El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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y “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.92 Por tanto, si nuestra fortaleza es Cristo, estamos en condiciones de soportar cualquier carga, sea esta la que sea, porque somos “fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo”.93

      ISAAC AMBROSE [1592-1674]

      “Looking unto Jesus: A View of the Everlasting Gospel, or, The Soul’s Eyeing of Jesus”, 1763

      Jehová es mi fuerza y mi escudo. Mi fortaleza interior y mi escudo exterior. La fe encuentra en Jehová ambas cosas, nunca la una sin la otra, pues ¿de qué sirve un escudo sin fuerza, o la fuerza sin escudo? “En él confió mi corazón, y fui socorrido”. Es la ilustración práctica de lo expuesto en la frase anterior: la confianza interior fue premiada con ayuda exterior.

      WILLIAM WILSON [1783-1873]

      “The Book of Psalms: With an Exposition, Evangelical, Typical, and Prophetical, of the Christian Dispensation”, 1860

      En él confió mi corazón, y fui socorrido. “La fe es la firme seguridad de las realidades que se esperan”94 Da forma y sustancia a lo que no que aún no podemos ver; o como alguien ha dicho, altera el tiempo verbal convirtiendo el futuro en presente.

      JOHN TRAPP [1601-1669]

      “A commentary or exposition upon the books of Ezra, Nehemiah, Esther, Job and Psalms”, 1657

      Vers. 8. Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido. [Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido. RVR] [El Señor es la fuerza de su pueblo, y El es defensa salvadora de su ungido. LBLA] [YHVH es la fuerza de su pueblo, y el refugio salvador para su ungido. BTX] [El Señor es la fortaleza de su pueblo, y un baluarte de salvación para su ungido. NVI] [El Señor es el baluarte de su pueblo, la fortaleza que salva a su ungido. BLP] [El Señor le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido. NTV] 95

      Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido. La experiencia celestial de un creyente es patrón de vida para todos los demás. Para todos los que forman la Iglesia militante, sin excepción, Jehová es el mismo ahora que quien era para su siervo David: “el débil entre ellos aquel día será como David”.96 Precisan de la misma ayuda y la tendrán, Dios los ama con el mismo amor, ha escrito sus nombres en el mismo libro de la vida,97 y son uno en la misma Cabeza que es su ungido.

      Y el refugio salvador de su ungido. Aquí contemplamos al rey David como tipo de nuestro Señor Jesús, Cabeza de nuestro pacto, nuestro Príncipe ungido, a través del cual vienen a nosotros todas las bendiciones. Él es quien obtuvo para nosotros plena salvación, y deseamos recibir de él fuerza salvadora, pues en tanto participemos de la unción que tan abundantemente ha sido derramada sobre él, confiamos en participar de su salvación. Gloria sea dada al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que ha magnificado el poder de su gracia en su unigénito Hijo, al cual ha consagrado para ser Príncipe y Salvador de su pueblo.

      C. H. SPURGEON

      Jehová es la fortaleza de su pueblo. Es decir, no la mía solamente, sino la de cada creyente en particular; pues tenemos plena seguridad de que en él hay fortaleza bastante para todos y cada uno. Los creyentes se regocijan en la fortaleza de los demás, tanto como en la suya propia. No dejamos de beneficiarnos de la luz del sol, ni de la luz del rostro de Dios, por mucho que otros la compartan; porque en ella hay suficiente para todos, y suficiente para cada uno. Esta es nuestra verdadera comunión con los santos, que compartimos con ellos la fortaleza de Dios, que es su fortaleza y la vez la nuestra; Cristo es “Señor de ellos y nuestro” porque somos “llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre”.98

      El Señor es la fuerza de su pueblo, es decir, la fuerza de todo Israel. ¿Y por qué? Porque él “es defensa salvadora de su ungido”, es decir:

      1.De David como tipo de Cristo: Fortaleciendo al que era su rey y peleaba sus batallas, Dios fortalecía a todo el reino. David se llama a sí mismo ungido de Dios, porque era la unción que había recibido lo que provocó la envidia de sus enemigos, y por lo tanto, le daba derecho a la protección divina.

      2.De Cristo, su Ungido, su Mesías, como anti-tipo. Dios era su fuerza salvadora, que le capacitaba para llevar a término su misión, y que le fortaleció hasta el final.

      MATTHEW HENRY [1662-1714]

      “Commentary on the Whole Bible”, 1811

      Vers. 9. Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréales y susténtales para siempre. [Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y condúcelos para siempre. RVR] [Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad, pastoréalos y llévalos para siempre. LBLA] [¡Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad!¡Pastoréalos, y carga con ellos para siempre! BTX] [Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, y cual pastor guíalos por siempre. NVI] [Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, sé su pastor y guíalos por siempre. BLP] [¡Salva a tu pueblo! Bendice a Israel, tu posesión más preciada. Guíalos como un pastor y llévalos en tus brazos por siempre. NTV] 99

      Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y condúcelos para siempre.100 Una oración por la iglesia militante, breve, pero llena de profundo significado. Debemos orar siempre por toda la iglesia, no tan solo para nosotros mismos.

      Salva a tu pueblo. Líbralo de sus enemigos, presérvalo de sus pecados, socórrelo en sus dificultades, rescátalo de sus tentaciones, y aparta de ellos todo mal. La expresión “tu pueblo”101 esconde una petición encubierta, ya que podemos concluir con total seguridad que el interés de Dios en su iglesia, como su porción, le inducirá a protegerla de la destrucción.102

      Bendice a tu heredad. Concédele bendiciones positivas: paz, abundancia, prosperidad, felicidad; haz que toda tu amada y preciosa heredad sea consolada por tu Espíritu. Aviva, revitaliza, engrandece y santifica tu iglesia.

      Pastoréalos. Sé pastor de tu rebaño, alimenta abundantemente tanto su cuerpo como sus necesidades espirituales en tu plenitud. Por medio tu palabra y ordenanzas: dirige, conduce, sustenta y satisface a todos aquellos que son las ovejas de tu mano.103

      Y llévalos para siempre. Llévalos en tus brazos aquí en la tierra, y levántalos después hasta tu seno en el cielo. Eleva sus mentes y pensamientos, espiritualiza sus afectos, hazlos celestiales, más como Cristo, y llenos de Dios. Oh, Señor, atiende esta nuestra petición, en el nombre de Jesús.

      C. H. SPURGEON

      Y llévalos para siempre.104 El verbo hebreo que utiliza aquí el salmista: וְ֝נַשְּׂאֵ֗ם wənaśśə’êm de נָשָׂא nasah, “levantar”, puede significar también “sostener”, o “brindar apoyo”; pero más propiamente significa “levantar” y “acarrear”. La mejor forma de explicarlo es haciendo referencia a la manera en que el pastor carga en sus brazos con las ovejas débiles, jóvenes y enfermas, o cómo las ayuda a levantarse cuando son incapaces de levantarse por sí mismas.

      ALBERT BARNES [1798-1870]

      “Notes, critical, explanatory, and practical, on the book of Psalms”, 1868

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      1 Ver salmos 4 y 121.

      2 La vinculación poética y mitológica entre el canto del ruiseñor y las espinas viene de muy lejos. Uno de los ejemplos mas conocidos y antiguos se encuentra en “Las metamorfosis” de OVIDIO [43 a.C-18 d.C], Libro vi, donde narra la triste historia de la princesa ateniense Filomena, transformada en ruiseñor tras haber sido violada por su cuñado Tereo, quien para que no pudiera contar su fechoría