La intervención en Trabajo Social. Viviana Verbauwede. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Viviana Verbauwede
Издательство: Bookwire
Серия: La Universidad Pública publica
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789874948632
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de economía que no sea la capitalista y por otro el “pobres arréglense entre ustedes” que en realidad es una lógica que ya viene hace mucho tiempo con diferentes nombres e incentivando de diferentes formas a la participación.

      Por eso te digo que hay mucho para analizar. Insisto, cuando yo planteo esto no es para decir no sirve, es para saber críticamente con que herramientas estoy trabajando y en que terreno me estoy moviendo, ese es el punto.

      En los´90 problematizábamos todo y después el cambio de época llevó a que se instale el enfoque de derechos y un montón de perspectivas que eran las que esperábamos, y ya no se problematiza más nada, porque viene atado a que políticamente, si sos muy crítico estas cuestionando un modelo y un montón de cosas. Y ahí, en el medio de esos grises, no intervenimos, no decimos, y eso es lo lamentable.

      Sí muy lamentable, es lo que más me está preocupando, a la vez lo que me preocupa es que hay herramientas muy interesantes, por ejemplo que para mí la Asignación Universal por Hijo es una muy buena política, excelente política. Ahora, para mí podría tener mucha más contundencia en la vida de las personas, tanto en lo material como en lo simbólico. Una de las debilidades que veo allí es el desconocimiento de la AUH en su integralidad por parte de los actores institucionales y por lo tanto hay mucho sentido común rondando, y aparecen dificultades como para integrarla como herramienta de trabajo de todos los profesionales. Vemos que cuando la directora le firma al chico la certificación de escolaridad aunque no haya concurrido, ya sea como compasión “porque pobrecito” o le tiene miedo al padre o no le importa y es más quiere sacarse un problema de encima, entonces esta excelente medida pierde de alguna manera su potencialidad. La AUH tiene que ser conocida en profundidad por todos los actores institucionales, hay que hacer campaña de información en las instituciones como para romper con ese sentido común tan discriminativo. Yo no voy a decir que no sirve, a muerte la voy a defender, pero el tema es no naturalizarla, y más aún, conocerla en profundidad, creo que por ahí algunos trabajadores sociales tampoco la conocemos como para defenderla argumentativamente y a la vez usarla como herramienta de la intervención profesional. Volvemos a la debilidad argumentativa, una debilidad de formación en el trabajador social, y sabemos bien que rápidamente todo vacío teó rico se ocupa con valores morales, entonces la intervención profesional se convierte en “consejo”.

      Porque generalmente lo moral está atravesado por lo religioso desde el vamos.

      Así es, y se confunden creencias, posiciones personales con lo que debiera ser una posición profesional. No se puede creer que un trabajador social diga: “… para mí el aborto es un delito, un homicidio... las mujeres no deben abortar…”, digo perdón, vos sos profesional, en todo caso acogete a la objeción de conciencia pero sos un profesional y como tal no podes plantear eso.

      Pasa muchas veces en facebook, de gente formada en la universidad pública, de colegas que realizan miradas simplificadoras, que criminalizan la pobreza, y piden penas más altas y menor edad en las condenas…

      No, porque uno se plantea una discusión, una discusión que tiene que ver con cuestiones éticas y hasta morales, entonces vos decís cómo puede ser, ahí hay un problema profesional cuando no se puede discernir, decir esto es del orden de lo moral, esto es a mi propia conciencia y puedo objetar (y esto por una cuestión que refiere a un derecho, si no lo tuviera digo bueno que se yo, pero tiene ese derecho, entonces no lo conoce, no sabe que existe el objetor de conciencia). Entonces decimos ¿Qué estamos haciendo?, hay algo que se nos está perdiendo en alguna parte con Trabajo Social evidentemente en estas cosas, lo mismo que con el enfoque de derechos.

      Y lo que pasa es que siempre hay cosas que parecen novedosas y a uno le llaman la atención, bueno ¿Por qué impactan tanto?, ¿por qué creemos que esto es la panacea de otras perspectivas anteriores?

      Insisto con que la noción de derecho ingrese en el discurso social digamos es buenísimo. Porque permite avanzar, hacer uso de ese discurso para exigir el cumplimiento de los derechos, no obstante falta mayor formación en ese aspecto y mayor capacidad de discernimiento. Porque tampoco es bueno esta cuestión hipercrítica que cierra todo, porque se convierte en un dogma, nuevamente el imperativo categórico de otro signo!!!! Porque si vos cerras todo también estas excluyendo del campo una diferencia y tampoco podes construir políticamente, desde mi perspectiva.

      En algunos casos la soledad de las intervenciones puede contribuir a reforzar algunas miradas lineales, y teniendo en cuenta las supervisiones profesionales, (no sé si es la denominación adecuada), como un espacio de encuentro, de reflexión, y de construcción de la intervención profesional, pareciera que cuando te estás formando, en la facultad, habría más posibilidades de tenerlos con los compañeros, con los docentes, y después, esto se pierde de algún modo una vez graduado.

      Sí mira, cuando vos me decías el tema de la posibilidad de mirarnos nosotros como sujetos integrales yo pensaba eso, yo creo que hoy más que nunca estos espacios de supervisión o reflexión sobre la práctica o como queramos llamarlo, son necesarios. Creo siempre fueron necesarios pero en este momento me parecen mucho más necesario por esto, por estos cambios de épocas, por estas irrupciones tan violentas y tantas otras cosas. Deberían ser gratuitos como parte de la política del Estado para la formación de sus propios profesionales, ahí si se corresponde como derecho porque ahí uno puede estar como repensando muchas cosas. Eso me parece importante y de hecho se está haciendo en algunos lugares pero debería ser una actividad sistemática, de todos. Otra cosa que a mí me parece respecto de eso que decís vos de la soledad de las intervenciones: hay que incorporar en la misma formación de grado la búsqueda de estrategias para enfrentar estas posibles situaciones que se dan en el ejercicio profesional. Hoy existen muchas posibilidades dadas las redes sociales, el uso de internet, etc., se puede pensar algún foro así por internet, uso de encuentros por skipe, viabilizar por medio del colegio líneas de trabajo por temáticas, si nos ponemos entre todos a pensar salen muchas posibilidades para romper con esas soledades. Estas herramientas de búsqueda constante de la construcción en forma colectiva, de la referencia con otros, tiene que ver con cómo se construye la intervención, se construye con otros porque si no es demasiado.

      Tenemos varias cosas por preguntar sobre lo que estabas diciendo recién en esa visión de lo económico y Trabajo Social. Una de las cosas que hemos visto −obviamente desde nuestras prenociones−, es que el trabajador social está vinculado a la ejecución de fondos públicos y cuidando el correcto uso de esos fondos públicos, y se distingue una cuestión muy exacerbada de que se gaste lo que realmente se necesita, y demasiado esfuerzo puesto en establecer una visión de prioridades. Entonces, si la ley dice que entran todos los que cumplen con tales requisitos quienes somos nosotros para decir que entra el más pobre, ¡entran todos!, esto parece tan obvio pero no es así y por lo tanto el enfoque de derechos tiende o podría empezar a poner en tensión estas prácticas que eventualmente vemos en algunos colegas, eso por un lado. Y por otro lado, algo de lo que escribís en tu libro, vos utilizabas la metáfora del reino de la libertad y el reino de la necesidad. Bueno –hablando de problematizaciones− quisiéramos que problematices esa idea.

      Bueno, creo que tenemos una fuerte carga de las prácticas meritocráticas. Trabajo Social tiene su fuerte etapa de expansión y consolidación durante el desarrollismo, con determinadas características que han quedado y no podemos salir fácilmente de eso, insisto, por cuestiones de formación para mi gusto. Así la construcción de la sociedad salarial ha tenido como diría Andrenacci, una doble vertiente: la intervención en el centro y la intervención en los márgenes. A nosotros se nos ubicó en la intervención en los márgenes, entonces esta cuestión de la pobreza −recién empezamos a trabajar en obras sociales que sería más una intervención en el centro, a fines de los ´60− y la arista asistencial de la profesión queda como impronta en cuanto trabajamos con los sectores pobres. Por un lado es así, como muy centrado en la cuestión más material −aunque siempre lo material viene acompañado por lo simbólico− pero más material que simbólica por lo menos conscientemente y en realidad el tema es medio utilitarista en este sentido de decir bueno, repartimos de tal manera como para que la mayor felicidad llegue a la mayor cantidad de personas. El utilitarismo diría a la mayoría de las personas pero cumpliendo con determinados requisitos. Entonces cumplir con requisitos ya es una focalización, entonces