Los inicios de la automatización de bibliotecas en México. Juan Voutssás Márquez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan Voutssás Márquez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073018326
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que fue Philippe Dreyfus el primero en utilizar el término en 1962 al buscar una acepción en francés para “ciencia de la información”, con lo que acuñó el término “informática” (informatique) como una contracción de “información automática” para usarla en su recién creada empresa Société d'Informatique Appliquée. Perales (1970,19) consigna que él redactó la entrada original de la Enciclopedia Larousse con la definición del término y dividió la informática en cinco ramas.15 En la actualidad, esta enciclopedia en su versión francesa consigna las dos vertientes del término y aclara: “desde hace tiempo se han manejado dos definiciones de la ‘informática’: una relativa a todas las técnicas puestas en práctica para utilizar los ordenadores, y otra concerniente a la ciencia del tratamiento racional de la información, en particular por medios automáticos” (Enciclopedia Larousse 2018). Para 1978, la UNESCO ya marca la diferencia de ambos conceptos en sus publicaciones al efecto:

      […] Debería trazarse una clara distinción entre la informática y el empleo de las técnicas de tratamiento y recuperación de información para fines bibliográficos y documentales que constituye un sector de las aplicaciones de la informática […] Así, la informática en este sentido incluye lo que con frecuencia se ha denominado ciencia de las computadoras junto con sus fundamentos tecnológicos y teóricos, así como sus aplicaciones; grandes sectores de la cibernética, de la ciencia de los sistemas y de las ciencias de la información, entran dentro de lo que denominamos informática (UNESCO 1978, prólogo 1-2).

      Como puede observarse, informática no ha significado en castellano lo mismo en sus orígenes como en la actualidad, y por esta razón su traducción desde y hacia otros idiomas no es automática ni exactamente equivalente en el tiempo.

      La conocida diferencia de puntos de vista entre los autores de Estados Unidos, los europeos occidentales y los europeos orientales acerca del concepto de documentación fue arrastrada hacia estos neologismos y los nuevos conceptos, por lo que desde hace décadas hay diferencias entre ellos; la controversia principal es si el objeto de estudio de esas disciplinas giraba alrededor del tratamiento de los datos o el de la información. Vicentini (1971) hizo un excelente compendio de ello. Donald Knuth, el gran genio estadounidense de los temas computacionales, lo resumió así: “[…] La ciencia de la computación es conocida como ‘informática’ en francés, alemán y otras lenguas, pero los investigadores estadounidenses han sido reticentes en adoptar ese término ya que parece poner énfasis en la materia que las computadoras manejan, más que en el proceso de manipulación en sí mismo” (Knuth 1996, 3). Perales menciona al respecto:

      […] si consideramos que en los países de habla inglesa, francesa, italiana y germana existe una verdadera anarquía terminológica para aquellas actividades que no se han desenvuelto en sus propios laboratorios, talleres y gabinetes, pues a falta de términos propios en materia de documentación e información se han improvisado varias denominaciones para la misma cosa y viceversa, de ahí que exista dificultad en establecer una jerarquía terminológica, y el problema se agrava aún más cuando hay necesidad de traducir al español dicho vocabulario (Perales 1970, 71).

      Al margen de debates y argumentaciones académicas, parece que el verdadero trasfondo de estas diferencias consistió en que en esos años la Guerra fría estaba en su apogeo, y los estadounidenses estuvieron reacios a aceptar definiciones mundiales provenientes de los rusos. Renato Iturriaga lo expresó así:

      […] Los americanos, los europeos y los soviéticos denominaron a los nacientes objetos de conformidad a una de sus propiedades. Al americano, con mente pragmática empresarial, le atrajo el cómputo como algo útil para calcular insumos, costos y utilidades. Al nuevo objeto le llamó computadora, la cual era producida por la compañía internacional de máquinas para negocios, IBM; en las universidades, a la nueva disciplina le llamaron ciencia de la computación. El francés, con mente cartesiana en busca de un orden matricial, bautiza a la herramienta ordenador, el cual operaba sobre datos; esto es, información, y crea una nueva disciplina, la informática. Los españoles adoptaron esa terminología. El soviético, en el marco de su materialismo dialéctico, le atrajo el concepto de la máquina pensante, por ello denomina a la herramienta cerebro electrónico y a la nueva disciplina le llama cibernética usando el concepto recién propuesto por Norbert Wiener (Iturriaga 2008, 6).

      En inglés, el Diccionario Oxford en línea define “Informatics” tan escuetamente como: “La ciencia del procesamiento de datos para almacenamiento o recuperación; Ciencia de la Información”. La International Encyclopedia of Information and Library Science define ‘Informatics’ como “la ciencia de la información”. El Diccionario Merriam-Webster Webster en inglés envía “informatics” simplemente hacia “Information Science”, con lo que los tres diccionarios los vuelven sinónimos. Al buscar por este segundo término, este último lo define como: “La colección, clasificación, almacenamiento, recuperación y diseminación del conocimiento registrado, tratados tanto desde el punto de vista de ciencia teórica como de ciencia aplicada”. En inglés, el término informatics no se usa hoy como traducción equivalente del actual castellano informática. Para ello, se utiliza el término Information Technologies (IT) o tecnologías de la información, Information and Communication Technologies (ICT), Tecnologías de la información y Comunicaciones (TIC), o bien el término “Computer Science” (Ciencia de la Computación). En francés, el término informatique fue aceptado por la Academia Francesa en su acuerdo de abril de 1966; se definió como: “La ciencia del tratamiento sistemático y eficaz de la información, realizado especialmente mediante máquinas automatizadas, contemplada como vehículo del saber humano y de la comunicación en los ámbitos técnico, económico y social” (Journal du Conseil… 1969). Esta definición permanece hasta hoy y como puede verse, se parece a las definiciones actuales en español. Equivalencias semejantes se encuentran en la actualidad en “Informatik” en alemán y sueco, “Informatica” en holandés e italiano, “Informática” en portugués, “Informatika” en ruso, húngaro y eslovaco, “Informatyka” en polaco e “Informatikk” en noruego, todas como equivalentes de “Ciencia de la Computación”.

      Como puede observarse, en algún momento de la década de los setenta el significado original de informática como “ciencia de la documentación científica” empezó a cambiar en español. Herrera y Velásquez (1982:5-6) lo describen así:

      […] Actualmente se ha difundido el empleo de la palabra informática y se han desginado con este término básicamente el empleo de los computadores para el manejo de la información, sin establecer conexiones entre ésta y otras disciplinas que tradicionalmente se han venido ocupando de la información, su generación y difusión, como es el caso de la Bibliotecología, gracias a cuya evolución —y especialmente la incorporación de nuevas tecnologías al almacenamiento y recuperación de la información— puede afirmarse que sirvió de base para el advenimiento de la informática. Lo anterior quizá se deba al sentido restringido como se ha tomado este término en América Latina, siguiendo el ejemplo de algunos países desarrollados, especialmente Estados Unidos y Francia, donde el término informática ha llegado a ser sinónimo de Ciencia de los Computadores”.

      Por si todo lo anterior fuera poco, a fines de los cincuenta se introdujo también la discusión del término “Ciencia de la Información”. Alvares y Araújo (2010, 200) mencionan que “[…] La Conferencia Internacional sobre Información Científica, celebrada en Washington en 1958, marcó la transformación de la Documentación hacia Ciencia de la Información. A mediados de los sesenta, este último término se impuso definitivamente en los Estados Unidos, donde floreció más que en otros países”.

      Algunos autores definieron la Ciencia de la Información en sus primeros momentos como una “ciencia encargada de la organización, conservación, catalogación, clasificación, análisis y difusión del material documental y bibliográfico, mediante la aplicación y el dominio de nuevas tecnologías” (Arreguín 1995, 221). Como puede verse, esta definición se traslapaba con la original de “informática”. En contraste, el concepto de “ciencia de la información” se relacionó posteriormente con “las propiedades, comportamiento y circulación de la información.