C. H. SPURGEON
Porque he aquí, los malos tensan el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear desde la sombra a los rectos de corazón. Este versículo describe un combate desigual entre el “poder armado” por un lado, auxiliado por la política; y “la inocencia desnuda” en el otro. Primero, en el poder armado “tensan el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda”; y a continuación actúa la astucia de la política “para asaetar desde la sombra”, y sorprenderlos mediante una emboscada fingiendo amistad y buenos deseos. Mientras que “la inocencia va desnuda”; porque desnuda cuenta con la mejor armadura: la rectitud de su corazón.
THOMAS FULLER [1608-1661]
“Confort in Calamitie”, 1654
Porque he aquí, los malos tensan el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear desde la sombra. Los principales sacerdotes y fariseos conspiraron con astucia para tender una trampa a Jesús y matarlo; tensaron su arco cuando compraron a Judas Iscariote para que traicionara a su Maestro; colocaron sus flechas en la cuerda cuando buscaron: “falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte”.50
A los rectos de corazón. Y no solo al Señor, el único verdaderamente justo, sino también sus apóstoles y una larga lista de todos aquellos que se unirían a él con absoluta fidelidad desde aquel tiempo hasta el día hoy. Y como hicieron con el Maestro, harán con los sirvientes:51 pues testigos falsos y calumniadores los ha habido desde que el justo José fuera acusado falazmente por su dueña52 hasta el día de hoy; han sido siempre la porción y azote del pueblo de Dios.
MICHAEL AYGUAN [1340-1416]
citado por JOHN MASON NEALE [1818-1866] y RICHARD FREDERICK LITTLEDALE [1833-1890]
en “Commentary on the Psalms from Primitive and Mediæval Writers”, 1869
Porque he aquí, los malos tensan el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear desde la sombra. No tensan sus arcos y colocan sus flechas con la intención de divertirse disparando a espantapájaros en un melonar: buscan herir a seres humanos; sus flechas son jacula mortífera,53 dardos mortales, con absoluta crueldad. Y para no errar el blanco recurren a la “sutileza”, disparan “desde la sombra”, aprovechándose de la intimidad y el secreto ¡Un verdadero pacto del averno! Pues ¿qué poder en la Tierra es capaz de neutralizar una labor planeada y ejecutada con sutileza y crueldad, como Simeón y Leví, hermanos en maldad, unidos para llevarla a cabo?54 La sutileza aporta su ingenio, la insidia crea la trama, la astucia da su consejo, y la crueldad asesta el golpe. La sutileza elige el momento, el lugar, los medios, aporta los recursos, acomoda las circunstancias; la crueldad emprende la acción. La sutileza esconde el cuchillo, la crueldad lo clava en la garganta; la sutileza con astucia planea la emboscada, urde el complot; la crueldad maneja con destreza aparejos atroces para clavarlos con saña de los tobillos al cuello, hasta crear un mar rojo de sangre humana, sí, la sangre de todo un país. ¡Cuán temerosa es la situación de quienes se ven asaltados de semejante manera!
JOHN KING [1559-1621]
Vers. 3. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? [Si se socavan los fundamentos, ¿Qué podrá hacer el justo? RVR] [Si los fundamentos son destruidos; ¿qué puede hacer el justo? LBLA] [Si fueran destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? BTX] [Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo? NVI] [Cuando son arrasados los cimientos, ¿qué puede hacer el justo”? BLP] [Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?»? NTV]
Si se socavan los fundamentos, ¿Qué podrá hacer el justo? Tampoco hay duda que bajo el gobierno injusto y corrupto de Saúl, los fundamentos mismos de la ley y la justicia habían sido destruidos: pero, ¿qué importaba esto al hombre cuya confianza estaba firme en Dios? Podía enfrentarse a peligros, escapar de enemigos, y desafiar la injusticia que lo rodeaba. Su respuesta a la pregunta: “¿Qué puede hacer el justo?” sería más bien la contra-pregunta: ¿Qué no puede hacer el justo? Cuando la oración mueve a Dios y lo pone de nuestro lado, y cuando la fe garantiza el cumplimiento de la promesa, ¿qué motivos puede haber para levantar el vuelo, qué razones justifican la huida, por muy crueles y poderosos que sean nuestros enemigos? Con una honda y una piedra, David había derrotado a un gigante ante el cual temblaban los ejércitos de Israel;55 y el Señor, que lo libró de la las garras filisteas, ¿no podría librarlo de Saúl y sus esbirros? En el lenguaje de la fe no existe la palabra «imposible»; la gracia combativa sabe pelear y conquistar, pero no sabe huir.
C. H. SPURGEON
Si se socavan los fundamentos,56 ¿Qué podrá hacer el justo? Este versículo nos sitúa frente a una objeción gigantesca, que cual formidable Goliat en medio de nuestro camino debemos vencer y eliminar, u obstaculizaría nuestro avance. ¿Es posible que los fundamentos de la fe puedan ser destruidos? ¿Puede Dios permanecer impasible, aparentemente letárgico por tan largo tiempo, que los cimientos de nuestras creencias amenacen ruina? Si lo ve todo y no repara en que los fundamentos están siendo socavados y destruidos, ¿dónde queda su omnisciencia? Si lo ve y no puede evitarlo, ¿qué decir de su omnipotencia? Y si lo ve, puede evitarlo y no lo hace, ¿dónde están su bondad y misericordia? Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto”.57 Muchos dirán: si Dios estuviera efectivamente presente en el mundo y tuviera estos atributos, los fundamentos no hubieran sido destruidos. A ello respondo que es imposible que los fundamentos de la fe puedan ser destruidos de forma definitiva, ya sea en relación con la Iglesia en general o con referencia a cada uno de sus miembros vivos y verdaderos en particular. Pues con respecto a la Iglesia contamos con una promesa explícita de Cristo: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”.58 «Fundamenta tamen stant inconcussa Sionis».59 Y en cuanto a los cristianos en particular tenemos las palabras del apóstol: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos”.60 No obstante, y aunque por las razones antes mencionadas en las objeciones (los atributos divinos de omnipotencia, omnisciencia, y bondad), los fundamentos no pueden ser nunca total y definitivamente destruidos, sí pueden ser socavados parcialmente, quoad gradum, en cuatro maneras, y de la siguiente forma:
En primer lugar, en los deseos y los grandes esfuerzos que los malvados ponen en ello:
1. Hoc velle (Su deseo),
2. Hoc agere (Su acción),
3. Totum posse (Todo su empeño).
Si no logran destruir por completo los fundamentos no es por falta de voluntad, puesto que el mundo entero es testigo de que hacen todo lo posible (es decir: “lo más y peor”), empleando a fondo todas sus fuerzas y malicia para conseguirlo.
En segundo lugar, se vanaglorian de ello en su imaginación: no tan solo se jactan vanamente de haber socavado los cimientos, sino que además se lo creen. Un ejemplo claro es la diatriba del Emperador Romano: “Por aquellos días, salió un edicto de parte de César Augusto, para que se hiciera un censo de toda la tierra habitada”61 ¡De toda la tierra habitada! Aunque dominaba una buena parte, ni tan siquiera regía sobre todos los pueblos de Europa, muy poco en Asia, menos aún en África, y nada en América, que lejos de ser una posible conquista, no era ni tan siquiera conocida por los romanos. Por lo que aquí la hipérbole no es