149 Mateo 5:45.
150 Génesis 1:31.
151 Salmo 39:3; Jeremías 4:9; 20:9; Ezequiel 3:14.
152 Salmo 19:14.
153 1 Pedro 1:3.
154 Dice al respecto AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «¿Entonces, de dónde vendrá mi salvación? ¿A quién acudiré? No te hace falta buscar mucho ni por largo tiempo. Te basta con saber que “la mirada del Señor está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia”. No sobre los que confían en la multitud de sus ejércitos; en la potencia de su caballería; o la valentía de sus guerreros; no sobre los que dependen de su propio vigor, de su fuerza, de su fortaleza; no los que confían en sus propios méritos; sino “los que esperan en la misericordia del Señor”».
155 Dice al respecto BASILIO DE CESAREA [326-379]: «Al creyente que sabe que no será justificado por sus obras, ni confía en sus buenas acciones, la única esperanza que le resta es esperar en la misericordia de Dios. Cuando recuerda que “el Señor vendrá con poder, y su brazo sojuzgará para él; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga va delante de él” (Isaías 40:10), que vendrá para dar a cada uno su pago confirme a sus acciones, le invade el temor pensando en el castigo que merece; pero al punto se llena de esperanza al pensar en la misericordia del Señor, al recordar que toda la tierra esta llena de ella (33:5) y exclama: “Nuestra alma espera en el Señor; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Pues en él se alegrará nuestro corazón porque en su santo nombre hemos confiado” (33:20)».
156 2 Tesalonicenses 2:16.
157 En virtud del “Edicto de Nantes”, 1598, ENRIQUE IV DE FRANCIA [1553-1610] reconoció a los hugonotes ciertos derechos, y la ciudad fortificada de LA ROCHELLE, en la costa atlántica de Francia, se convirtió para los protestantes franceses en un refugio seguro. Pero tras el asesinato de Enrique en 1610 y la llegada al trono de LUIS XIII [1601-1643], y bajo la regencia de MARÍA DE MÉDICI [1575-1642] volvió la persecución. El CARDENAL RICHELIEU [1585-1642], ordenó el asedio de La Rochela enviando un ejército de 20.000 hombres con la misión de rendirla. En agosto de 1627, las fuerzas reales mandadas por Charles de Valois, duque de Angulema, iniciaron el asedio. Los habitantes de La Rochela resistieron durante catorce meses bajo el liderazgo del alcalde Jean Guitton antes de rendirse el 28 de octubre de 1628.
158 En el original “two bushels”. Una fanega equivale a unos 55,5 litros, por lo que serían unos 110 litros de trigo o 95 kilos aproximadamente.
159 Se trata de “The Biblical Treasury of Expositions and Illustrations for the Use of Sunday School Teachers and Bible Students” también conocido como “The Biblical treasury: an illustrative companion to the Bible”. Publicado en Londres por la “Sunday School Union” en diversos tomos. Cubre toda la Escritura: Antiguo y Nuevo Testamento.
160 1 Reyes 17:8-16.
161 Salmo 37:3. Traducción de la RVA y la KJV.
162 Job 7:20.
163 Proverbios 10:3.
164 En hebreo נַ֭פְשֵׁנוּ חִכְּתָ֣ה לַֽיהוָ֑ה nap̄šênū ḥikkəṯāh Yahweh. El sintagma חִכְּתָ֣ה ḥikkəṯāh de חָכָה chakah es muy raro y solo aparece con este formato en este versículo del Salmo 33. Transmite la idea de una espera firme y segura pero a la vez ansiosa y anhelante. Quizá el versículo que más se aproxime a su sentido sea Isaías 8:17: aguardaré y confiaré. Dice al respecto:
–CASIODORO [485-583]: «Con el uso de este verbo “espera” el salmista hace una clara referencia a una de las principales virtudes cristianas: la paciencia. Es la paciencia la que aporta a los mártires su gloria (Santiago 1:12; Apocalipsis 2:10); la que guarda el depósito de nuestra fe (1 Timoteo 6:20); la que supera toda clase de adversidades no combatiendo sino resistiendo (Romanos 12:12, 14, 18-21), no con violencia sino con mansedumbre (1 Pedro 3:9), no murmurando sino con acción de gracias (Filipenses 4:6). La paciencia pone freno a los engaños de la lujuria, sujeta la ira que abrasa (Proverbios 15:1; 16:32), y extirpa la envidia que carcome al ser humano (Salmos 37:7; Proverbios 14:30); hace mansos a los violentos, sonríe a los compasivos, y capacita a los santificados para recibir los galardones futuros (Hebreos 10:36). La paciencia restriega toda suciedad acumulada por los placeres y vuelve las almas puras. Nos hace aptos para militar en las filas de Cristo, nos capacita para vencer al diablo, y nos acerca al reino bendito de los cielos. Como leemos las Escrituras: “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” (Lucas 21:19)».
165 Romanos 12:12.
166 Efesios 4:6.
167 Jeremías 32:39.
168 Lucas 24:32.
169 Hechos 4:32.
170 Se refiere a ANTÍGONO II GÓNATAS [319-329] que enfrentó su flota a la de PTOLOMEO III [282-222], tercer faraón de la Dinastía Ptolemaica en la isla de Andros, venciéndole completamente y expulsando a los egipcios de las islas Cícladas.
171 Situada en el mar Egeo, la más septentrional del archipiélago de las islas Cícladas.
172 La anécdota es citada por el historiador romano PLUTARCO [50-125] en su obra: “Vidas Paralelas: Pelópidas”.
173 Isaías 47:4.
174 Job 9:4.
175 Isaías 43:11.
176 2 Samuel 22:2.
177 Proverbios 2:7.
178 Isaías 40:29.
179 Salmo 9:9.
180 1 Corintios 15:29.
181 Mateo 10:29.
182 Efesios 1:11.
183 Las palabras finales del Salmo 33 en versión latina: “Fiat misericordia tua, Domine, super nos, quemadmodum speravimus in te” (33:22), son las palabras finales del Te Deum o “Himno Ambrosiano” nombre que se le aplica a un antiquísimo himno cristiano que se cree fue compuesto conjuntamente por AMBROSIO DE MILÁN [340-397], y AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] cuando Agustín fue bautizado por Ambrosio en el año 387; aunque es probable que sea mucho más antiguo y tenga sus orígenes en la Iglesia Primitiva: “Fiat misericordia tua, Domine, super nos, quem ad modum speravimus in te”, “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”. Se canta en las grandes celebraciones y en la “Liturgia de las Horas” de las comunidades monásticas. Ver nota 26 del Salmo 13 y 114 del Salmo 55.
184 Mateo 9:29.
185 En este mismo sentido dice TEODORETO DE CIRO [393-458]: «Estas palabras evidencian cuan grande era la esperanza de David, cuando se atreve a pedir a Dios que condicione a ella su misericordia hacia él y la mida con el mismo parámetro».
SALMO 35
SALMO SOBRE LA INGRATITUD
Título: “Salmo de David”. Es todo lo que sabemos sobre este Salmo; pero la evidencia interna tiende a establecer la fecha de su composición en los tiempos turbulentos en que Saúl perseguía a David por montes y valles, y los aduladores del rey cruel calumniaban al inocente convertido en objeto de su ira.1 O cabe situarla en los días inquietos de frecuentes insurrecciones en la vejez de David. El Salmo, de principio a fin, es una apelación al cielo hecha por un corazón osado con una conciencia trasparente, irritada en desmesura por la maldad y la injusticia.2 Y sin la menor duda, los ojos del espíritu ven aquí al Señor de David.3
C.