Los inicios de la automatización de bibliotecas en México. Juan Voutssás Márquez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan Voutssás Márquez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073018326
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que se hace hoy en día. Estos computadores centrales llegaron a atender la entonces increíble cantidad de tres mil terminales (Maruskin 1980, 9-46).

      En 1972, las bibliotecas de la Universidad de Stanford iniciaron un proyecto encaminado a crear un sistema confiable para su control bibliográfico que fuese flexible, modular y funcionase en línea automatizando las tareas de adquisiciones, catalogación, y recuperación de información. Surgió así el sistema Bibliographic Automation of Large Library Operations using a Time-sharing System (BALLOTS). Como puede verse, el concepto del tiempo compartido era parte primordial de su nombre. El enlace, que empezó a funcionar a principios de los setenta, se hacía por líneas telefónicas dedicadas desde terminales Sanders PDS–804 ubicadas en las bibliotecas y conectadas a un minicomputador PDP 11/40 de Digital Equipment Corporation. Cada una de las catorce sedes de la universidad contaba con una máquina de este tipo que hacía parte del procesamiento de datos. A su vez, esos minicomputadores estaban conectados por una línea dedicada hasta un gran computador central IBM-370/168 (Allison 1979, 13). Su objetivo inicial era la adquisición y catalogación compartida y cooperativa por las diferentes unidades de la Universidad de Stanford; posteriormente, se le fueron añadiendo otro tipo de servicios más sofisticados como bibliografías, documentación, acceso a revistas, etcétera. El Research Library Group (RLG) fue fundado en 1974 por cuatro grandes bibliotecas de investigación: la Biblioteca Pública de Nueva York y las bibliotecas universitarias de Columbia, Harvard y Yale, como una organización sin fines de lucro. En 1978, el RLG se trasladó a la Universidad de Stanford y adoptó el sistema BALLOTS de su Biblioteca. Este sistema evolucionó hacia la base de datos bibliográficos en línea Research Libraries Information Network (RLIN). En 2003, los miembros de RLG incluían más de ciento sesenta instituciones de investigación en quince países diferentes. En 2007, RLG y OCLC lograron oficialmente una fusión de sus organizaciones y recursos.

      En abril de 1977, la Biblioteca Británica inauguró su servicio British Library Automated Information Service (BLAISE), el cual fue construido para facilitar la recuperación en línea de las fichas de sus colecciones en el Reino Unido. Para abril de 1981, su banco de datos contenía cuatro millones de registros que abarcaban también lo producido por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos desde 1968.

      En Canadá, los esfuerzos de automatización comenzaron en 1970 con algunas reuniones al efecto. Se crearon varios comités a propósito con el fin de poder adoptar el formato MARC y desarrollar su versión canadiense, así como comenzar a desarrollar un sistema automatizado central basado en la Biblioteca Nacional de ese país. Fue creado así el sistema de catalogación Canadiana. Por medio de éste, crearon su catálogo de unión con el cual a partir de 1974 producían cintas en formato Canadian MARC para ser distribuidas a todas las bibliotecas del país que lo solicitacen. Evidentemente, también utilizaban cintas MARC provenientes de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la Biblioteca Británica para auxiliarse en su catalogación. Por la naturaleza del país, su sistema era totalmente bilingüe —inglés y francés—, inclusive en su parte de autoridades. En 1975, lo rediseñaron como base de datos con capacidades de funcionamiento en línea con el nombre de DOBIS. En esa década, construyeron también una red de bibliotecas canadienses muy parecida a la de OCLC basada en la red de la Universidad de Toronto denominada University of Toronto Library Automation System (UTLAS) (Brodie 1981).

      Los últimos proyectos mencionados no fueron los únicos en su época, pero sí algunos de los más representativos del estado del arte de la automatización de bibliotecas de ese entonces.

      Notas

      9 La impresión offset es un sistema indirecto de impresión derivado de la litografía en la cual un molde o plancha con un ligero relieve se moja parcialmente con agua que repele la tinta grasa e imprime con tinta sobre un rodillo de caucho que, a su vez, imprime sobre el papel. [regresar]

      4.- La necesidad de más y mejor información científica especializada

      Desde 1941, en la Constitución de Lawton, Oklahoma, se utilizó por primera vez en el mundo el término ‘explosión de la información’ para referirse al enorme crecimiento de la información global.

      Oxford English Dictionary.

      Como ya fue mencionado, el segundo gran problema que detonó la asociación entre bibliotecas y computadoras fue la necesidad de contender con los cada vez mayores requerimientos de información especializada por parte de los usuarios de alto nivel: los científicos. Repentinamente, el departamento de consulta de las bibliotecas se volvió insuficiente.

      Una de las grandes lecciones de la Segunda Guerra Mundial consistió en demostrar que la unión de talentos multidisciplinarios trabajando con un propósito común producía mejores resultados en tiempos reducidos: entre otros, se distinguen ejemplos muy representativos como el Proyecto Manhattan —la bomba atómica—, el radar, los antibióticos, y las computadoras electrónicas ENIAC y Enigma. El primero en señalar este hecho apenas terminado el conflicto fue Vannevar Bush en su muy famoso artículo “As we may think” (“Como podríamos pensar”). Bush había sido el director de la Office of Scientific Research and Development (Oficina para la Investigación y el Desarrollo Científico) del gobierno de Estados Unidos durante la guerra, donde coordinaba a unos seis mil científicos, y por este motivo estaba al tanto de los grupos de investigación, las metodologías y los resultados. Como es sabido, Bush reseñó en su artículo todos los avances en ciencia y tecnología que él había estado observando y que serían realidades prácticas pocos años después, como la fotografía avanzada, la fotocopiadora, el fax, y su famoso dispositivo personal de información masiva automatizada Memex, por mencionar algunos (Bush 1945[1]). Como mencionó el editor de esa revista, “[…] de manera similar al trabajo que Emerson publicó en 1837 en The American Scholar. Este artículo del doctor Bush hace un llamado al establecimiento de una nueva relación entre el ser humano pensante y la suma de nuestro conocimiento”. Bush resalta ahí la gran necesidad de contar con información científica masiva y especializada. Estaba tan convencido de ello, que dedicó sus esfuerzos a seguir fomentando el desarrollo científico y tecnológico de la unión americana. En su documento denominado “Science: The Endless Frontier” (“Ciencia, la frontera infinita”), propuso la creación de la National Science Foundation (NSF) en ese país (Bush 1945[2]).

      Armando Sandoval afirmó sobre el tema:

      […] La guerra mundial mostró también que la civilización