509Sobre el prestigio del “espíritu científico”, Julio Heise, Historia de Chile, El periodo parlamentario, 1861-1925, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1974, p. 146 y ss.
510Con anterioridad hubo una cantidad importante de médicos en el Congreso Nacional. Así, fueron elegidos como diputados los médicos Ramón Allende Padín, José Arce, Adolfo Murillo, Federico Puga y Nicanor Rojas; en el Senado, en cambio, no figura ninguno. En el periodo que se inicia en 1882, dos médicos, Ramón Allende Padín y Adolfo Valderrama, resultaron elegidos como senadores, y 10 como diputados: los doctores Adolfo Murillo, José Joaquín Aguirre, Augusto Orrego Luco, Tomás Torres, Miguel Guzmán, Francisco Martínez, Francisco Puelma Tupper, Olegario Silva, Guillermo Puelma Tupper y Rafael Barazarte, en El Ferrocarril, 6 de abril de 1882; Luis Valencia Avaria, op. cit. II, 1986, p. 269 y ss., y Cruz-Coke, op. cit., p. 412. También figuran médicos en la convención de la Alianza Liberal, de noviembre de 1875, en La República, 28 y 29 de octubre, y 17, 20 y 25 de noviembre de 1875; y como candidatos a municipales por Santiago, en La República, 12 de mayo de 1876.
511Enrique Campos Menéndez, Una vida por la vida. Vicente Izquierdo Sanfuentes, Ediciones Universidad Católica, Santiago, 1996, pp. 128-129.
512En Pisagua, La Ligua, Buin, San Fernando, Linares, Bulnes, Florida, Collipulli y Temuco, en Cruz-Coke, op. cit., p. 413.
513Cruz-Coke, op. cit., pp. 409-417.
514Ponce de León Atria, op. cit., p. 76.
515“La influencia de la Higiene es fecunda; por los medios que pone en planta para lograr sus fines ella arregla la vida, forma los caracteres, despierta la energía, modera las fuerzas, alienta a los tímidos, fortifica a los débiles; patentiza el poder de la voluntad y el resultado de una buena dirección, comunica la convicción de la propia responsabilidad y de la mínima parte que en todo lo que nos ocurre corresponde al acaso; porque nada de lo que promete, nada de lo que ella es capaz de dar, nada se obtiene sin el concurso de una voluntad perseverante, de una tenacidad sostenida, de una acción incesante para seguir el camino elegido; de una moderación que lleva a la cordura y a la virtud por el mismo camino que conduce a la salud y a la felicidad”, en Federico Puga Borne, Elementos de Higiene, Imprenta Gutenberg, Santiago, 1891, p. 11; y Alejandro Kohl, Higienismo argentino. Historia de una utopía. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2006, p. 52 y ss.
516Puga Borne, op. cit., p. 224 y ss. También puede verse Mauricio Folchi Donoso, “La higiene, la salubridad pública y el problema de la vivienda popular en Santiago de Chile, 1843-1925”, en Rosalva Loreto López (coordinadora), Perfiles, habitaciones y condiciones ambientales. Historia urbana de Latinoamérica, siglos XVII-XX, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 2007, pp. 361-368.
517Ponce de León Atria, op. cit., p. 120.
518Puga Borne, op. cit., p. 30.
519RMeCh, VI, 1877-78, p. 43.
520RMeCh, 15 de julio de 1883, pp. 1 y 2.
521María Angélica Illanes, En el nombre del pueblo, del Estado y de la Ciencia, Editado por el Colectivo de Atención Primaria, Santiago, 1993, p. 55.
522RMeCh, 1872, p. 33, citada por Luis Alberto Romero, ¿Qué hacer con los pobres?, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1997, p. 153.
523La sesión de la Cámara de Diputados de 12 de septiembre de 1882, en Revista Chilena de Higiene, 1 de agosto de 1894, p. 13 y ss.
524El Independiente, Santiago, 15 de septiembre de 1882.
525El Independiente, Santiago, 18 de junio de 1884.
526BSCD, LO, 1877, p. 542.
527BSCD, LE, 1878, p. 349. La vacunación obligatoria era solo para las “escuelas primarias, escuelas especiales, colegios, liceos, universidades, pensionados y asilos sostenidos o subvencionados por el Estado, (y para) las tropas de mar y tierra”; y también en las “cárceles, presidios, penitenciarias, hospitales y hospicios civiles y militares”, en BSCD, LO, 1878, p. 331
528BSCD, LE, 1878, p. 338.
529 Ibídem.
530BSS, LO, 1882, p. 46.
531 Ibídem.
532BSS, LO, 1882, pp. 46-47.
533BSS, LO, 1882, pp. 47.
534Desde un punto de vista más general, Patricia Arancibia estudia la significación de dichas ideas en el debate político interno, en Patricia Arancibia Clavel, “El pensamiento radical frente al Estado y a la Iglesia, 1881-1884”, en Catolicismo y Laicismo, Ediciones Nueva Universidad, Santiago, 1981, p. 189 y ss.
535BSS, LO, 1882, p. 49.
536BSS, LO, 1882, p. 53.
537BSS, LO, 1886, p. 246.
538BSS, LO, 1886, p. 249.