Técnicas para una consejería efectiva. Fred C. Gingrich. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fred C. Gingrich
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417131333
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que agrega su consejo a la ecuación puede realmente ser inútil. O bien el consejero no conoce bien al aconsejado, o el aconsejado se resiente por la sabiduría del aconsejado, o el consejero le da un mal consejo.

       El que anda en chismes divulga los secretos;

       Mas el de espíritu fiel oculta las cosas…

       No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.

       Proverbios 11:13; 20:19

      Además, no puede ser nuestro objetivo en la consejería “arreglar” al aconsejado, “hacerle” hacer o sentir algo, o “convencerlo” de algo. Este objetivo pone al aconsejado en un papel demasiado pasivo y pone demasiada responsabilidad y poder en las manos del consejero, violando la premisa de que la consejería es colaborativa y enfocada en el aconsejado. Además, socava la creencia de que el sentido de autonomía y responsabilidad personal del aconsejado debe ser respetado. Los consejeros anteriores que Tommy tuvo no habían reconocido que al hacer lo que ellos pensaban que sería útil para Tommy (p. ej., darle tarea para hacer y hacer sugerencias sobre lo que podría ser útil) estaban realmente quitándole el control a Tommy en su proceso de curación.

      Por último, el objetivo de la consejería no es hacer que el aconsejado se sienta mejor. Esto puede ser particularmente difícil para los consejeros que han sido atraídos por el trabajo de ayudar porque quieren aliviar el sufrimiento de otros. La ironía es que, para poder sanar, los aconsejados a veces tienen que experimentar una cantidad de dolor incluso mayor de lo que pensaban inicialmente. El objetivo es facilitar que los aconsejados se sientan mejor, lo que a su vez puede llevarlos a sentirse mejor.

      EL PAPEL DEL CONSEJERO

       Como mirándose en el agua, el rostro responde al rostro,

       Así el corazón del hombre responde al hombre.

       Proverbios 27:19

      Aunque multifacético, el consejero asume papeles muy distintos y específicos dentro de la relación de consejería. El consejero sirve como un confidente, un espejo, un entrenador y un animador. Como confidente, el consejero es una persona con quien el aconsejado puede compartir cosas personales e íntimas sin temor a que dicha información sea revelada más tarde por el consejero a otra persona. Esta confidencialidad es un elemento fundamental en la relación de consejería, ya que proporciona un espacio para la seguridad emocional del aconsejado (exploraremos los límites de la confidencialidad en el próximo capítulo cuando discutamos la ética en la consejería).

       El sabio de corazón es tenido por prudente,

       Y la dulzura de labios aumenta la persuasión.

       Proverbios 16:21

      Como espejo, el consejero usa la comunicación verbal y no verbal para reflejar de nuevo al aconsejado lo que el consejero ve, escucha y experimenta dentro de la relación de consejería. Como personas, estamos limitados en nuestra propia comprensión y dependemos de las observaciones directas e indirectas de los demás para obtener autoconciencia, percepciones y comprensión de las señales sociales. El consejero como un espejo busca reflejar de nuevo al aconsejado, sin distorsionar el mensaje o agregando juicios evaluativos, para que el aconsejado se pueda ver más claramente a sí mismo y a la situación.

      Como entrenador, el consejero trae sus experiencias y entrenamiento a la relación terapéutica con el fin de guiar progresivamente al aconsejado a través del proceso de cultivar sus talentos, capacidades y aptitudes. En esto, el consejero sirve como el experto en el proceso de la consejería mientras que honra el papel del aconsejado como experto de su propia vida. El entrenador ayuda a aclarar la visión, a diseñar de forma colaborativa un plan, a ofrecer oportunidades de crecimiento y proporcionar desafíos y afirmaciones a lo largo del camino.

       La congoja en el corazón del hombre lo abate;

       Mas la buena palabra lo alegra.

       Proverbios 12:25

      Como alentador, el consejero busca invariablemente permanecer en una posición de respeto, comprensión y esperanza hacia el aconsejado. Aunque no se puede esperar que a cada consejero le vaya a gustar o disfrutar de cada aconsejado, es necesario que los consejeros en oración e intencionalmente se esfuercen por ver, honrar y afirmar la imagen de Dios en cada aconsejado. Ya sea hablando o en silencio, el consejero como un alentador busca afirmar y defender los pasos de crecimiento y los progresos realizados por el aconsejado, por pequeños que sean.

      A diferencia de la mayoría de las amistades, las relaciones de consejería no son recíprocas; los participantes no toman turnos iguales compartiendo luchas, alegrías e intuiciones. En cambio, al aconsejar, el consejero tiene el papel distinto de acudir junto al aconsejado para facilitar el proceso de crecimiento de éste. La consejería tiene que ver con lo que el aconsejado necesita, no con la reciprocidad relacional. Nuestro objetivo como consejeros es, en última instancia, desempeñar nuestro propio trabajo mediante la colaboración con los aconsejados para resolver sus problemas de una manera que utilice sus fortalezas y talentos.

      El enfoque del consejero es siempre fomentar, facilitar y promover el crecimiento y el bien del aconsejado, no en las necesidades del consejero para su propio crecimiento, afirmación o cumplimiento. Al trabajar con Tommy, habría sido mucho más fácil para Fred haber sido más directivo; al menos al darle tareas podría haber tenido evidencia más objetiva de llegar a algún lugar con Tommy, es decir, si de verdad las hubiera completado. El recordarse a sí mismo que el objetivo final era lo que sería beneficioso para Tommy, permitió a Fred dejar a un lado las necesidades más inmediatas de éxito y satisfacción. (En el capítulo dos discutiremos con más detalle la persona del consejero, es decir, qué cualidades personales y características son necesarias para un buen consejero.)

      EL PAPEL DEL ACONSEJADO

      El papel del aconsejado es mucho menos complejo que el del consejero. Esencialmente, el aconsejado necesita (1) reconocer que algo en su vida no está en la forma en que quisiera; (2) buscar el apoyo, el aporte o la ayuda de otra persona; y (3) estar dispuestos, al menos en cierto grado, a participar honestamente en un proceso de autoexploración y cambio. El grado en el que un aconsejado puede abrazar estos tres elementos variará de un individuo a otro e incluso puede cambiar durante el proceso de consejería. Recuerde que Tommy tuvo varios consejeros durante muchos años para poder eventualmente involucrarse verdaderamente en el proceso. Puesto que muchos aconsejados nunca han estado en una relación de consejería y otros no han tenido una buena experiencia previa de consejería, hemos encontrado beneficioso no asumir que los aconsejados entienden el proceso de consejería como lo hacemos nosotros. Por lo tanto, explicamos intencionadamente a los aconsejados los respectivos roles de consejero y aconsejado al comienzo de la relación de consejería. De esta manera todas las partes involucradas son claras en cuanto a cuáles son los roles respectivos y pueden ajustar sus expectativas apropiadamente al comienzo del viaje juntos.

      EL CONCEPTO DE LAS MICROTÉCNICAS

      Los objetivos a largo plazo a menudo son imposibles de alcanzar a menos que se desglosen en objetivos alcanzables a corto plazo. Por lo tanto, si bien es importante identificar de manera colaborativa las metas a cumplir por el aconsejado, gran parte de la consejería implica ayudar al aconsejado a pasar al siguiente paso en su proceso de crecimiento. Todos tendemos a hacer cambios en la vida dando pequeños pasos. Así como los objetivos a largo plazo del aconsejado deben ser fragmentados en pedazos más pequeños, también las técnicas de consejería necesitan ser divididas en lo que se ha llamado microtécnicas. Las microtécnicas son enseñables, segmentos de un nuevo comportamiento que se pueden aprender y que se combinan juntos en las técnicas generales de la consejería.

      Probablemente has notado que hasta ahora hemos utilizado las palabras técnicas o microtécnicas repetidamente e intercambiablemente. Técnicamente, las microtécnicas se refieren al proceso de tomar una técnica grande y complicada, lo que se ha llamado una