20 “Antigüedades de los Judíos”, 1.7, Flavio Josefo. De hecho, las comunidades judías siguen celebrando fielmente esta fiesta en la actualidad, denominada Hanukkah o Janucá en español, llamada también “Fiesta de las Luces” o “de las Luminarias”, conmemorando la tradición que asegura que de forma milagrosa el aceite del candelabro del Templo pudo encenderse durante los ocho días consecutivos de la fiesta sin recargarlo (o con una exigua cantidad que de otra manera solo hubiera alcanzado para un día). Esto dio origen a la costumbre de encender durante la fiesta de Hanukkah un candelabro de nueve brazos (uno para cada día de la fiesta y uno central superior) que se encienden de manera progresiva, la primera noche únicamente el brazo mayor y cada noche se va aumentando un brazo, hasta el último día en el que todo el candelabro queda encendido, con el correspondiente canto de canciones tradicionales, la oración Hallel y alegría para toda la familia. La fiesta de Hanukka se inicia el 25 del mes de Kislev y termina el 2 o 3 de Tebet (varía, pero suele coincidir con el mes de diciembre), por lo que guarda un paralelismo muy directo con la Navidad cristiana.
21 1 Macabeos 4:52-59; 2 Macabeos 10:5-8; Juan 10:22.
22 Deuteronomio 20:5.
23 SUETONIO [70-126], “De vita Caesarum”, “Vidas de los doce césares”.
24 Recordamos al lector que el libro de los Salmos viene dividido en cinco libros: LIBRO PRIMERO: Salmos 1-41, que termina con una doxología y un doble “Amén” (Salmo 41:13). LIBRO SEGUNDO: Salmos 42-72, que termina con una doble doxología, un doble “Amén”, y las palabras: “Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí” (Salmo 72:18-20). LIBRO TERCERO: Salmos 73-89, que termina como el libro primero, con una doxología y un doble “Amén” (Salmo 89:52). LIBRO CUARTO: Salmos 90-106, que termina con una doxología, un “Amén” y un aleluya (“Bendito Jehová Dios de Israel”, Salmo 106:48). LIBRO QUINTO: Salmos 107-150, que cierra todo el libro de los Salmos con los “Aleluya” del Salmo 150.
25 Éxodo 22:29; 23:19; 24:36; Levítico 23:10,14; Deuteronomio 26:2; 26:10; Nehemías 10:35; Proverbios 3:9.
26 1 Crónicas 29:15.
27 Deuteronomio 20:5.
28 1 Timoteo 4: 4-5.
29 Se refiere al dominico francés ANTOINE AGUSTÍN CALMET [1672-1757], abad de Senones, y renombrado exégeta bíblico. Escribió numerosas e importantes obras, entre ellas un comentario monumental en veintitrés volúmenes titulado “Commentaire littéral sur tous les livres de l’Ancien et du Nouveau Testament”.
30 En 1 Crónicas 21:15 es Ornán, pero indudablemente se trata de la misma persona.
31 2 Samuel 24:25; 1 Crónicas 21:26.
32 Spurgeon escribía poemas y componía himnos, todos ellos incluidos en un himnario que él mismo publicó en 1866 para su uso en el “Metropolitan Tabernacle”, bajo el título de “Our Own Hymn Book, a Collection of Psalms and Hymns for Public, Social and Private Worship”, “Nuestro propio Himnario, una colección de Salmos e Himnos para la alabanza en público, social y privada”. Esta hermosa versificación del Salmo 29 es un bello ejemplo de los catorce salmos versificados por Spurgeon. Hemos hecho lo posible para trasladar su espíritu al español, pero si el lector quiere disfrutarlo en su esplendor poético, no hay más remedio que recurrir al original inglés:
«I will exalt thee, Lord of hosts,
For thou’st exalted me;
Since thou hast silenced Satan’s boasts,
I will therefore boast in thee.
My sins had brought me near the grave,
The grave of black despair;
I looked, but there was none to save,
Till I looked up in prayer.
In answer to my piteous cries,
From hell’s dark brink I am brought:
My Jesus saw me from the skies,
And swift salvation wrought.
All through the night I wept full sore,
But morning brought relief;
That hand, which broke my bones before,
Then broke my bonds of grief.
My mourning he to dancing turns,
For sackcloth joy he gives,
A moment, Lord, thine anger burns,
But long thy favour lives.
Sing with me then, ye favoured men,
Who long have known his grace;
With thanks recall the seasons when
Ye also sought his face.»
33 En hebreo כִּ֣י דִלִּיתָ֑נִי kî ḏillîṯānî de דָּלָה dalah; tiraste de mí hacia arriba como el que tira de una cuerda para sacar agua de un pozo. Tal es el sentido de דָּלָה dalah según vemos por otros textos como Éxodo 2:16,19; Proverbios 20:5. Ver también Salmo 18:16 aunque en este caso se utiliza otro verbo distinto יַֽ֝מְשֵׁ֗נִי yamšênî de מָשָׁה mashah.
–SCHÖKEL dice al respecto: «El verbo דָּלָה dalah proporciona una magnífica metáfora: cuando los sepultureros están descolgando el cadáver con cuerdas, el Señor desde arriba da un tirón y saca el cadáver ¡vivo!»
34 Aunque la antítesis que plantea Spurgeon se diluye un poco con las distintas traducciones, mantiene su sentido. En el texto hebreo es: אֲרֹומִמְךָ֣ יְ֭הוָה כִּ֣י דִלִּיתָ֑נִי ’ărōwmimḵā Yahweh kî ḏillîṯānî. Los dos verbos clave en este caso son אֲרוֹמִמְךָ֣ ’ărōwmimḵā de רוּם rum, “exaltar, ensalzar”; y דִלִּיתָ֑נִי ḏillîṯānî de דָּלָה dalah, un verbo que significa: “sacar, elevar”, y que de los cuatro versículos donde que aparece, aparte de en el Salmo 29, en dos de ellos (Éxodo 2:16; 2:19) significa sacar agua de un poco con un cubo; y en el otro (Proverbios 20:5) significa también, aunque simbólicamente, sacar algo de aguas profundas. Queda claro, pues, que el verdadero sentido en el Salmo 30 es “me sacaste del pozo”, es decir, “me pusiste a salvo elevándome”.
35 Génesis 37:28.
36 El “Pantano del Desaliento”, en inglés “Slough