Vida de Jesucristo. Louis Claude Fillion. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Louis Claude Fillion
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788432151941
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de Palestina y de la multiplicidad de sus productos agrícolas, acerca de la actividad comercial y otras de sus dedicaciones, resulta que, en condiciones ordinarias, el coste de la vida debía de ser allí muy moderado. Tanto más verosímil es esto cuanto que la mayor parte de su población tenía gustos muy sencillos en punto de vestidos y alimentación. Por lo demás, algunos rasgos señalados por los escritores sagrados confirman claramente esta deducción. Entre nosotros han desaparecido por completo de la circulación los céntimos como moneda fraccionaria, pues apenas servían para las compras; al contrario, existía entre los judíos una pieza de moneda sumamente pequeña, llamada perûta, que valía aproximadamente la decimosexta parte de una moneda de cinco céntimos, y con la cual, sin embargo, se podían hacer compras. Además, el salario de un obrero que trabajase todo el día en las viñas era un denario. El buen samaritano, al dejar la posada adonde había conducido al viajero herido por los ladrones, dejó al hostelero sólo dos denarios para los cuidados ulteriores que se habían de prestar al enfermo[41]. En fin, en los mercados de Palestina, por dos pájaros se pagaba solamente un as o seis céntimos, y podían comprarse cinco por dos ases[42]. De estos ejemplos tomados al acaso resulta que la vida no era cara realmente en Palestina en tiempo del Salvador.

      También es fácil comprobar que en Palestina, por la misma época, había otros infortunios no menos horribles, bajo la forma de enfermedades corporales de todas clases. Con ocasión de los milagros obrados por Nuestro Señor, establecen los evangelistas una lista tristemente elocuente de enfermos que acudían a Jesús para obtener la curación. Señalan, entre otros, casos de fiebre, de lepra, de parálisis total o parcial, de epilepsia, de hemorragia, de ceguera, de sordera, de mudez, de heridas causadas con instrumentos cortantes, etc. Pero no es completa la enumeración de los males físicos que sufrían los compatriotas del Salvador. Lástimas del mismo género, y otras muchas, abundan aún hoy día en Palestina, lo mismo que hace dieciocho siglos. Actualmente, al menos la caridad cristiana, que ha acudido de Europa y aun de la lejana América, ha establecido en las ciudades principales y en diversos puntos de la campiña hospitales y clínicas que alivian muchos sufrimientos; pero nada semejante existía al principio del siglo primero. Así es que en la clase menesterosa la mayoría de los enfermos sufrían y morían en tristísima situación.