Hacia la Gran Universidad Chilena. Arnoldo Hax. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Arnoldo Hax
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561426269
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la adversidad y muy hábiles en su manejo político.

      Sin desconocer la relevancia de lo que aquí Cole destaca como la relevancia de la figura unipersonal del líder, conviene resaltar lo señalado en relación a la particular modalidad del gobierno de la universidad de Estados Unidos, ya que esto constituye un elemento clave de su diseño institucional. A este respecto, en entrevista sostenida con el ex Decano Henry Rosovsky, este nos señalaba: “Creo que lo que distingue a la universidad en Estados Unidos de otros sistemas y explica su éxito relativo, es la forma en que esta se gobierna. Ello es una de las mayores diferencias que observo con otros países”11. Como podemos leer en el capítulo dedicado a la educación superior en los Estados Unidos, muchas de las grandes transformaciones que las importantes instituciones universitarias han llevado adelante solo han sido posibles gracias al soporte de gobierno institucional que poseen.

      En este tema, diversos análisis realizados al sistema universitario chileno12, e incluso mundial13, consideran que sus actuales formas de gobierno constituyen un freno para el desarrollo institucional. Rectores y decanos mayoritariamente elegidos por sus pares, consejos directivos dominados por la comunidad académica interna, autogobierno sin contraparte externa y una pobre rendición de cuentas públicas no generan el ambiente adecuado para la innovación y el cambio que el sistema universitario requiere para su evolución a la par con los tiempos.

      Podríamos también interpretar esta dimensión como la capacidad de aportar a los grandes temas del país y convertirse en un interlocutor relevante. Cuando existen debates sobre los hechos transformadores de la sociedad, es preciso que la universidad asuma una posición de liderazgo. Una voz importante que se levanta y escucha. Nos parece que eso no pasa, ya que localmente se la percibe como un participante más en la lucha por beneficios financieros, y no como una voz pública que oriente el pensamiento. No aparecen temas disruptivos, ni un sentido de urgencia o la necesidad de un cambio mayor. Se escucha un discurso continuista o, en el mejor de los casos, de mejoras incrementales.

      Otros autores

      Altbach & Salmi14 han realizado también importantes contribuciones en este campo, concluyendo que serían cuatro las características fundamentales dentro de las cuales pueden surgir centros universitarios de clase mundial:

      •Concentración de talento.

      •Acceso a abundantes recursos.

      •Adecuado gobierno universitario.

      •Desarrollo de un “eco-sistema”.

      La primera de ellas, a la que nombran como “concentración de talento”, se refiere a la capacidad de una universidad para atraer, retener y desarrollar los talentos a escala internacional, tanto al interior de su cuerpo académico como entre sus estudiantes. La segunda característica tiene que ver con el “acceso sostenido a abundantes recursos” tanto para la investigación como para el aprendizaje, lo que se ve reflejado en el nivel de su infraestructura, laboratorios y colecciones de bibliotecas. La tercera dimensión se relaciona con la existencia de una apropiada modalidad de “gobierno universitario”, flexible e innovadora, con capacidad de tomar y sostener decisiones difíciles tanto en lo académico como en lo económico y administrativo. La cuarta característica que debe darse es que los tres factores anteriores —talentos, recursos y gobierno— estén perfectamente alineados, creando un “eco-sistema” que favorezca la existencia de tal tipo de instituciones.

      Salmi también ha realizado otras contribuciones en Chile, participando en la edición de un libro sobre Clasificación de Universidades, que contiene un capítulo en que este autor analiza las posibilidades que tendría Chile para contar con una Universidad de Rango Mundial15. Allí Salmi concluye: “el hecho que las mejores universidades chilenas, especialmente la Universidad de Chile y la Católica de Chile, tengan resultados relativamente buenos a nivel de América Latina, no debería ser un pretexto de complacencia. Tanto las autoridades nacionales como los líderes universitarios deben adecuarse a la misión de cumplir con el papel cada vez más importante de la educación superior en el desarrollo económico de Chile (…) enfrentar de manera exitosa este desafío que requiere elaborar una visión de largo plazo clara, definir el conjunto de acciones necesarias para alcanzar esos objetivos y asignar los recursos necesarios que deben acompañar estos pasos en el largo plazo”. A propósito de ello, más adelante veremos los caminos de acción concretos que proponemos para avanzar en esta dirección.

      John Buchan16, citado por Rosovsky en su libro The University. An Owner’s Manual, es otro autor que nos ha parecido muy relevante recoger. En un Boletín de los ex alumnos Harvard, Buchan publica su famoso principio de las “Tres Haches”. En él plantea que en una Gran Universidad debe manifestarse la “Humildad”, ya que una comunidad educada, con todos los tesoros de la humanidad tras ellos, no puede sobrevalorarse ni reclamar demasiada atención al trabajo realizado por ella misma. “Humanidad”, porque necesitamos de un profundo respeto a la naturaleza humana, poniendo al hombre en el centro, sin rebajarlo a ser un engranaje de una monstruosa maquinaria de producción. Y finalmente “Humor”, ya que en un tiempo en que se levantan falsos ídolos que transmiten sus mensajes como verdades reveladas, la única respuesta para tanta tontera es la risa. Humildad, humanidad y humor, tres recomendaciones que debieran imperar y ayudar a describir el tipo de comunidad universitaria que se aspira a construir y que pueda luego ser reconocida internacionalmente. Las recogemos plenamente como rasgos distintivos del espíritu y del clima que es deseable desarrollar.

      Marco de referencia alternativo

      Los comentarios que hemos hecho, basados tanto en la caracterización de Cole sobre la Gran Universidad como en los importantes aportes de Altbach & Salmi y Buchan, nos podrían parecer suficientes para realizar un análisis comprehensivo y exigente sobre la universidad chilena; sin embargo, creemos relevante proponer otro “marco de referencia” para ayudarnos en este propósito. Esperamos que nuestra contribución no contradiga la propuesta de estos autores, sino más bien nos permita analizar la universidad chilena con un propósito centrado en su efectiva gestión administrativa. Nuestro esquema consiste en las siguientes ocho dimensiones:

      1.El proceso de admisión y selección de carreras.

      2.La estructura docente: el pregrado y el posgrado.

      3.La investigación y el doctorado.

      4.La carrera académica en la universidad.

      5.El financiamiento de la universidad.

      6.El gobierno de la universidad.

      7.El impacto en la sociedad.

      8.La universidad como vehículo fundamental de movilidad social.

      En lugar de comentar aquí cada uno de estos atributos, hemos optado por usar estas dimensiones para reflexionar sobre los desafíos y preocupaciones de la universidad chilena, a las que dedicamos un capítulo completo, cubriendo la totalidad de estos temas.

      ¿Existe en Chile una Gran Universidad?

      Chile exhibe un nivel de logros sorprendente en cuanto a los niveles de cobertura de su sistema de educación superior, la diversidad que muestran sus instituciones y la productividad local que estas alcanzan, lo que las ubica a la cabeza del subcontinente latinoamericano. Esto es sin duda muy meritorio y ha requerido de mucho esfuerzo llegar a este nivel. Pero si queremos de verdad medirnos en relación con lo que internacionalmente se considera una Gran Universidad, y lo hacemos a la luz de las categorías enunciadas por Cole, no podemos sino concluir que con los antecedentes objetivos que disponemos para describir las universidades chilenas, Chile no cuenta aún con una universidad de tales características. Ello no debiera sorprendernos, ya que igual cosa concluyen los estudios citados, realizados por reconocidos expertos independientes, que analizan y comparan a las mejores universidades chilenas con sus pares internacionales que alcanzarían esta definición17.

      Si repasamos las trece dimensiones planteadas por Cole, podremos concluir que cumplimos a lo más con tres de ellas, quedándonos por tanto un demandante camino que recorrer. El volumen e impacto de nuestra producción científica no alcanza estos