–FRANCISCO LACUEVA [1911-2005] en su versión española del “Comentario de Matthew Henry” dice sobre este versículo final: «El versículo 11 tiene visos de una aclamación comunitaria que, en opinión de Arconada: ‘Pudo cantarla el pueblo, pudo ser pronunciada por los sacerdotes a modo de bendición o puede tratarse de una consideración redaccional del autor del salmo’. La inclusión del término עֹ֭ז ‘ōz “fuerza” sirve para dar vigor al pueblo de Dios, a fin de que puedan dedicarse a toda obra buena y hacer frente a todo mal; el בַשָּׁלֽוֹם ḇaššālōwm de שָׁלוֹם shalom “paz” denota el conjunto de bienes que Dios dispensa a los suyos».
–FRANZ DELITZSCH [1813-1890] cierra su exposición de este Salmo con estas hermosas palabras: «El sentido de la expresión בַשָּׁלֽוֹם ḇaššālōwm, “con su paz”, es genérico y exhaustivo: Dios bendice a su pueblo extensivamente con la plena realización de su paz en todos los sentidos. ¡No deja de ser impresionante y sugestivo que este salmo tormentoso y atronador concluya con la palabra “paz”: בַשָּׁלֽוֹם ḇaššālōwm! Lo cubre como un arcoíris uniendo los dos extremos: la primera parte del Salmo nos muestra los cielos abiertos, y en medio de ellos el trono de Dios rodeado de cánticos angélicos de alabanza: “en su templo todo proclama ¡Gloria!”; y en medio de la voz atronadora de la ira Jehová que lo sacude todo sobre la tierra, la conclusión nos muestra a su pueblo victorioso y bendecido con la paz. El Salmo 29 se abre con un “Gloria in excelsis”, y concluye con “un pax en terris”».
147 El original inglés es bastante más poético: “He who wings the unerring bolt”, se trata de una alusión al Salmo 18:9-15
148 Isaías 40:31.
149 Hebreos 12:26.
150 Isaías 9:6.
151 1 Corintios 1:8; 2 Pedro 3:10.
152 Una de las tonadas más conocidas y exitosas de mediados del siglo XX fue sin duda “Singing in the Rain”, “Cantando bajo la lluvia”, parte del musical de Broadway y posterior película de Hollywood con este mismo nombre, protagonizada por EUGENE KELLY [1912-1996], DONALD O’CONNOR [1925-2003], y DEBBIE REYNOLS [1932-2016]. De haber existido en la época de Spurgeon, probablemente la hubiera citado al comentar este Salmo 29 siguiendo esta idea: cantar y bailar bajo la lluvia podrá ser alegre y divertido, pero el cristiano puede hacer algo mucho más osado: cantar y bailar bajo la tempestad, bajo los torbellinos, relámpagos y truenos.
153 Deuteronomio 20:1; 31:6; Josué 1:9; Salmo 27:1; Isaías 41:10,13; 43:2; Romanos 8:31.
154 Mateo 18:20; 28:20.
155 Juan 14:29.
156 Salmo 97:11.
157 Hebreos 12:11.
SALMO 30
SALMO DE DEDICACIÓN
Título: Salmo. Cántico en la dedicación de la Casa de David; o, mejor dicho, Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. De David.1 Un cántico de fe, puesto que la casa de Jehová era todavía un proyecto y David no alcanzó a verla. Y un salmo de alabanza, ya que su autor había sido objeto de un penoso y amargo juicio habiéndole sido perdonado un gran pecado. A la luz de nuestras versiones2 cabría deducir que este salmo fue pensado y escrito para ser cantado en la inauguración de esa casa de cedro que David se construyó,3 cuando convertido en un gran rey, ya no tenía necesidad de esconderse en la cueva de Adulam.4 De ser así, deberíamos sacar de ello la lección de que cuando cambiamos de domicilio, conviene dedicar como creyentes nuestra nueva residencia a Dios, invitando a nuestros amigos y mostrándoles que allí donde habitamos mora también Dios, y que donde nosotros tengamos una cabaña Dios tendrá un altar.5 Pero el cántico refiere al templo, un proyecto que era para David su mayor ilusión y alegría, y para el cual adquirió en sus postreros días el campo de Ornán,6 debemos contentarnos con enmarcarlo en ese contexto de fe santa, que predijo el cumplimiento de la promesa que le había sido hecha respecto a su hijo Salomón. La fe puede cantar sin problemas:
«Gloria te doy por toda la gracia
que no he gustado aún». 7
Hay indicios en este salmo de que David, después de haber actuado con presunción al sentirse fuerte y seguro, quedó muy afligido tanto a nivel personal como relativo por las pruebas que le habían sobrevenido. Cuando los hijos de Dios prosperan en alguna área concreta, les viene la prueba en otra, dado que pocos hay capaces de soportar la prosperidad completa y sin mezcla de adversidad. Incluso los deleites de la esperanza deben mezclarse con los dolores de la experiencia para ser así contrarrestados de manera saludable; cuánto más si disfrutamos de prosperidad material, que con tanta facilidad nos aboca a la autosuficiencia y la prepotencia.8 Con todo, en este caso el perdón siguió de inmediato al arrepentimiento, y con ello la misericordia de Dios fue glorificada. El Salmo es un cántico de alabanza, no de lamento o queja.9 Hay que leerlo a la luz del contexto de los últimos días de David, cuando había hecho un censo del pueblo y Dios le había castigado con mortandad, aunque luego en su misericordia hubiera mandado al ángel envainar su espada.10 Cabe imaginar que el poeta-salmista recibió la inspiración que resplandece en esta deliciosa oda mientras caminaba por el campo de Ornán. Es el Salmo del censo del pueblo, y de la posterior dedicación del templo conmemorando el cese de la mortandad.11
C. H. SPURGEON
Tema: Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. De David. Se cree que cuando estas dos palabras: Salmo-Cántico12 figuraban juntas en el título de un salmo, significaba que al sonido de los instrumentos debía unirse el de la voz cuando se cantaban en el templo, y que la voz entraba primero cuando decía Cantico-Salmo,13 o después de los instrumentos cuando decía Salmo-Cántico.14
JOHN DIODATI [1576-1649]
Tema: Cántico para la dedicación. En hebreo שִׁיר־חֲנֻכַּ֖ת הַבַּ֣יִת šîr-ḥănukkaṯ habbayiṯ. La palabra hebrea חֲנֻכַּ֖ת ḥănukkaṯ de חֲנֻכָּה chanukkah significa “iniciación, dedicación”, en griego ἐγκαινίζω,15 rei novae primam usurpationem.16 Así es como lo entiende Cocceius:17 iniciar o estrenar, el primer uso que se hace de cualquier cosa. Era habitual que cuando alguien había terminado de construirse una casa y entraba en ella para habitarla, lo celebrara con gran alegría, con una fiesta a la que invitaba a sus amigos, y llevara a cabo ciertas ceremonias religiosas para invocar sobre la misma la protección de los cielos. Por ello, finalizada la construcción del segundo templo, los sacerdotes y los levitas, y el remanente que habían venido de la cautividad, llevaron a cabo la dedicación de la casa de Dios con alegría, y ofrecieron numerosos sacrificios.18 En el Nuevo Testamento leemos sobre de la fiesta de la Dedicación, instituida por Judas Macabeo en memoria de la purificación y restauración del templo de Jerusalén, después de haber sido profanado y destruido hasta dejarlo casi en ruinas por orden de Antíoco Epífanes;19 celebrada ininterrumpidamente cada año con solemnes sacrificios, música, cánticos y alabanzas a Dios, así como gran alegría popular, durante ocho días, hasta la destrucción del templo por Tito.20 Judas Macabeo dispuso “que la consagración del nuevo altar se debía celebrar cada año con gozo y alegría durante ocho días, a partir del día veinticinco del mes de Quisleu”.21 La dedicación de edificios era algo habitual incluso entre los particulares, por lo que se desprende de las palabras que leemos en Deuteronomio: “¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y otro hombre la estrene”,22 nadie debía entrar en batalla sin antes haber estrenado su casa, es decir, tomado posesión de ella de acuerdo con las ceremonias religiosas habituales