Los visigodos. Hijos de un dios furioso. José Soto Chica. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Soto Chica
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788412207996
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e historiadores como Hidacio quien, al llegar el 456, registra un ataque de 7 naves cargadas con 400 piratas hérulos que trataron de saquear sin éxito las costas lucenses y que, tras ser rechazados, asaltaron las de Cantabria y Vardulia.11 Un ataque que, claro está, solo podía provenir de asentamientos hérulos radicados en el septentrión.

      Pero, ante todo, el relato de Procopio sobre los hérulos nos muestra con qué facilidad un pueblo o una fracción de un pueblo podía migrar en la Europa de las invasiones, y también evidencia cómo una pequeña banda guerrera, como la integrada por los 200 guerreros hérulos escandinavos que partieron hacia el Danubio, se podía plantear, no ya cruzar media Europa, sino incluso reclamar un trono y unas tierras situadas del lado romano de la frontera.

      En suma, la historia que Procopio nos cuenta sobre los hérulos de su tiempo, debería de hacernos reflexionar sobre la complejidad, divisiones y desviaciones que podían operarse en y durante una migración bárbara, así como sobre las extrañas causas e inesperadas consecuencias que podían tener o deparar dichos movimientos.

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      Más feliz, aunque parca, ha sido la contribución de la filología. Esta última ciencia arroja evidencias sólidas de la instalación de los godos en la costa báltica, en el país que Jordanes llama Gotiscandia. Jordanes afirma que todavía en su tiempo, mediados del siglo VI, seguía denominándose así, Gotiscandia, a esa región báltica y ese dato lo confirman tanto la filología como la historia, pues hacia el año 978 la región aún tenía un nombre derivado de Gotiscandia: Goth-danisk designación que, hacia el 997, pasó a Git-Danzin y que terminó dando como resultado el eslavo Gdanzky, que pasó al cabo a denominar a la ciudad principal de la zona: la polaca Gdansk que hasta 1945 tuvo el nombre alemán de Danzig.

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      Figura 1: Par de brazaletes de plata hallados en una tumba femenina de la necrópolis de Gronowo (Polonia), una de las más características de la llamada cultura de Wielbark, que cuenta con un importante conjunto de importaciones romanas. El ajuar de la tumba se fecha en el siglo III.

      Así que podemos concluir que en torno al año 100 a. C. hubo grupos de gutones/godos que comenzaron a abandonar Escandinavia para instalarse al otro lado del Báltico y que hacia el 20 a. C., tras haber sometido a las gentes del lugar o haberse mezclado con ellas, estaban sólidamente asentados en las tierras que se extendían alrededor de la desembocadura del río Vístula. Ya hemos visto que allí los sitúa Estrabón, quien los denomina gutoni y su testimonio lo corrobora Plinio, quien los llama gutones, y Tácito y Ptolomeo que los denominan, respectivamente, gotones y guti. Tácito, en su Germania, escrita hacia 98 d. C. nos dice sobre ellos:

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