El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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pero no falte la oración abundante y perseverante. Porque hablar mucho en la oración es tratar una cosa necesaria con palabras superfluas, y “en las muchas palabras no falta pecado” (Proverbios 10:19). En cambio orar con el corazón de una manera perseverante es llamar directamente a la puerta de Aquel a quien suplicamos, ya que por lo general, la oración es más eficaz con gemidos que con discursos (Romanos 8:26), mejor con lágrimas que con palabras».

      120 No queremos imaginar siquiera lo que diría Spurgeon si contemplara algunas de las que tanto abundan en la época actual.

      121 Génesis 32:22-28.

      122 La versión inglesa KJV traduce: “What profit is there in my blood, when I go down to the pit?”, “¿Qué provecho hay en mi sangre, cuando descienda a la fosa?”.

      123 Filipenses 2:17.

      124 Salmo 44:12.

      125 Salmo 44:12.

      126 SCHÖKEL hace sobre este versículo un peculiar comentario: «Leyendo con el hebreo tres imperativos, tomo este verso como cita de la oración que había pronunciado, completando con imperativo la interrogativa precedente. Es curioso que los tres verbos forman nombres teofóricos: Semaías, Hananías, Azarías». [Salmos, Tomo I, 1-72, Editorial Verbo Divino, Estella, Navarra, 1992]. Nombres “teofóricos”, del griego ϑεοϕόρος compuesto de ϑεο, “Dios” y ϕόρος, “portador”, son nombres propios que contienen o van ligados de alguna forma al nombre de Dios. Los verbos en cuestión son: שְׁמַע־יְהוָ֥ה šəma‘-Yahweh de שָׁמַע shama; וְחָנֵּ֑נִי wəḥānnênî de חָנַן chanan; y הֱ‍ֽיֵה־עֹזֵ֥ר hĕyêh-‘ōzêr de הָיָה hayah.

      127 Lucas 18:13.

      128 Salmo 20:2; 34:17; Lucas 18:7

      129 Salmo 46:1.

      130 En hebreo הָפַ֣כְתָּ מִסְפְּדִי֮ לְמָחֹ֪ול לִ֥י פִּתַּ֥חְתָּ שַׂקִּ֑י וַֽתְּאַזְּרֵ֥נִי שִׂמְחָֽה hāp̄aḵtā mispəḏî ləmāḥōwl lî pittaḥtā śaqqî wattə’azzərênî śimḥāh. La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: στρέφω ὁ κοπετός ἐγώ εἰς χορός ἐγώ διαῥήγνυμι ὁ σάκκος ἐγώ καί περιζώννυμι ἐγώ εὐφροσύνη que la Vulgata traduce al latín como: “Convertisti planctum meum in gaudium mihi; conscidisti saccum meum, et circumdedisti me laetitia” “Me mudaste mi llanto en gozo, rasgaste mi saco, y me rodeaste todo de alegría”. KRAUS traduce: “Tú has cambiado mi lamento en danza, has desatado mi cilicio, me has ceñido de gozo”. SCHÖKEL: “Cambiaste mi luto en danza, me desataste el sayal y me ceñiste de fiesta”. No deja de resultar curioso que San Jerónimo utilizara al traducir la Vulgata la palabra latina “gaudium”, “gozo”, un sinónimo de “laetitia”, en lugar de “saltatio”, “danza”, (que sí utiliza en Eclesiastés 3:4) cuando tanto el término griego χορός como el hebreo לְמָח֪וֹל ləmāḥōwl de מָחוֹל machol significan claramente “danza” o “baile”.

      131 Dice al respecto AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «Rasgaste el sayal de mis pecados, disipando la tristeza inherente a mi estado mortal, y me ceñiste con el ropaje original de inmortalidad, fuente de eterna alegría».

      132 Efesios 3:19.

      133 2 Samuel 24:14-16.

      134 Romanos 6:9.

      135 Isaías 61:10.

      136 1 Corintios 15:43-57. Ver Isaías 25:8; Oseas 13:14.

      137 Romanos 12:21.

      138 Un versículo de traducción compleja dependiendo de la interpretación que se de a la expresión hebrea כָ֭בוֹד ḵāḇōwḏ, “mi gloria”. La versión inglesa KJV traduce: “To the end that my glory may sing praise to thee, and not be silent. O Lord my God, I will give thanks unto thee for ever.” “A fin de que mi gloria pueda cantarte alabanzas, y no estar callada. O Señor Dios mío, te daré gracias para siempre”. El texto hebreo dice: לְמַ֤עַן יְזַמֶּרְךָ֣ כָ֭בֹוד וְלֹ֣א יִדֹּ֑ם יְהוָ֥ה אֱ֝לֹהַ֗י לְעֹולָ֥ם אֹודֶֽךָּ ləma‘an yəzammerḵā ḵāḇōwḏ wəlō yiddōm Yahweh ’ĕlōhay lə‘ōwlām ’ōwḏekā. La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: ὅπως ἄν ψάλλω σύ ὁ δόξα ἐγώ καί οὐ μή κατανύσσω κύριος ὁ θεός ἐγώ εἰς ὁ αἰών ἐκὁμολογέω σύ que la Vulgata traduce al latín como: “ut cantet tibi gloria mea, et non compungar. Domine Deus meus, in aeternum confitebor tibi”, “Para que mi gloria te cante, y no tenga yo pena; Señor Dios mío, yo te alabaré eternamente”. KRAUS traduce: “para que ‘mi corazón’ te cante y no calle, para que, oh Yahvé, Dios mío, te alabe por siempre”. SCHÖKEL: “Así te canta mi alma sin callarme. Señor Dios mío, te daré gracias siempre”.

      139 Cita la estrofa número 20 de un extenso himno (22 estrofas) de ISAAC WATTS [1674-1748] titulado “The Song og Angels above”, número 27 en el himnario “The Psalms and Hymns of the late Dr. Isaac Watts” publicado en 1821, en la sección de “Dr. Watts’s Miscellaneous Hymns”.

      140 SHÖKEL concluye su exposición cristiana del Salmo 30 con estas palabras magistrales: «El Señor resucitado “ya no muere; la muerte ya no se enseñorea más de él” (Romanos 6:9); invirtiendo así el movimiento descendente de la vida a la muerte e instaurando el ascendente de la muerte a la vida. Cristo pudo pronunciar por primera vez con todo derecho y con pleno sentido el último versículo del salmo: “Te alabaré por siempre” (30:12). Los cristianos pueden tomar en los labios el salmo, aceptar como designio de Dios las polaridades humanas hasta la muerte, y sentir el gozo anticipado de la victoria de la vida sobre la muerte; es decir, pueden decir de veras: “Te alabaré por siempre”, añadiendo como antífona: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:55-57) [Salmos, Tomo I, 1-72, Editorial Verbo Divino, Estella, Navarra, 1992].

      141 Se trata de una adaptación hecha por Spurgeon a la tercera estrofa del conocido himno de WILLIAM RALPH FEATHERSTON [1848-1875] “My Jesus, I Love Thee”. La tercera estrofa del himno original dice: «I’ll love Thee in life, I will love Thee in death, / And praise Thee as long as Thou lendest me breath; / And say when the death dew lies cold on my brow, / If ever I loved Thee, my Jesus, ’tis now». La adaptación de Spurgeon es: «I will praise him in life; I will praise him in death; / I will praise him as long as he lendeth me breath; / And say when the death dew lays cold on my brow, / If ever I loved thee, my Jesus, it is now». La última línea suena un tanto extraña, creemos que debería decir: “If ever I praised thee, my Jesus, it is now” “Jesús si te alababa, te alabo más hoy” en consonancia con los cambios realizados en las otras líneas. Pero el original está así y lo hemos respetado. Spurgeon lo cita también en esta misma forma como conclusión en uno de sus sermones: “Grace for Grace”, predicado el 19 de mayo de 1889. El himno ha sido traducido al castellano de distintas formas y existen del mismo múltiples versiones. La más apegada al texto inglés y que mejor mantiene el sentido del original, de autor desconocido, es la siguiente: “Jesús yo te amo y tuyo seré / por ti los placeres del mundo dejé / pues tú