Las "serventias" en Galicia. José Luís Ramos Blanco. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luís Ramos Blanco
Издательство: Bookwire
Серия: Colección ciencia y pensamiento jurídico.
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788412324501
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(parroquia de Santalla de Cuntis, municipio de Cuntis), situado en la zona de pequeñas “agras”, los “arredores” de las “agras” no eran continuos, sino que se interrumpían cuando las fincas presentaban una forma alargada en el sentido del cierre, y reaparecían, aunque no sistemáticamente, cuando se disponían perpendicularmente al muro, perteneciendo a cada usuario el uso de la porción del “arredor” correspondiente a su parcela. Además, debido a la presencia del muro, que bloqueaba las salidas y molestaba los movimientos necesarios para la explotación agrícola de los fundos, el “arredor” prestaba importantes servicios en los momentos de laboreo, al tratarse de un lugar idóneo donde poder dar la vuelta a las vacas uncidas al arado de madera o como lugar de pasto. Ocasionalmente, dicha faja de terreno también podía ser utilizada para el tránsito de las “xugadas” con destino a uno o varios predios enclavados77.

      De no existir el “arredor”, o si, de haberlo, éste no sirviera para la circulación de los carros, el acceso a los predios se realizaba a través de tres prácticas simultáneas a las ya descritas en el apartado dedicado al estudio de la zona de las pequeñas “agras”.

      Por otra, los caminos de servicio interno –denominados “os antigos” o “as antigas” en algunos lugares–, de existir, eran más numerosos, y estaban mejor distribuidos que en las pequeñas “agras”. Estos caminos estaban abiertos y, en ocasiones, dividían el “agra” en “fracciones”.

      Este autor parece coincidir con BOUHIER en que una de las funciones esenciales del “arredor” era la de servir de zona de pasto del ganado y para dar la vuelta al arado en las épocas de laboreo. En cambio, ambos discrepan, en cierta medida, en relación a su consideración como posible lugar de paso a los predios que carecían de un acceso directo desde la vía pública. Mientras BOUHIER sostiene que la razón de ser de los “arredores” no era, salvo en casos excepcionales, la de servicio de paso a los predios enclavados, FERNÁNDEZ DE ROTA considera, en cambio, que, en los municipios de Monfero, Vilarmaior y Puentedeume, dichas franjas de terreno sí venían a cumplir propiamente dicha finalidad.

      Como se puede observar, por tanto, la configuración física de los “arredores” y su funcionamiento –este último aspecto regulado por normas de naturaleza consuetudinaria establecidas, con carácter general, en el seno de cada “agra”–, variaban de unas zonas a otras del territorio gallego.

      • “sin localización fija, supeditada a la clase de labores agrícolas, según las épocas y el desdoblamiento de los cultivos”.