Las disciplinas de un hombre piadoso. Kent Hughes. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Kent Hughes
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9781646911127
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¡me hizo bien!

      Estamos llamados a amarnos a nosotros mismos por mandato divino. Eso significa amar a nuestra esposa como a nuestro propio cuerpo, a cuidar de ella como Cristo cuida de la Iglesia. El amar el cuerpo de nuestra esposa como amamos al nuestro exige una triple encarnación: física, afectiva y social. Debemos dedicar a nuestra esposa la misma energía, el mismo tiempo y la misma facultad creadora que nos dedicamos a nosotros mismos. Estamos llamados a amarnos con amor inquebrantable. Dichosa la esposa a quien se le ama así, y aun más dichoso el hombre que ama de tal manera, porque es como Cristo.

      Es grande el desafío que nos presenta Efesios 5: Amor abnegado (¡el amor es como la muerte!), amor santificado? (amor que eleva) y amor a uno mismo (amar a nuestra esposa es como amar nuestro propio cuerpo). Si esto nos llama a hacer algo, ese algo debe ser el esfuerzo por la santidad. Como dijo Walter Trobisch: “El matrimonio no es un logro acabado, sino un proceso dinámico entre dos personas, una relación que sufre cambios constantes, una relación que crece o se muere.” 8

      El llamado que se nos hace a todos de amar a nuestra esposa como Cristo amó a la Iglesia exige ciertas disciplinas específicas.

      COMPROMISO RESPONSABLE

      Debemos comenzar con la disciplina del compromiso responsable. Con el paso de los años, me he vuelto más exigente en mis demandas a las parejas que desean que las case. Les digo que los votos matrimoniales son el compromiso voluntario de amar, independientemente de como uno se sienta. Les digo que es una tontería pensar que uno puede faltar a los votos sólo porque uno “sienta” que ya no está enamorado. Les hago ver que las Escrituras nos llaman a “vestirnos de amor” (Cf. Colosenses 3:14), y que a pesar de que ese amor puede ser considerado hipócrita, nunca es hipocresía vestirse de la gracia divina. Les digo que si tienen en mente el más mínimo pensamiento de que pueden divorciarse si la otra persona no es lo que esperaban, no realizaré la ceremonia de casamiento. La verdad es que los matrimonios que dependen de estar “enamorados” para mantenerse, terminan en fracaso. Los que recuerdan las ardientes promesas hechas en la ceremonia nupcial son los que triunfan. No hay nada mejor que pacto más compromiso responsable.

      FIDELIDAD

      Cuando un hombre se compromete consigo mismo a amar a su esposa, “como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”, siempre le será fiel.Una cosa con la cual la Iglesia puede contar siempre es con la fidelidad de su Esposo, Jesucristo. Y esto es algo con lo que puede contar la esposa cuyo esposo ame como Cristo. Jeremy Taylor, el notable predicador del siglo diecisiete, dijo lo siguiente en cuanto a la fidelidad conyugal en su sermón “The Marriage Ring or the Mysteriousness and Duties of Marriage” [La sociedad matrimonial o el misterio y las obligaciones del matrimonio]:

      Sobre todo .. .que él (el esposo) conserve hacia ella una confianza sagrada y una pureza inmaculada, porque en esto consiste la sociedad matrimonial, que ata a dos corazones con una cinta eterna; es como la espada encendida del querubín puesto para guardar el paraíso .La pureza es la garantía del amor, que protege a todos los misterios del matrimonio como se protegen los secretos de un templo. Bajo este cerrojo está depositada la seguridad de la familia, la unión de los afectos y el reparador de las roturas que se producen de cuando en cuando.9

      Nuestra esposa debe poder confiar en nuestra fidelidad. Todo lo nuestro: nuestra mirada .nuestras palabras .nuestra agenda .nuestro ardor debe decirle a ella: “Te soy fiel y lo seré siempre.”

      COMUNICACIÓN

      Luego viene la disciplina de la comunicación. Hace poco se les preguntó a los lectores de una popular revista para mujeres lo siguiente: “Si usted pudiera cambiar algo de su marido, ¿qué cambiaría?” 10 El consenso abrumador fue que les gustaría que mejoraran su comunicación con ellas. También indicaron que, todavía mejor, les agradaría que sus esposos las escucharan. A este respecto, dice Eugene Peterson:

      El estereotipo es el del esposo escondido tras las páginas del periódico durante el desayuno, leyendo la información de una agencia noticiosa en cuanto al escándalo más reciente de un gobierno europeo, la puntuación de las competencias atléticas del día anterior, y las opiniones de un par de columnistas con los cuales él jamás se encontrará, en vez de escuchar la voz de la persona que ha acabado de compartir su misma cama, servido su café y freído sus huevos, a pesar de que escuchar esa voz viva presagia amor y esperanza, profundidad emocional y exploración intelectual mucho mayores que lo que él puede sacar de las informaciones del NewYork Times, de The Wall Street Journal y de The Christian Science Monitor, todos ellos combinados. 11

      La disciplina de la comunicación requiere que aparten tiempo regularmente para hablar - para hablar realmente, comunicando más que hechos, sentimientos - y que aprendan a hablar en metáforas y símiles, con frases que comiencen con: “Me parece que. . .” Eso significa que usted está escuchando. La publicación Harvard Business Review (Revista de temas económicos de la Universidad de Harvard) sugiere que todo ejecutivo dedique el sesenta y cinco por ciento de su tiempo a escuchar.12 ¡Cuánto más el esposo inteligente!

      ENCOMIO

      Después recomiendo firmemente la disciplina del encomio. En cierta ocasión, Winston Churchill asistía a un banquete de etiqueta en Londres en el cual se les hizo la siguiente pregunta a los dignatarios presentes: “Si usted no fuera quien es, ¿quién quisiera ser?” Naturalmente, todo el mundo tenía curiosidad por saber lo que diría Churchill, que estaba sentado al lado de su amada esposa Clemmie. Después de todo, nadie esperaba que Churchill dijera que le gustaría haber sido César o Napoleón. Cuando finalmente le llegó el turno a Churchill, el anciano líder, el último en responder la pregunta, se levantó y dio su respuesta: “Si no hubiera sido quien soy, lo que más me habría gustado ser - y aquí hizo una pausa para tomar la mano de su esposa - es el segundo esposo de Lady Churchill.”13 Eso le resultó agradable a su esposa, pero él hablaba también en nombre de todos los que se sentían satisfechos con su matrimonio.

      El compromiso responsable de exaltar a nuestra esposa es de suma importancia. Si cree que lo que su esposa hace es menos importante que lo que usted hace, está equivocado y tiene un problema muy grande. El felicitarla por sus atenciones y por lo que hace por usted cada día, debe ser algo común y corriente, como también debe ser el mostrarle siempre respeto siendo cortés con ella.

      DEFERENCIA

      Junto con esto, debe practicarse cuidadosamente la disciplina de la deferencia. Son muchos los hombres que jamás se privan de algún placer personal por amor a su esposa. Para ciertos hombres, el golf es sinónimo del Paraíso de Dante, pero la entrada a una tienda por departamentos es como las puertas del infierno del poeta italiano, con la siguiente inscripción: “Abandonad cualquier esperanza los que entréis aquí.” 14 Pero si usted ama a su esposa, debe haber ocasiones en que usted se olvide de su deporte preferido porque aprecia los intereses de ella y porque simplemente la ama.

      TIEMPO PARA EL ROMANCE

      Por último, debo mencionar la disciplina de apartar tiempo para el romance. Hace algunos años, en el medio oeste de los Estados Unidos, un granjero y su esposa se encontraban acostados durante una tormenta cuando el embudo de un tornado repentinamente levantó el techo de la casa y la cama donde se hallaban. La esposa comenzó a dar chillidos de entusiasmo y el marido le dijo que no eran momentos para estar gritando. Ella le respondió que estaba tan feliz que no podía evitarlo. ¡Era la primera vez, en veinte años de casados, que habían salido de noche juntos!

      En 1986 la revista Psychology Today [Psicología hoy] hizo una encuesta entre trescientas parejas a las que se les preguntó qué cosa las mantenía unidas. Uno de los principales factores que mantuvo la unión fue el tiempo que pasaban juntos. 15 Siendo así, asegúrese de mantener esta prioridad. Su calendario revela lo que es importante para usted, por tanto incluya el calendario de su esposa dentro del suyo. Aparte horas especiales en su calendario semanal para pasarlas juntos, a propósito. Sea creativo. ¡Cítela! Sorpréndala. Sea pródigo con ella.

      ¿Cuándo fue la última vez que se adelantó a abrirle la puerta a su esposa? ¿Cuándo le dijo: “Te amo”? ¿Cuándo