Técnicas para una consejería efectiva. Fred C. Gingrich. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fred C. Gingrich
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417131333
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y más compleja mejorarán considerablemente. El equilibrio, el pedalear, el frenar, el dirigir y controlar las caídas en la carretera son todas las microtécnicas necesarias para aprender montar en bici. Del mismo modo, percibir (capítulo cuatro) y asistir (capítulo cinco) son microtécnicas que, cuando se combinan entre sí y añadidas a las microtécnicas adicionales, pueden ayudarte a aconsejar eficazmente. La consejería eficaz consiste en la técnica aprendida y practicada; simplemente deseando ayudar, tener algún conocimiento del proceso de consejería, esperar que suceda lo mejor u orar por alguien no es suficiente. Hay cosas específicas que podemos aprender para ser útiles.

       Tipos de aconsejados y consejeros

      La literatura enfocada en la terapia breve centrada en soluciones identifica una tipología útil en las relaciones entre aconsejados y consejeros (evitando etiquetar a las personas, pero enfatizando la relación dinámica en cada caso).

      1. Visitante/Anfitrión: Este tipo de aconsejado solamente quiere aparentar: certificar que ha ido a consejería, invertir mínimamente y dejar otras opciones (como los milagros) abiertas para lograr el cambio. Tales aconsejados son a menudo mandados o presionados para acudir a consejería o tienen algún motivo oculto (p. ej., complacer a alguien más). El papel del consejero es ser hospitalario y ayudar al aconsejado en el proceso mientras que éste va comprendiendo qué es y qué no es la consejería. La desventaja de este conjunto de funciones es que la consejería es en realidad mucho más que ser un anfitrión gracioso.

      2. Acusador/Simpatizante: Este aconsejado está interesado principalmente en hablar de alguien más en su vida que, aparentemente, es el causante de la angustia del aconsejado. Este tipo de aconsejado quiere que la otra persona cambie y quiere ayuda para que eso suceda. Como consejeros, en respuesta a lo que a menudo son relatos tristes e incluso traumáticos en las relaciones, sentimos genuina simpatía, pero la simpatía no facilita el cambio, como este libro enfatizará. La consejería requiere algo más, algo más profundo.

      3. Cliente/Consultor: Este aconsejado realmente quiere abordar un tema de su vida, desea cambiar, quiere modificar las circunstancias y está dispuesto a participar en el proceso—“comprar” el proceso. El consejero se convierte en un consultor del proceso, no determinando el resultado para el aconsejado. El poder de la relación de la consejería radica en esta dinámica y en estas funciones.

      Como consejeros, buscamos invertir en clientes y no perder nuestro tiempo y energía con los demás, pero nuestras técnicas ayudarán mucho a los visitantes y acusadores a convertirse en clientes. No renuncies demasiado rápido a los visitantes y acusadores; puede que lo que se interpone en su camino sea su miedo y ansiedad a lo que la consejería requerirá de ellos. Las técnicas de un consejero pueden descubrir rápidamente esta “resistencia” al proceso.

      Para más información véase Ziegler, P. B. (2010). “Visitor,” “complainant,” “customer” re-visited. En T. S. Nelson (Ed.), Doing something different: Solution-focused brief therapy practices (39-44). New York: Routledge.

      LA TÉCNICA DE APRENDER NUEVAS TÉCNICAS

      Todos sabemos que no basta con querer ser bueno haciendo algo nuevo; tenemos que descubrir cómo aprender a ser competentes en una tarea. En resumen, el aprendizaje de nuevas técnicas es una técnica en sí mismo. Algunas personas lo dominan; otros luchan repetidamente.

      Una metáfora: aprender un idioma. El proceso de aprendizaje de técnicas de consejería es, en muchos sentidos, como aprender un nuevo idioma. Inicialmente, podrías tener un vocabulario limitado y una noción del nuevo idioma, pero a pesar de tu confianza y las capacidades naturales de aprendizaje del lenguaje, la fluidez queda muy lejos. Tal vez hayas usado algo del nuevo lenguaje en otros contextos al explicar el cambio, crecimiento y proceso de curación que las personas experimentan. Pero la profundidad de la fluidez necesaria para conectar con las profundas preocupaciones de un aconsejado viene con su propia estructura, estilo de lenguaje y vocabulario, lo que requiere que tomes las habilidades naturales que aportas a este proceso y construyas sobre ellas.

      Si alguna vez has aprendido un segundo (o tercer) idioma, entenderás que el proceso es a la vez gratificante y frustrante. Sabes decir todo lo que piensas, sientes, ves, etc. En tu lengua materna, y se lleva tiempo para desarrollar el mismo nivel de vocabulario, autoexpresión y fluidez en el nuevo idioma. En el entrenamiento del consejero, como en el aprendizaje de otro idioma, puede ser necesario desprenderse de algo de su “lenguaje” anterior relacionado con el ayudar para volver a aprender el nuevo idioma con el acoplamiento sistemático con las microtécnicas.

      Datos empíricos

      Hearn (1976) es un estudio de investigación fundamental sobre el aprendizaje programado de técnicas de consejería que demuestra que la formación sistemática de consejeros es efectiva. En 1990, el metanálisis de Baker, Daniels y Greeley comparó el modelo de entrenamiento/desarrollo de recursos humanos de Carkhuff, el modelo de micro consejería de Ivey y el modelo de memoria de procesos interpersonales de Kagan. En los años 80 y 90 estos modelos eran los programas más populares y ampliamente utilizados para la formación de estudiantes en cursos de técnicas de consejería. El metanálisis mostró que, si bien los tres fueron eficaces, parecía haber una relación entre la duración del entrenamiento y el tamaño del efecto:

      Tabla 1.1. Comparación de los modelos de entrenamiento de las microtécnicas

Modelo Tamaños de efecto Horas de entrenamiento
Carkhuff (final de los 60) 1.07 (grande) 37
Ivey (principios de los 70) .63 (medio) 19
Kagan (mediados de los 80) .20 (pequeño) 9.5

      Recientemente, Little, Packman, Smaby y Maddux (2005) combinaron los modelos de Carkhuff e Ivey en un programa de entrenamiento llamado el Modelo de Capacitación de Consejeros Calificados, y muchas innovaciones y variaciones adicionales se encuentran en la literatura correspondiente.

      A medida que la investigación se ha desarrollado, los estudios han comenzado a mirar qué componentes (microtécnicas) de los programas producen los tamaños de efecto más grandes. Kuntze, van der Molen y Born (2009), con una muestra de 583 estudiantes, estudiaron siete técnicas básicas (estímulos mínimos, preguntas, paráfrasis, reflexión del sentimiento, concreción, resumen y aclaración de la situación) y cinco técnicas avanzadas (empatía precisa avanzada, confrontación, reetiquetado positivo, ejemplos de la orientación de uno mismo) y se encontró que cada una de las técnicas separadas tenía un gran tamaño de efecto, a excepción de una habilidad avanzada (orientación propia) que tuvo un tamaño de efecto moderado. Otra conclusión fue que los estudiantes que tomaban un segundo curso de técnicas (avanzado) aumentaron sus niveles de destreza básica y comenzaron a dominar las técnicas avanzadas; la cantidad de práctica afecta al desarrollo de técnicas. Desafortunadamente, no hay atajos.

      Otra metáfora: aprender a conducir. Las microtécnicas serán enseñadas una por una y serán secuenciadas para que se construyan una sobre otra. Proporcionan la estructura básica y el marco para el proceso de consejería. Cuando yo (Elisabeth) estaba en clases de conducción, me enseñaron que mantener las manos en el volante en la posición “10 y 2”, como las agujas de un reloj (no digital), era la forma correcta de conducir. La idea del 10 y 2 que se aplica a la consejería fue presentada por una amiga y colega, la Dra. Elizabeth Keller-Dupree, como una manera útil de explicar el proceso de aprendizaje de las microtécnicas de consejería básica. Si te enseñaron “10 y 2”, “9 y 3” o simplemente a mantener las dos manos en el volante, eso quiere decir que hay una posición a la cual se te enseñó a buscar como la forma de conducción “adecuada”. Si el proceso de consejería es una carretera por