TIMOTHY ROGERS [1660-1729]
“A Discourse on Trouble of Mind, and the Disease of Melancholy”, 1691
Te alabaré por siempre. ¿Qué es la alabanza sino el arriendo que debemos pagar y pagamos a Dios? Por tanto, cuanto mayor sea la finca que ha puesto en nuestras manos, mayor debe ser el arriendo.144
GEORGE SEATON BOWES
“Illustrative gatherings for Preachers and Teachers, a manual of anecdotes”, 1860
1 En hebreo מִזְמֹ֡ור שִׁיר־חֲנֻכַּ֖ת הַבַּ֣יִת לְדָוִֽד mizmōwr šîr-ḥănukkaṯ habbayiṯ ləḏāwiḏ. La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: εἰς τὸ τέλος ψαλμὸς ᾠδῆς τοῦ ἐγκαινισμοῦ τοῦ οἴκου τῷ Δαυιδ que la Vulgata traduce: “Psalmus cantici, in dedicatione domus David”, “Salmo del cántico en la dedicación de la casa de David”, aunque algunos traducen: “En la consagración de la casa de David” aduciendo a una supuesta purificación que hiciera cuando regresó a ella después de la muerte de Absalón que la había contaminado con incestos y todo tipo de pecados (2 Samuel 16:20-22; 20:3).
–FRANCISCO LACUEVA [1911-2005] en su versión española del “Comentario de Matthew Henry” dice respecto al título de este Salmo: «Entre los judíos era costumbre laudable, no expresamente mandada, pero permitida y aceptada, cuando construían una casa dedicarla a Dios, según el significado del verbo empleado en Deuteronomio 20:5. Así lo hizo David cuando quedó edificada su casa y tomó posesión de ella (2 Samuel 5:11). El título del salmo dice textualmente: “Salmo, un cántico de la dedicación de la casa. De David”. Ha de leerse —nota del traductor— conforme a la forma en que el título aparece en nuestra Reina-Valera, según la puntuación que hago, clarísima en el vocablo hebreo לְדָוִֽד ləḏāwiḏ = “Salmo de David”, no “Casa de David”. La casa en cuestión a la que se refiere es, sin duda alguna, no la de David sino la de Jehová, es decir, el templo. Esto no obsta para que, en sentido devocional, dediquemos también nuestras casas al Señor, a fin de que él las bendiga, juntamente con los miembros de nuestra familia, como pequeños santuarios, donde se bendice, se ora y se sirve al Señor».
2 En el original: “From our English version”, se refiere a la Authorized Version o King James Version (KJV).
3 1 Crónicas 15:1.
4 1 Samuel 22:1.
5 ATANASIO DE ALEJANDRÍA [296-373] en su carta a su discípulo Marcelino sobre la naturaleza y valor de los salmos le dice refiriéndose a este salmo: «Si decides dedicar y consagrar al Señor tu casa, esto es, tu alma en la que se él hospeda; o tu hogar, tu vivienda material en la que moras físicamente, entona con acción de gracias el Salmo 30, y de los cánticos graduales el Salmo 127».El Tomo I de “El Tesoro de David” incluye una traducción completa de la Carta de Atanasio a Marcelino. [Tomo I - pp. 50].
6 1 Crónicas 21:22.
7 Cita las dos últimas líneas de la segunda estrofa del himno de HENRY WALFORD DAVIES [1869-1941] que comienza diciendo: “My heart is resting, O my God / I will give thanks and sing”. El himno tiene once estrofas y la segunda estrofa acaba diciendo: “Glory to Thee for all the grace / I have not tasted yet”.
8 El Salmo 30 está tan lleno de vívidas polaridades y antítesis en forma de metáfora que si fuera un cuadro podríamos titularlo CONTRASTES. «Me pusiste a salvo, frustraste las burlas de mis enemigos» (30:1); «a ti clamé, y me sanaste» (30:2); «tiraste de mi, cuando me hundía en la fosa» (30:3); «un momento es su ira, su favor dura toda la vida» (30:5); «por la noche se hospeda el llanto, por la mañana viene la alegría» (30:6); «me sentía seguro porque me afianzaste como monte, escondiste tu rostro y me asusté» (30:7); «has cambiado mi lamento en baile» (30:11); «desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría» (30:11); «a fin de que mi alma cante, y no esté callada» (30:12). Como tan acertadamente afirmaba el gran exégeta suizo-alemán BERNHARD DUHM [1847-1928] en “Die Psalmen”: «Desde el punto de vista poético, el Salmo 30 es uno de los mejores. A pesar de un metro difícil se distingue por su estilo ágil y fluido, por sus bellas y adecuadas imágenes, su disposición clara y un sentimiento uniforme».
9 Los Padres de la Iglesia y otros comentaristas antiguos aplican este Salmo por entero a Cristo y la Iglesia:
–BASILIO DE CESAREA [326-379]: «Por “dedicación de la casa” debemos entender la renovación de la mente que lleva a cabo el Espíritu Santo en cada uno de los que pasan a formar parte del cuerpo de Cristo que es la Iglesia (1 Corintios 12:12-13,27; Efesios 4:20-24)»
–JERÓNIMO DE ESTRIDÓN [347-420] opina que: «Por “dedicación de la casa de David” se entiende la resurrección de nuestro Salvador, en la cual son dedicados para vida eterna los cuerpos de todos los creyentes».
–AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] comenta: «Este Salmo hace referencia a la alegría de la resurrección y al estado posterior de inmortalidad y transfiguración del cuerpo, no solo el del Señor, sino de toda la Iglesia en su conjunto».
–TEODORETO DE CIRO [393-458]: «Ni el bendito David pudo construir el templo de Dios, ni lo dicho en los versículos de este Salmo encaja con el que fue su constructor. De modo que por “dedicación de la casa” hemos de entender la regeneración de la naturaleza humana que llevó a cabo Cristo al aceptar ir a la muerte en nuestro lugar, dando muerte a la muerte (Isaías 25:8; 2 Timoteo 1:10) y concediéndonos la esperanza de la resurrección».
10 1 Crónicas 21:1-19.
11 2 Crónicas 3:1.
12 En hebreo מִזְמֹ֡ור שִׁיר mizmōwr šîr.
13 Como es el caso de los Salmos 48, 83, 88, 108.
14 Como es el caso de los Salmos 30, 68, 87, 92.
15 Hebreos 10:20; “por el camino nuevo y vivo que él abrió para nosotros”.
16 Expresión latina que significa literalmente “primer uso de algo nuevo”, es decir, por primera vez, una novedad.
17 Se refiere a JOHANNES COCCEIUS [1603-1669], hebraísta y teólogo reformado germano-holandés. Destacó en exégesis bíblica y filología hebrea, y fue uno de los acérrimos defensores de la teología calvinista conocida como “del pacto”. Espiritualizó su interpretación las Escrituras hasta tal punto que llegó a decirse que encontraba a Cristo en todas partes del Antiguo Testamento, como en este caso que cita John Gill. Su obra principal fue su “Lexicon et commentarius sermonis hebraici et chaldaici”, 1669.
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