Errores del movimiento hacia abajo
Los errores más comunes durante esta fase de la brazada son: (1) dejar caer el codo, (2) mantener el brazo extendido, (3) deslizar la mano demasiado hacia el lado y (4) deslizar el brazo hacia el lado demasiado poco.
1. El error del codo caído descrito en el capítulo 3 e ilustrado en la figura 3.10 (véase la página 88) es el resultado de la tentativa de empujar contra el agua antes de que el brazo esté mirando hacia atrás. Cuando los nadadores tratan de aplicar la fuerza propulsora con el brazo mirando hacia abajo, sólo logran empujar el agua hacia abajo y reducir su velocidad de avance. Deben esperar hasta que el brazo esté mirando hacia atrás antes de tratar de aplicar la fuerza propulsora.
2. Se cree generalmente que el brazo debe permanecer extendido durante el movimiento hacia abajo y luego flexionarse durante el movimiento hacia dentro que sigue. Desplazar el brazo hacia abajo en una posición extendida causa una multitud de problemas, de los cuales mencionaré dos aquí. Primero, el brazo debe desplazarse más hacia abajo en el agua para lograr mirar hacia atrás cuando se extiende. Esto aumenta la desaceleración durante el movimiento hacia abajo y hace que la parte superior del brazo empuje hacia abajo contra el agua.
Segundo, la tendencia de remar hacia dentro con el antebrazo y la mano aumenta durante el movimiento hacia dentro cuando se realiza el agarre con el brazo extendido. Se debe utilizar todo el brazo como una pala en forma de búmeran para empujar hacia atrás contra el agua durante el movimiento hacia dentro para que se optimicen las fuerzas propulsoras de arrastre y se puedan utilizar los grandes músculos del tronco y de los hombros para aplicar la fuerza propulsora. El brazo no debe remar hacia dentro como un objeto con perfil de ala. Los nadadores deben flexionar los brazos durante el movimiento hacia abajo de manera que estén flexionados casi 90º cuando realizan el agarre y empiezan a aplicar la fuerza propulsora.
3. Aunque el brazo se desplazará ligeramente hacia fuera durante el movimiento hacia abajo, los nadadores retrasarán el agarre si lo deslizan demasiado hacia el lado. También puede que empujen el agua hacia el lado si tratan de dirigir los brazos hacia abajo y hacia fuera con fuerza, alterando su alineación lateral. Los nadadores deben flexionar el codo durante el movimiento hacia abajo y deben mantener la parte superior del brazo tan alta como sea posible en el agua sin que les cause dolor de hombro. Cuando hacen esto, la mano se deslizará naturalmente hacia el lado la distancia apropiada sin causar problemas.
4. Algunos nadadores se esfuerzan en hacer lo contrario tratando de mantener los brazos por debajo de la línea media del cuerpo durante el movimiento hacia abajo. Esto les hace empujar la parte superior del brazo excesivamente hacia abajo en el agua, y generalmente demasiado debajo del cuerpo durante el movimiento hacia dentro y demasiado hacia arriba durante el movimiento hacia arriba. Todas estas tres acciones aumentan innecesariamente los movimientos verticales de los brazos. El movimiento hacia atrás del brazo debe ser lo más horizontal posible durante el movimiento hacia dentro y el movimiento hacia arriba. Sólo debe desplazarse lo bastante hacia abajo como para lograr mirar hacia atrás en el agarre, y luego lo bastante hacia arriba como para estar cerca de la superficie cuando termina la fase propulsora del movimiento hacia arriba.
Errores del movimiento hacia dentro
Los errores más frecuentes cometidos por los nadadores en el movimiento hacia dentro son: (1) remar con el brazo hacia dentro y (2) traer el brazo hacia dentro demasiado poco o desplazarlo demasiado por debajo del cuerpo.
1. Las desventajas de remar con el brazo se presentaron en el capítulo 3. Los nadadores no logran maximizar la fuerza propulsora del arrastre, utilizan una menor área de superficie para empujar el agua hacia atrás y utilizan los grupos musculares más pequeños para aplicar la fuerza propulsora.
Muchos nadadores empiezan el movimiento hacia dentro flexionando el codo y deslizando el antebrazo y la mano casi directamente hacia dentro y a la línea media del cuerpo. Los que realizan la brazada de esta forma están a menudo en las competiciones internacionales más importantes, pero pocas veces se encuentran entre los finalistas. Como se explicó anteriormente, existe una mayor probabilidad de generar más fuerza propulsora cuando los nadadores empujan hacia atrás contra el agua con el brazo flexionado durante el movimiento hacia dentro.
2. Los problemas que resultan de desplazar el brazo demasiado poco hacia dentro o demasiado por debajo del cuerpo durante el movimiento hacia dentro se presentaron anteriormente en este capítulo. En resumen, no desplazar el brazo bastante hacia dentro puede acortar la fase propulsora de la brazada. Desplazarlo demasiado por debajo del cuerpo puede crear fuerzas laterales excesivas que reducirán la cantidad de fuerza propulsora y hará que los nadadores serpenteen de un lado al otro.
Errores del movimiento hacia arriba y de la relajación
Los errores más comunes durante el movimiento hacia arriba y la relajación son: (1) extender el codo demasiado rápidamente y tratar de empujar contra el agua hasta que la mano llegue a la superficie y (2) no adoptar una posición hidrodinámica con la mano mientras se desplaza los últimos centímetros hacia la superficie.
1. Cuando los nadadores extienden y empujan los brazos con fuerza contra el agua hasta que la mano y el antebrazo llegan a la superficie, terminan reduciendo su velocidad de avance y arrastrando las caderas y las piernas hacia abajo porque están empujando hacia arriba en lugar de hacia atrás contra el agua con la parte ventral del antebrazo.
Los nadadores deben mantener el brazo flexionado con la palma y la parte ventral del antebrazo mirando hacia atrás durante la fase propulsora del movimiento hacia arriba. El pequeño grado de extensión del brazo que tiene lugar debe utilizarse sólo para mantener la presión hacia atrás contra el agua que se desplaza. Al mismo tiempo, los nadadores deben dejar de empujar hacia atrás contra el agua cuando el brazo empieza a desplazarse hacia delante al recobro o pierden la orientación hacia atrás del antebrazo, según cuál ocurra primero.
2. El error más común cometido por los nadadores durante la relajación y la primera parte del recobro es no adoptar una posición hidrodinámica con la mano mientras se desplaza los últimos centímetros antes de dejar el agua. Algunos nadadores, incluso los que dejan de empujar hacia atrás contra el agua en el momento apropiado, no giran la palma de la mano hacia dentro después de completar el movimiento hacia arriba y cuando ha empezado el recobro. Este error causa un aumento del arrastre por interferencia al desplazar la mano hacia arriba con la gran superficie de la palma mirando hacia arriba. Después de la relajación, los nadadores necesitan traer la mano fuera del agua con el canto de los dedos mirando hacia arriba para reducir el área de superficie y, por tanto, el arrastre resistivo que encuentran.
Errores del batido
Existen tres errores principales cometidos por muchos nadadores en el batido: (1) realizar el batido demasiado alto, (2) realizar el batido demasiado profundo y (3) flexionar las piernas demasiado durante el movimiento ascendente.
1. Los nadadores realizan un batido demasiado alto cuando todo el pie y parte de la pierna salen del agua. Los movimientos excesivos de las piernas hacia arriba pueden empujar las caderas hacia abajo. Los pies deben llegar a la superficie durante el movimiento ascendente, pero el pie no debe salir del agua.
2. Cuando los nadadores realizan un batido demasiado profundo, aumentan el área de superficie frontal innecesariamente, lo que aumenta el arrastre por forma. También puede que empujen el agua hacia delante durante la finalización del movimiento descendente. Los pies deben estar sólo ligeramente por debajo del nivel del pecho cuando completan cada movimiento descendente.
3. Los nadadores que flexionan la pierna durante el movimiento hacia arriba empujan el agua hacia delante con la parte inferior de la pierna. Esto, a su vez, sumerge las caderas y reduce la velocidad de avance, como se ilustra en la figura 4.16 (véase la página 133). El movimiento ascendente debe realizarse con la pierna extendida, y los nadadores no deben permitir que la pierna se flexione hasta que empiece el próximo movimiento descendente. Sobre todo, no deben empujar la pierna contra la presión del agua