Cuidados básicos del niño sano y del niño enfermo. Roser Casassas. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Roser Casassas
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9789561425279
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Es un movimiento rítmico y coordinado de la lengua y la boca, que aparece al colocar el pezón de la madre, dedo o chupete dentro de ella. Aparece a las 20 semanas de vida intrauterina. Más o menos 8 semanas. Su ausencia en el recién nacido puede significar lesión del sistema nervioso central (SNC). Búsqueda o Puntos Cardinales Llamado también de orientación. Se observa al tocar la mejilla, cerca de la boca o de los bordes del labio, a lo cual el niño responde volviendo la cabeza hacia el lado en que se aplica el estímulo y adelanta los labios preparándose para la succión. Más o menos 2 a 4 meses. Moro Los estímulos enérgicos ya sean sensoriales, cambios bruscos de posición, caídas, etc., producen en el recién nacido una respuesta motora muy amplia que consiste en la abducción de los brazos y piernas (los pone primero en tensión y luego flecta piernas y brazos). Es el reflejo que demuestra en mejor forma el grado de integridad del SNC. 6 - 8 semanas. Puede persistir hasta los 6 meses pero en forma incompleta. Su persistencia en forma completa más allá de los 6 meses puede indicar daño cerebral. Prensión palmar Al colocar un dedo en la palma de la mano, por el predominio que existe de los músculos flexores, el niño aprieta el dedo con tal fuerza que al llevarlo a posición sentado, incluso puede sostener todo su cuerpo. 3 a 4 meses. Empieza a disminuir en el tercer mes de vida. Prensión plantar Si se estimula el cojinete plantar, el niño flecta sus dedos. 6 a 8 meses. Marcha automática Al tomar al niño recién nacido por el tronco y hacerlo que apoye la planta de los pies sobre una superficie dura, se desencadenan movimientos de marcha. 6 semanas. Su ausencia en el recién nacido de término significa generalmente daño neurológico. Babinsky Al estimular el borde externo del pie el niño abre los dedos y extiende el dedo pulgar hacia atrás. Completo hasta el año. Incompleto (sin flectar dedo) entre uno y dos años. Esbozado o no, hasta el tercer año.

      La persistencia de este tipo de reflejos más allá de la edad en que normalmente desaparecen, hace sospechar un retraso de la maduración cortical o lesión del SNC.

       Reflejos de Madurez

Nombre y características Aparición
Landau Al mantener al lactante suspendido en posición horizontal, sosteniéndolo por el abdomen con una mano, y al flexionarle la cabeza hacia el pecho se produce flexión de las extremidades inferiores. 3 a 4 meses y comienza a desaparecer en el curso del segundo año.
Tónico Cervical o de Magnus Al hacer girar la cabeza hacia un lado mientras el niño está de espalda, las extremidades del mismo lado se extienden y el brazo y pierna opuesta se flexionan. 3 a 4 meses
Paracaídas Al tomar al niño con ambas manos por el tronco e impulsarlo cabeza abajo hacia el suelo, extiende las extremidades superiores en actitud de defensa con dorsiflexión de manos y abertura de los dedos en abanico. También se produce extensión y abducción simétrica de las extremidades inferiores. 10 - 12 meses. Su aparición coincide con el inicio de la marcha.

       Reflejos Osteotendinosos

      Entre los reflejos osteotendinosos profundos se encuentran el rotuliano, bicipital, tricipital, aquiles, los que son una respuesta motora de una extremidad al estímulo en un punto dado. Se encuentran presentes desde el nacimiento, son similares a los del adulto, excepto en sus respuestas que son más bruscas y ligeramente más exageradas. En el transcurso del primer año de vida, disminuye progresivamente su intensidad. La persistencia de una respuesta exagerada (hiperreflexia) hace sospechar una probable inmadurez piramidal.

       Reflejos Cutáneos

      A fines del primer año de edad están presentes todos los reflejos cutáneos superficiales: el abdominal, cremastérico y cutáneo del ano o esfinteriano. Estos aparecen cerca del mes de vida y se perfeccionan a los seis meses.

      La evaluación periódica de los diferentes reflejos permite conocer la indemnidad del sistema nervioso y su madurez.

       Sueño

      El sueño es parte del ritmo interno, su función es ofrecer el descanso necesario para la recuperación de las energías para restablecer el equilibrio normal entre las distintas partes del sistema nervioso central. El niño se caracteriza por dormir más horas que el adulto; cabe destacar que la calidad del sueño influye en el carácter y actividad que realiza el niño en las horas de vigilia.

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      Es necesario saber que el sueño tiene distintos grados de profundidad que han sido clasificados de I a IV, más una quinta categoría llamada sueño REM, sigla que proviene del inglés “rapid eyes movements”. La III y IV etapa junto al sueño REM corresponden a sueño profundo. En el niño, a menor edad el sueño es más profundo; por esta razón es normal observar en ellos movimientos, intranquilidad, cambios de posición, sobresaltos, etc., que se presentan en las etapas profundas del sueño. El sueño del recién nacido consiste en cerca de 50% de sueño REM, a diferencia de sólo 20% en el niño de 5 años de edad.

      Al igual que otras funciones del organismo, el sueño evoluciona a lo largo de la vida. El recién nacido duerme gran parte del día observándose en él períodos de sueño de 3 a 4 horas, interrumpidos por breves momentos de vigilia relacionados con la necesidad de alimentación. Durante los primeros tres meses de vida, los períodos de vigilia se prolongan presentándose por lo general en el día; a esta edad ya es capaz de permanecer despierto en forma tranquila, observando el ambiente que lo rodea y sus propios movimientos. En el segundo semestre ya tiene establecido un modelo de sueño-vigilia; el niño de esta edad duerme aproximadamente 10 horas durante la noche y 3 en el día, distribuidas a media mañana y después de almuerzo. A partir del segundo año el niño sólo duerme una siesta de no más de 2 horas.

Horas promedio de sueño
Edad Horas
Recién Nacido 18 a 20
Lactantes 14 a 18
Preescolares 10 a 14
Escolares 10 a 12
Adultos 8 a 9

      El número de horas promedio de sueño en las diferentes edades es sólo una guía orientadora. Cada niño tiene su propia necesidad y ritmo de sueño que pueden ser distintos a los de otro de su edad y características similares. Los niños de temperamento más activo, irregulares en sus rutinas, que responden intensamente a estímulos ambientales, suelen tener dificultades para consolidar hábitos de sueño. Los padres necesitan una guía anticipada respecto a los factores a considerar en esta necesidad, de tal