argentina y Chile.

      El movimiento pietista del siglo xviii sí tuvo visión misionera, pero para ese entonces quedaban pocos campos desocupados en América Latina. Los moravos establecieron una magnífica obra en la colonia holandesa que hoy se llama Surinam, y en la costa oriental de Nicaragua, la cual estaba desligada del resto del país.

      Cuando América Latina se abrió por fin a la influencia externa en el siglo xix, el mayor impulso protestante provino de los Evangelicals anglosajones. Fueron ellos quienes implantaron la obra protestante en este continente. El hecho de que el congreso misionero de Edimburgo de 1910 declarase que América Latina no se consideraría como campo de misiones, impidió que las iglesias protestantes de otras tradiciones emprendieran allí la obra. Así, pues, habrían de ser los Evangelicals quienes consolidarían la obra. Últimamente, el movimiento ecuménico ha procurado establecerse en América Latina, pero el no haber respetado lo suficiente la herencia evangélica de la gran mayoría de las iglesias protestantes latinoamericanas, ha limitado considerablemente su influencia. De lo anterior se desprende que los Evangelicals anglosajones han ejercido una influencia dominante en la obra desde sus inicios hasta el presente, y más que en cualquier otro continente. Es imprescindible, por tanto, estudiar la forma en que esta herencia evangélica se ha desarrollado.

      1. Los puritanos

      El comienzo del protestantismo en Inglaterra se debió no tanto a razones espirituales como a la discordia que surgió entre el rey Enrique viii y el Papa, lo cual movió al monarca a nacionalizar la iglesia inglesa en el año 1534. En cuanto a la doctrina se refiere, Enrique viii siguió siendo católico hasta la muerte. No fue sino hasta el reinado de su hijo Eduardo vi (1547–1553) cuando se inició una reforma doctrinal, reforma que por razones políticas se suspendió después de la muerte de Eduardo. Posteriormente, debido a la influencia de Calvino, surgió un movimiento que pretendió purificar a la iglesia de sus vestigios católicos, y por eso recibió el nombre de puritanos. El horror que los ingleses siempre le han tenido a cualquier solución extremista impidió que los puritanos alcanzaran su objetivo, pero tampoco fue posible que sus enemigos los expulsaran de la iglesia. Lo que deseaban los puritanos era mantener incólume la autoridad de la Biblia y de la palabra de Cristo frente a la influencia de la tradición. Asimismo, se resistían a la tendencia de basar la salvación tanto en las obras humanas como en la gracia de Dios. Por eso, la cruz ocupaba un lugar tan central en el mensaje de los puritanos; fue en la cruz donde Dios había quitado el pecado.

      2. Los metodistas

      Para el año 1738, el protestantismo había decaído mucho en Inglaterra. Bajo la influencia del deísmo que aceptaba a Dios como creador inicial, pero negaba su intervención posterior, la religión se había vuelto formal y teórica. Ese mismo año, a Juan Wesley se le conmovió el corazón de una manera extraña y empezó a predicar el nuevo nacimiento. Excluido de los púlpitos por su entusiasmo, comenzó a predicar al aire libre. Como resultado del avivamiento metodista, los Evangelicals añadieron un acento pietista a su herencia, sin asemejarse del todo a los pietistas. Los Evangelicals siempre le han dado más importancia a la doctrina que los pietistas.

      3. Los Hermanos Libres

      Una breve evaluación de los Evangelicals

      El triple énfasis de los Evangelicals sobre el nuevo nacimiento, la autoridad de la Palabra de Dios y la centralidad de la cruz, aparece en el diálogo que tuvo Jesús con Nicodemo en Juan 3.1–15. Nicodemo había preguntado cómo podía ver y entrar al reino de Dios, y Jesús respondió que había que nacer de nuevo (Jn 3.38), aceptar la autoridad de su palabra (Jn 3.11–13) y creer en el Hijo crucificado (Jn 3.14–15, cf. Jn 12.32–33).

      Este triple énfasis de los Evangelicals explica que su preocupación principal haya sido la evangelización: cómo entrar ellos mismos en el reino de Dios y cómo ayudar a otros a hacer lo mismo. No se han preocupado en igual medida por la expresión del reino de Dios en este mundo. Sin embargo, a partir de la conferencia mundial en Lausana en 1974, esto ha cambiado.