El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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que hacían los romanos de sus templos, teatros, monumentos, estatuas, palacios y casas.23

      SAMUEL CHANDLER [1693-1766]

      “A Critical History of the Life of David”, 1766

      Tema: El Salmo 30 es el único que lleva la palabra שִׁיר šîr, o “cántico”, en el título dentro del grupo del primer libro de los Salmos (1-41).24 La palabra שִׁיר šîr figura además en los títulos de los Salmos 45, 46, 48, 65, 68, 75, 83, 87, 88, 92, 108, 120, y 134. El Salmo 18 es un הַשִּׁירָ֣ה haššîrāh o “cántico de liberación” de David de sus enemigos, y el Salmo 30 guarda un paralelo con él.

      CRISTOPHER WORDSWORTH [1807-1885]

      “Commentary on the Whole Bible”, 1856

      Tema: Los israelitas, al ofrecer las primicias de los frutos de su cosecha reconocían haber recibido de Dios la cosecha completa;25 y al dedicar sus casas se declaraban inquilinos de Dios, que era su verdadero propietario, confesando que no eran más que forasteros y peregrinos,26 y que había sido Dios quien les había introducido en la tierra prometida dándoles habitación en ella. Y si había una leva o reclutamiento forzoso para la guerra, alegar que aún no se había dedicado la casa era motivo eximente justificado.27 Esta ceremonia de dedicación les servía, a su vez, como recordatorio de que debían disfrutar de sus hogares ordenadamente y con propiedad, como si fueran santuarios de Dios, y que en ellos debía reinar en todo momento la verdadera piedad y la adoración más sincera. Las ceremonias de la ley mosaica, junto sus figuras y tipos, han cesado; pero debemos seguir practicando lo que nos enseña el apóstol Pablo, que todo aquello que Dios ha creado y nos otorga para nuestro disfrute, debe seguir siendo: “santificado mediante la palabra de Dios y la oración”.28

      JUAN CALVINO [1509-1564]

      Estructura: En los tres primeros versículos (30:1-3), David exalta al Señor por haberle librado. En el cuatro y cinco (30:4-5) invita a los santos a que se unan con él celebrando la compasión divina. En el sexto y séptimo (30:6-7), confiesa el delito por el cual fue castigado. Del ocho al diez (30:8-10) repite la súplica antes presentada; y concluye (30:11-12) conmemorando su liberación y prometiendo alabanza eterna.

      C. H. SPURGEON

      Versión poética:

      EXALTABO TE DOMINE QUONIAM SUSCEPISTI ME

       Gracias te doy, Señor, y eternamente

       te las daré, mi Dios, dulce y benigno,

       porque me has libertado, y no quisiste

       que tuvieran placer mis enemigos.

       Yo me hallé rodeado de la muerte,

       pero cuando me vi con el peligro,

       te invoqué fervoroso, y tú me has vuelto

       la salud otra vez al ser antiguo.

       Del sepulcro, Señor, me has libertado,

       me tienes todavía entre los vivos,

       y sin tu auxilio hiciera compañía

       a los que al lago obscuro han descendido.

       Venid pues al Señor todos los siervos,

       venid volando, y entonad conmigo

       sus justas alabanzas, ayudadme

       a agradecerle tanto beneficio.

       Porque cuando conmigo se enojaba,

       era porque le daba los motivos,

       y apenas le invoqué me manifiesta,

       que dulce y paternal era el castigo.

       Este de su bondad es el carácter,

       por la tarde tal vez quiere afligirnos;

       pero a rayar del día, con su mano

       nos enjuga las lágrimas él mismo.

       ¡Qué ciego era mi orgullo! Porque estaba

       rodeado de tu amor y beneficios,

       me solía decir: ya soy dichoso,

       nada puede alterarme los destinos.

       Me figuré, Señor, que tú querías

       tenerme en un estado tan florido,

       y que era gusto tuyo conservarme

       en tanta pompa, gozos y atractivos.

       Esta era mi ilusión; pero al instante

       que apartaste tus ojos de los míos,

       me sentí conturbado y temeroso,

       y lleno de terror vi mi peligro.

       Entonces clamé a ti con triste llanto,

       te invoqué con mis lágrimas y gritos,

       imploré tu piedad y te decía

       con dolientes y tristes alaridos:

       ¿Qué frutos sacar puedes de mi muerte?

       ¿de qué te serviré si con tus tiros

       acabas con mi vida, y me despeñas

       en el sepulcro donde nada hay vivo?

       ¿Podrá jamás el polvo inanimado

       tu nombre bendecir? ¿Será testigo

       de la fidelidad de tus promesas?

       ¿O te podrá ofrecer sus sacrificios?

       El Señor se ha dignado de ablandarse,

       me oyó piadoso, me escuchó propicio,

       a la muerte mandó que se retire

       y a la vida otra vez me ha restituido.

       Tú, Señor, convertiste en un instante

       en cánticos alegres mis gemidos,

       el dolor me quitaste deshaciendo,

       con tu mano mi saco y mi silicio.

       Tú quisiste que libre de congojas

       toda mi vida entone agradecido

       los himnos de placer que el amor canta,

       y yo los cantaré tiernos y vivos.

      DEL “SALTERIO POÉTICO ESPAÑOL”, SIGLO XVIII

      Salmo completo: Calmet29 supone que fue compuesto por David para la dedicación del altar que construyó en la era de Arauna jebuseo,30 después de la terrible mortandad que por poco asoló todo el reino.31 Las partes diversas del Salmo concuerdan plenamente y el encaje es tan perfecto que cualquier otra hipótesis se hace difícil de sostener, de modo que me siento justificado al modelar mi comentario en esta idea.

      ADAM CLARKE [1760-1832]

      “Commentary