Cuidados básicos del niño sano y del niño enfermo. Roser Casassas. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Roser Casassas
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9789561425279
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      TAYLOR, S. (2002). Lazos Vitales De cómo el cuidado y el afecto son esenciales para nuestras vidas. Santillana Ediciones Generales. Madrid.

      URRUTIA, M. (2007). Teoría de autocuidado de Dorothea Orem Lectura 2 del Curso Enfermería para el Autocuidado: de la teoría a la acción. Recuperado el 26 de junio de 2008 del sitio Web UC Virtual de la Universidad Católica de Chile.

       Crecimiento y desarrollo del niño

      El niño es un ser en plena evolución con características anatómicas, fisiológicas y psicológicas que lo diferencian fundamentalmente del adulto. A medida que el niño crece, estas diferencias se van haciendo cada vez menores. Al finalizar el segundo año el funcionamiento de la mayoría de sus órganos es muy semejante al del adulto.

      El desarrollo del niño implica un aumento de la complejidad, diferenciación y función de sus órganos, proceso que transcurre especialmente durante el primer año de vida.

      La rapidez con que acontecen los cambios en el niño explica la mayor susceptibilidad que tiene de enfermar y que los problemas de salud que lo afectan revistan más gravedad que en adultos.

      El conocimiento profundo de lo que sucede en el período de crecimiento y desarrollo, tanto en sus aspectos físicos, psicológicos, cognitivos, emocionales y sociales, permite evaluar la normalidad de las funciones vitales básicas, comprender y prever las respuestas del niño de diferentes edades a las enfermedades y a su tratamiento y actuar adecuadamente en el fomento y protección de la salud.

      Desde el momento que se inicia la vida por la unión de dos células, el óvulo y el espermio, comienza el proceso de crecimiento y desarrollo como respuesta a impulsos perentorios y trascendentes destinados a la conservación de la especie.

      Este proceso acompaña al hombre durante toda su vida, pero es en la infancia donde alcanza su máxima expresión. Los cambios que ocurren en este período son de gran magnitud y difíciles de imaginar. Como ejemplo se puede mencionar que el ser humano en menos de veinte años de vida aumenta su estatura más o menos tres veces y media y su peso alrededor de veinte veces, convirtiéndose de recién nacido, totalmente indefenso y dependiente, en una persona adulta y autónoma. Comparativamente con otros seres vivos el hombre es quien emplea mayor parte de su vida en prepararse para alcanzar la madurez de la totalidad de sus funciones, pero a diferencia de ellos es el único con capacidad de trascender.

      Los conceptos de crecimiento y desarrollo son fenómenos simultáneos e interdependientes que se influencian mutuamente y son definidos en forma separada sólo con fines didácticos.

      Crecimiento: es un proceso eminentemente cuantitativo que involucra multiplicación y aumento de tamaño de las células (hiperplasia e hipertrofia) esto ocurre con diferente intensidad en distintos momentos de la vida y origina un aumento de masa y volumen de tejidos, órganos y sistemas. Se manifiesta en un incremento en el peso y la talla física, medido en libras o kilogramos y en centímetros o pulgadas.

      Desarrollo: es un proceso cualitativo, se refiere al aumento progresivo en la función del cuerpo que implica diferenciación, integración y perfeccionamiento de funciones. Requiere de una estructura, de su maduración y de la ejercitación de la función. Consiste entonces en la maduración de los órganos y sistemas, adquisición de habilidades y capacidad de adaptación al medio ambiente.

      El patrón de crecimiento es una causa frecuente de ansiedad en los padres, una sola evaluación es de poca utilidad. Las evaluaciones seriadas por parte del mismo equipo de profesionales con intervalos de meses en los lactantes o años en etapas posteriores, constituyen la mejor manera de evaluar el crecimiento y desarrollo del niño.

      Los padres quieren que sus hijos crezcan y se desarrollen en forma saludable y alcancen el máximo de su potencial. Una guía anticipatoria del crecimiento y del desarrollo en las distintas edades, ayuda a los padres a observar y evaluar este proceso en su hijo. También contribuye a la comprensión y prevención de muchos problemas posibles frecuentes en la infancia, convirtiéndose así los padres en los principales agentes de autocuidado.

      • Continuo, acompaña al hombre durante toda la vida.

      • Secuencia fija: el proceso sigue un orden invariable en la especie, los patrones direccionales que sigue son cefalocaudal (de la cabeza hasta los dedos de los pies). Por ejemplo, el lactante es capaz de levantar la cabeza antes de poder sentarse, y adquiere control del tronco antes de poder caminar; centro distal, es decir, del plano interno hacia el externo. El crecimiento y desarrollo también se lleva a cabo de lo general a lo específico; por ejemplo el lactante toma los objetos con toda la mano antes de tomarlos con los dedos en pinza. Diferentes órganos y sistemas crecen y se desarrollan a edades equivalentes prácticamente en todos los niños, lo que facilita el diagnóstico de normalidad en las distintas edades.

      • Predecible: la característica anterior permite anticipar los cambios que ocurrirán y estimularlos.

      • Mensurable, observable y factible de ser estudiado: esto se realiza al comparar diferentes indicadores del proceso que facilitan su control y evaluación, como son el peso, talla, perímetro de cráneo, test de desarrollo psicomotor, pruebas de inteligencia, exámenes de laboratorio, entre otros.

      • Velocidad variable en el tiempo: si bien es continuo pueden observarse períodos de diferente intensidad, algunos de mayor crecimiento seguidos por otros más lentos. Se distinguen dos etapas de crecimiento más rápido, la primera desde la concepción hasta fines del primer año y la segunda en la adolescencia.

      • Velocidad variable según sistemas: los diferentes órganos del cuerpo tienen su propio ritmo de crecimiento, alcanzando la madurez en distintas edades, lo que puede observarse en el gráfico “Curva de crecimiento post-natal”. Es así como podemos reconocer que el crecimiento óseo se aproxima al crecimiento corporal total, mientras que el cerebro y los tejidos linfáticos y reproductores siguen secuencias distintas e individuales.

      • Individualidad: esta característica es sumamente importante de considerar, ya que a pesar de todas las mencionadas anteriormente, en cada niño el proceso de crecimiento y desarrollo tiene una connotación individual con ciertas variaciones dentro de márgenes normales. Es importante que los padres tengan presente esta característica si comparan el desarrollo y comportamiento de sus hijos con los de otros niños, ello puede aliviar su ansiedad y realinear sus expectativas a parámetros posibles o potenciales de desarrollo.

      Curva de crecimiento post-natal (OPS Manual de Crecimiento y Desarrollo del Niño, 1986)

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      Los factores que afectan el desarrollo se pueden dividir en biológicos y del entorno. Los primeros, con fines didácticos, se clasifican en factores genéticos, pre-natales, perinatales, y post-natales. El patrón típico de crecimiento y desarrollo emerge de la interacción de factores genéticos y del entorno, que establecen el potencial del crecimiento y la magnitud en que este potencial se expresa.

      La información genética establece en forma muy precisa la secuencia