Figura 12. Juicios y juicios alternativos de las máscaras instintivas.
Una vez que hemos sido capaces de aflojar nuestra visión de la realidad y nuestros juicios y creencias, a la luz de lo que nos ha funcionado en el pasado –y de lo que no nos ha funcionado–, podemos ir más allá de los objetivos que nos marcamos –muchas veces encajados en nuestros juicios sobre la realidad– y conectar con confianza con nuestra intención para hacer elecciones distintas de aquellas contempladas «dentro de la caja».
Para que surja una intención clara desde lo más profundo necesitamos reflexión, meditación y mucho amor. También hay que soltar nuestros estados de ánimo adquiridos y conectar con nuestra posición en la vida.
Una vez que conectemos con nuestra intención, podemos elegir construir el futuro que queremos para nosotros y para la gente que nos rodea. El feed-forward es un proceso en donde anticipamos en el aquí y ahora el futuro emergente, y construimos ahora lo que queremos que ocurra. Este proceso es mucho más útil que una definición de objetivos SMART. Aquí vamos generando confianza, algo clave para sostener las direcciones y desenlaces emergentes que vayan surgiendo.
Figura 13. Proceso de feed forward.
Ejercicio. Desarrolla la intención
Tómate un tiempo para relajarte en un espacio tranquilo, sin interrupciones
Piensa en un proyecto personal o profesional en el que estés involucrado
Defínelo en términos de objetivo SMART (específico, medible, alcanzable, relevante y definido en el tiempo)
¿Por qué lo quieres hacer? Anota las respuestas. Esta es la razón
¿Para qué lo quieres hacer? Esta pregunta está un poco más orientada al futuro y al beneficio de tu proyecto que la anterior. Es el propósito
¿Cuál es el para qué del para qué? Esta sería la intención. Esta pregunta te lleva a conectar con tu inconsciente personal y también te permite conectarte con las fuerzas que están más allá. Si tienes dificultades en contestarla, repítela varias veces desde una actitud meditativa. En ocasiones, la intención no se revela sino después de un tiempo
Con este ejercicio somos capaces de diferenciar entre la razón por la cual hacemos un proyecto en concreto, de su propósito e intención. Son distinciones útiles que nos sirven para definir nuestro proyecto, incrementar nuestra confianza y tomar decisiones acertadas. También nos sirven para descartar proyectos inútiles que no estén alineados con nuestra intención.
Aquí estamos saboreando el alimento 5, desmontando los juicios. El objetivo, al igual que ocurre con la razón y el propósito, suele estar rodeado de nuestros juicios y asunciones sobre la realidad, sobre nosotros mismos y sobre los demás. Al buscar la intención estamos intentando trascender estos juicios e ir más allá.
El acrónimo SMART está evaluando nuestro éxito futuro a la luz de nuestros juicios del pasado. Incorporando el proceso de feedback podemos modificar esos juicios en el presente para ser más efectivos. Si además incorporo el feed-forward, podré evaluar el objetivo actual a la luz de mis juicios en el futuro.
Me explico.
Si decido casarme y tener hijos, evalúo mi felicidad futura en base a mis juicios del presente, pero si en el momento actual estoy soltero, la evaluación no será muy exacta. Así, debería evaluar mi felicidad futura en base a los juicios que tenga en el futuro, cuando esté casado, que serán desde luego muy distintos a los que tengo cuando estoy soltero.
Esta regla se cumple muy poco al evaluar objetivos. Por ello, si tengo un proyecto o una startup y quiero evaluar el éxito futuro, lo he de hacer con los criterios del futuro, una vez que haya concretado mi objetivo, ya que en ese futuro posible, mis criterios, juicios y creencias sobre el propio proyecto y sobre su éxito es probable que hayan cambiado. Aquí es donde entra en juego la intención y cuando he de confiar en lo que hay en el interior de la estatua de estuco para poder trascender mis condicionamientos previos e ir más allá.
Aplicar este modelo en organizaciones suele ser complejo. En las empresas es habitual indagar en el objetivo y en la razón. El propósito y la intención no suelen ser visibles y a menudo tampoco interesa mucho profundizar en ellos. Sin embargo, un líder ha de profundizar en el propósito de una determinada acción y en cómo esa acción está conectada con la misión de la organización (la intención), aunque a menudo la misión es poco más que una declaración de marketing, con lo que su conexión con la intención suele ser complicada. Por esta razón, las organizaciones acaban siendo un poco rígidas, aunque cada vez vemos más organizaciones de esta nueva era que brillan por su iniciativa, flexibilidad y determinación.
De la emocion a la actitud
«Cada carácter posee una pasión determinada que lo domina compulsivamente. Puesto que la pasión es una energía muy poderosa y vital, puede ser destructivamente dañina, no solo en la vida cotidiana, sino también para el autodesarrollo, así como muy enérgica a la hora de proporcionar placer y satisfacción en lo que respecta al éxito material y a la vida emocional».
Dhiravamsa, 1998
Nuestro estado de ánimo dominante, nuestra pasión, es la que nos hace responder de la misma manera a los avatares de la vida; es la que nos mantiene encerrados dentro de nuestra cárcel de juicios fijos y nos impide tomar la iniciativa. Nuestra pasión suele ser responsable de nuestro sufrimiento y de nuestros problemas, y es la que no nos permite ir más allá de nuestros condicionamientos.
Para desarrollar nuestra alma y conectar con el interior de la estatua de estuco necesitamos asumir una actitud específica; en términos del Eneagrama, una virtud. Cada máscara tiene su virtud, que es la que necesita desarrollar a lo largo de su vida para acceder a comportamientos distintos, para ir más allá de la máquina que nos mantiene bajo control y nos impide liderarnos.
Los problemas que nos van surgiendo en la vida dependen del cristal con el que miramos la realidad. Ese cristal es nuestro estado de ánimo o pasión dominante. Conocerlo y mirarlo desde una actitud meditativa está en la base de todas las tradiciones espirituales que han surgido en la Tierra desde la «caída».
Así, de nuevo, si aplicamos un proceso de feedback a lo que hemos hecho en el pasado, veremos que, dependiendo de nuestra máscara, es probable que nuestro comportamiento estuviera matizado por nuestro estado de ánimo. Al observarlo en el presente podré ser capaz de incorporar una actitud distinta en las cosas que vaya a hacer con lo que sin duda el resultado sea mas efectivo.
Las máscaras más intelectuales, que parten del miedo, con sus estados de ánimo y las actitudes para contrarrestarlos, son las siguientes:
Mascara | Estado de animo - pasion | Actitud - virtud |
Estafador 7En rebeldía con el miedo | Gula. El hedonismo se expresa en la práctica como una intolerancia al dolor natural de la vida. Es querer agradar a toda costa y evitar el conflicto | Sobriedad. Templanza, no indulgencia. Sobriedad en la acción. Tener que parar. Hacer lo que la situación requiera. Simplicidad, no andarse por las ramas e ir a lo que hay |
Introvertido 5Reprime el miedo | Avaricia. Posición de economizar, no invertir, «mejor no hago nada». Sensación de que el mundo pide más de lo que da | Desprendimiento. Dejar pasar lo que la vida trae, no temer lo que venga |
Paranoico 6Asume el miedo | Miedo. Cobardía, personalidad tímida, inhibida, difícil ver el miedo que hay detrás. Siente al otro como algo amenazante | Coraje. Es un coraje interior, atreverse a sentir el miedo. Atreverse a hacer las cosas, para defenderse. Dar la cara |
Figura 14. Estados de ánimo y virtudes de las máscaras intelectuales.
Las máscaras más emocionales, que parten de la carencia, con sus estados de ánimo y las actitudes para contrarrestarlos, son las siguientes: