El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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a cuál más refrescante y más hermosa.

      C. H. SPURGEON

      Para que proclame yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, gozoso por tu salvación. Proclamar todas las alabanzas de Dios es entrar de lleno a su servicio. Un mero «Señor, te doy gracias» ocasional, no es respuesta suficiente ni adecuada al flujo de beneficios que recibimos.

      WILLIAM SWAN PLUMER [1802-1880]

      “Studies on the Book of Psalms”, 1867

      Vers. 15. Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie. [Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron quedó prendido su pie. RVR] [Las naciones se han hundido en el foso que hicieron; en la red que escondieron, quedó prendido su pie. LBLA] [Las naciones se hundieron en la fosa que cavaron, sus pies quedaron atrapados en la red que ellos mismos escondieron. BTX] [Han caído los paganos en la fosa que han cavado; sus pies quedaron atrapados en la red que ellos mismos escondieron. NVI] [Los paganos se hundieron en la fosa que excavaron, su pie quedó aprisionado en la trampa que tendieron. BLP] [Las naciones han caído en el hoyo que cavaron para otros; sus propios pies quedaron atrapados en la trampa que tendieron. NTV]

      Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron quedó prendido su pie. Ante este escenario terrible de juicios abrumadores del Señor sobre sus enemigos, las dos palabras hebreas sin traducir que se añaden al final del versículo 16 nos invitan a reflexionar y a meditar en ellos muy seriamente: Higgaion, Selah - Meditación y pausa; pondera, y afina tu instrumento. Se nos invita a sospesarlo bien y ajustar nuestros corazones a la solemnidad del tema. Aproximémonos, pues, a estos versículos con espíritu humilde, y reparemos, en primer lugar, en cómo el carácter de Dios exige el castigo del pecado: se ha dado a conocer en el juicio que ejecutó.

      C. H. SPURGEON

      Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron. Mientras cavan fosas para otros, se está cavando la tumba para ellos. Tienen una medida que colmar y un tesoro que acumular que al final quedará incompleto, lo cual, bajo mi parecer, debería servir para alertarles del peligro de la autocomplacencia en sus conspiraciones y planes malévolos. ¡Ay de ellos! Solo forjan su propia ruina, edificando una Babel que se les caerá encima. Si en conspirar hubiera algún provecho, entonces el gran conspirador de los conspiradores, Satanás, iría por delante de todos nosotros, y se llevaría, seguro, todos los honores. Pero no envidiemos a Satanás ni tampoco la efímera gloria de los que lo siguen. Sentían necesidad de algo que les reconfortara, ¡que se reconforten con sus conspiraciones! Pues se acerca el día en el que la hija de Sión se reirá de ellos con desprecio; el momento en que se escuchará decir al que gobierna sobre todas las naciones: “Levántate y trilla, hija de Sión, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus pezuñas de bronce”.131 Por regla general la liberación de los hijos de Dios va ligada a la destrucción de sus enemigos: la muerte de Saúl con el triunfo de David;132 la liberación de los israelitas con el ahogamiento de los egipcios en el mar.133 La Iglesia y sus opositores son como los platos de una balanza: cuando uno sube, el otro baja.

      RICHARD SIBBES [1577-1635]

       “The Saint’s Safety in Evil Times”

      Ver. 15-17. Las pasiones de los condenados incrementan considerablemente sus tormentos, tan intensos y violentos como su comprensión y sus afectos. Si su desgracia no fuera tan enorme ni la percibieran tan virulenta, si lograran desactivar su memoria, sus pasiones cesarían, pues la ausencia de recuerdo haría su situación más soportable. Pero, así como no pueden disponer de su propia vida y existencia, pues en tal caso pedirían su aniquilación considerándola una misericordia, tampoco pueden disponer de ningún elemento de su ser. El entendimiento, la conciencia, los afectos, la memoria: todos ellos seguirán activos, atormentándolos en lugar de traerles felicidad. Estas facultades, que debieran alimentarse del amor de Dios para alcanzar los goces perpetuos de su presencia, captan ahora la ira de Dios y les traen los sufrimientos de su ausencia. Por tanto, cuando digo que la dureza de su corazón, su ceguera, indiferencia, descuido e ingratitud desaparecerán, no vayáis a pensar que por ello serán más santos o felices de lo que eran antes; al contrario, serán moralmente aún más viles y por tanto mucho más miserables. Cuántas veces les ha advertido Dios a través de sus mensajeros diciéndoles: «Pecadores, considerad lo que hacéis y a dónde os dirigís; deteneos un momento y meditad dónde terminará vuestro camino, pues la gloria que se os ofrece y rechazáis sin cuidado: ¿no se convertirá en amargura al final?». Y, no obstante, nunca se avinieron a considerar nada de eso. Pero en los días finales, dice el Señor, tendrán que considerarlo forzosamente, cuando se vean “atrapados en la obra de sus propias manos” (9:16) después de que Dios los capture,134 los someta a juicio, y todo el peso de su venganza caiga sobre ellos; entonces no tendrán más remedio que considerarlo, lo quieran o no. Ahora no dedican tiempo libre ni espacio en sus memorias a las cosas de la otra vida. Pero ¡ah! entonces les sobrará el tiempo pues allí donde estarán no tendrán otra cosa que considerar; y sus recuerdos indelebles grabados sobre las losas de sus corazones incrementarán su desespero. Dios deseaba que hubieran escrito la doctrina de su estado eterno en los dinteles de sus puertas, en las paredes de sus casas, en las palmas de sus manos y en su corazón; hubiera querido que las recordaran y repitieran al levantarse y al acostarse, y andando por el camino aún en tierras extrañas, pues les hubiera ido bien al final de sus días.135 Pero rechazaron este consejo del Señor, y este rechazo quedó escrito en sus corazones en su lugar, y permanecerá escrito ante ellos para siempre jamás en el lugar de su sumisión, de tal forma que dondequiera que miren puedan siempre contemplarlo.

      RICHARD BAXTER [1615-1691]

      “The Saints’ Everlasting Rest”, 1650

      Vers. 16. Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah. [Jehová se ha dado a conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos fue enredado el malo. Higaión. Selah. RVR] [El Señor se ha dado a conocer; ha ejecutado juicio. El impío es atrapado en la obra de sus manos. (Higaion). (Selah). LBLA] [YHVH se ha dado a conocer, ha impartido justicia. el malvado fue atrapado en la obra de sus propias manos. Higaión. Selah. BTX] [Al Señor se le conoce porque imparte justicia; el malvado cae en la trampa que él mismo tendió. NVI] [El Señor se ha revelado, ha hecho justicia, el malvado está atrapado en sus propias obras. [Pausa] BLP] [Al Señor lo conocen por su justicia; los malvados son presos de sus propias acciones. Interludio de silencio. NTV]

      Jehová se ha dado a conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos fue enredado el malo. Higaión. Selah. Muestra su aborrecimiento del pecado y su santidad. A un gobernante que pasara por alto el mal, sus súbditos pronto lo identificarían como malo en sí mismo; en cambio, el que es severo, pero justo en su juicio, revela su propia naturaleza justa. Mientras Dios sea Dios, no puede perdonar ni perdonará a los culpables; excepto a través de la única vía gloriosa en la que, sin dejar de ser justo, justifica al que cree en Cristo Jesús. En segundo lugar, es conveniente observar que la forma de su juicio es singularmente sabia, e indiscutiblemente justa. Hace que los malvados se conviertan en sus propios verdugos: “Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron quedó prendido su pie”. Como astutos cazadores, cavaron una trampa a los piadosos, pero cayeron en ella ellos solos: los pies de la víctima lograron deshacerse de sus cepos, y lo que planearon para otros se cerró sobre ellos. El cruel cepo, elaborado con esmero, se cerró eficaz atrapando a quien lo hizo. A menudo los perseguidores y angustiadores caen víctimas de sus propios proyectos maliciosos. «Los borrachos se suicidan; los pródigos terminan mendigando; los contenciosos y pleiteadores se arruinan; los viciosos son devorados por enfermedades horribles; los envidiosos corroen sus propios corazones; y los blasfemos maldicen sus propias almas».136 Por tanto, en su castigo pueden los hombres leer su propio pecado. Sembraron semilla de iniquidad, y el resultado natural es el fruto maduro de la condenación.

      C. H. SPURGEON

      Jehová