Historia de la República de Chile. Juan Eduardo Vargas Cariola. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan Eduardo Vargas Cariola
Издательство: Bookwire
Серия: Historia de la República de Chile
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561424586
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haciendo así una evidente alusión a los integrantes de dicho grupo, muchos de los cuales eran católicos, que dedicaban su tiempo a servir en los hospitales y en otras instituciones de Beneficencia, impulsados por su espíritu de caridad, y posiblemente también porque ese servicio era reconocido como un honor propio del grupo social al que se pertenecía.

      La prédica de los médicos, sin embargo, que se dirigió a instaurar el Consejo Superior de Higiene y la vacunación obligatoria, y a promover que la dirección de los hospitales quedara en sus manos, no tuvo gran resonancia. La verdad es que la “medicalización” que propugnaban no pudo sortear el rechazo ideológico de algunos grupos políticos y, por otra parte, la oposición de importantes sectores de la población para los cuales, como se verá en el caso de la vacuna, poco o nada significaba la modernidad científica que se les quería imponer.

      EL CONSEJO SUPERIOR DE HIGIENE

      En 1882, dos médicos que eran diputados, los doctores Adolfo Murillo y Tomás Torres, presentaron un proyecto de ley que creaba el Consejo Superior de Higiene Pública. Entre sus consideraciones, apuntaban que la organización de la higiene pública era

      Teniendo en cuenta esa realidad, dichos parlamentarios proponían la fundación del Consejo Superior de Higiene, dependiente del Ministerio del Interior e integrado por cuatro profesores de medicina y uno de química o farmacia, tres de los cuales serían nombrados por el gobierno y dos por la Facultad de Medicina y Farmacia. A este nuevo organismo se le traspasarían las facultades del Protomedicato, que desaparecía, y se le entregaría un control sobre la higiene pública de todo el país. Las municipalidades, que tenían importantes atribuciones en materia de higiene, quedaban subordinadas a ese Consejo, cuyos criterios deberían servir para que aquéllas orientaran sus políticas en materia salud.

      El proyecto que se reseña se estrelló con la cerrada oposición de sectores liberales y conservadores. Su argumentación nacía del rechazo de los anteriores a cualquier ley que importara aumentar las atribuciones del Presidente de la República. Así, en un editorial de El Independiente, firmado por Zorobabel Rodríguez, se sostenía que sus autores, impresionados por males y abusos reales

      Algún tiempo después, respondiendo a quienes defendían en la prensa la creación del Consejo Superior de Higiene a base del ejemplo francés, el citado periódico escribía que

      La oposición indicada —de carácter ideológico y social— era poderosa. El sector conservador y parte del liberal rechazaba, según se dijo, cualquier proyecto que supusiera aumentar las atribuciones del Presidente de la República y que, por otra parte, importara excluir a las elites cercanas a dichas tendencias políticas de las funciones que siempre habían cumplido en las instituciones de Beneficencia. El golpe que ese proyecto le daba a la influencia que el mundo católico y la Iglesia ejercía en aquélla, al “laicizar” sus instituciones, generaba un conflicto que caía de lleno en las “cuestiones doctrinarias” que a partir del decenio de 1860 separaron tajantemente al mundo político. Así, el debate en torno a la salud pública pasó a formar parte de las luchas políticas de la segunda mitad del siglo XIX, al igual que la educación, y su resolución quedó en manos de quienes contaran con la mayoría en el Congreso. Sin embargo, los parlamentarios médicos y sus colegas radicales y liberales que los apoyaban carecieron de la fuerza necesaria para imponer sus ideas y debieron resignarse, tal como aconteció en el caso de la vacunación obligatoria, a que se modificara poco o nada la institucionalidad existente.

      LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA