Historia de la República de Chile. Juan Eduardo Vargas Cariola. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan Eduardo Vargas Cariola
Издательство: Bookwire
Серия: Historia de la República de Chile
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561424586
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terrateniente de la Araucanía, recibió en donación del cacique Juan Hueramán un enorme terreno de cinco leguas de largo por tres de ancho en el lugar de Caramávida, al este de Tucapel654.

      En virtud de la autorización dada al ejecutivo, este dictó varios decretos hasta 1857, que establecieron las bases del régimen de protección estatal sobre los naturales. El 14 de marzo de 1853 y en Los Ángeles, ciudad que visitó el presidente Montt en su gira al sur, firmó un decreto destinado a regular las ventas de terrenos de indígenas a fin de proteger, como decía el primer considerando,

      En nota de 11 de abril de 1856 al gobierno, el intendente de Arauco observaba desde Los Ángeles la aparición de un nuevo procedimiento destinado a defraudar a los indígenas:

      Una porción de hombres sin ocupación y ansiosos de especular, sin reparar en medio alguno, se han ocupado de poco tiempo a esta parte en recorrer el territorio indígena, llamando la atención de los indios sobre los derechos que aún les corresponde en las ventas que tienen hechas, ofreciéndoles a la vez sus servicios para defenderlos en juicio, cuyo engañoso ofrecimiento, halagando las esperanzas del indio, no ha trepidado este en aceptarlo. Al efecto, los transportan ya a la ciudad de Concepción, ya a las villas de Yumbel y Santa Juana, donde les hacen extender poderes amplísimos para representarlos en juicio, confiriéndoles facultades para transigir, para enajenar, etc.

      El teniente coronel Cornelio Saavedra, nombrado intendente de Arauco el 2 de diciembre de 1857, dio cuenta de las irregularidades que se cometían en la constitución de la propiedad, no obstante las numerosas y oportunas medidas dispuestas para evitarlas. Saavedra, buen conocedor de la vida fronteriza y de los indígenas, y él mismo importante propietario en la frontera, apuntó al profundo problema cultural que hacía ineficaz la estructura legal que se estaba creando para regular el dominio inmobiliario en la zona y, a la vez, proteger a los naturales:

      Sin prescindir de la existencia de engaños y de prácticas abusivas en estas adquisiciones, la abundante y bien respaldada información cuantitativa proporcionada por Leonardo León sobre ventas de tierras en que intervinieron activamente loncos y ulmenes obliga a considerar muy plausible su hipótesis acerca del activo papel que ellos desempeñaron en la pérdida del patrimonio territorial de los mapuches. Y esto debiera llevar a una revisión de las repetidas y en ocasiones pueriles explicaciones dadas por sociólogos, antropólogos e historiadores sobre ese punto.

      La revolución de 1859 contra Montt significó un cambio radical en lo que hasta entonces había sido la vida fronteriza. Tal como había ocurrido en el movimiento de 1851, la oposición aprovechó sus vinculaciones con los indígenas para inducirlos a participar en el conflicto. La influencia de muchos viejos revolucionarios, entre ellos Bernardino Pradel, sobre algunos caciques, como el temido Mañil, cabeza de los arribanos o wenteches, establecidos en la parte superior del valle central, desde Victoria hasta Temuco, contribuyó a impulsar el alzamiento de estos y, unidos a las montoneras opositoras, llevaron el robo, la destrucción y el incendio a las propiedades situadas en ambas márgenes del río Biobío. También fueron asaltados los