Técnicas para una consejería efectiva. Fred C. Gingrich. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fred C. Gingrich
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417131333
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está directa o indirectamente comunicando.

      Reflexión empática (capítulo siete). Esta habilidad final relacionada con el objetivo 1 va aún más allá en la historia del aconsejado, ya que el consejero hace un resume para el aconsejado sobre cómo el contenido y los sentimientos en su historia parecen estar conectados. En cada una de estas tres técnicas que reflejan el consejero no está haciendo suposiciones o interpretaciones, sino que está haciendo las veces de un espejo. Usando el lenguaje de las microtécnicas, el consejero refleja de nuevo al aconsejado lo que ha oído directa e indirectamente sobre la historia del este último.

      EL USO DE LAS TÉCNICAS DEL OBJETIVO 1 A LO LARGO DEL PROCESO DE CONSEJERÍA

      En la figura T1.1 se ilustra la relación entre los objetivos, las microtécnicas y el proceso de consejería. Las técnicas del objetivo 1 no solo son útiles al inicio de la relación de consejería, sino que son técnicas fundamentales a las que continuamente volverás a lo largo de todo el proceso de consejería. De hecho, las técnicas relacionadas con el objetivo 1 son tan críticas que cuando se trabaja con algunos aconsejados, pueden tener lugar relaciones de consejería completas y tener éxito sin pasar nunca a la fase intermedia de consejería o dirigirse a otras áreas. Esta era la idea de Rogers (1957/1992): las condiciones facilitadoras básicas son necesarias y suficientes para que ocurra el cambio personal.

      Para las relaciones de consejería que avanzan a otras fases, el dominio de las técnicas del objetivo 1 es fundamental para ganar el honor y el privilegio de profundizar con el aconsejado y usar apropiadamente las técnicas relacionadas con las metas 2, 3 y 4. Si no se domina el objetivo 1 antes de pasar a otras metas, es posible que realmente se pueda hacer daño al aconsejado y a la relación de consejería.

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      Figura O1.1. Los objetivos, las técnicas y el proceso de la consejería

      ¿QUÉ HAS NOTADO?

      Como mirándose en el agua, el rostro responde al rostro,

      Así el corazón del hombre responde al hombre.

      Proverbios 27:19

      Enfoque del Capítulo

      TÉCNICA: percibir

      PROPÓSITO: desarrollar la habilidad del consejero para captar la comunicación no verbal del aconsejado

      FÓRMULA: Noto ________________ en este aconsejado

      En medio de una acalorada conversación con su padre, una hija adolescente pregunta: “Papá, ¿por qué estás tan enojado?” En respuesta, el padre grita, con los dientes apretados, la cara roja y el ceño fruncido, “¡No estoy enojado!” ¿Qué mensaje piensas que creerá la hija, las palabras de su padre, que niegan cualquier sentimiento de ira, o su tono de voz y expresiones faciales, que comunican exactamente lo contrario?

      Piensa en una conversación en la que notaste una discrepancia entre lo que alguien dijo verbalmente y lo que esa persona trasmitió de manera no verbal. ¿Cuál fue el resultado?

      »Escribe tu respuesta

      ¿Recuerdas alguna situación en la que alguien con quien estabas hablando mostrara una discrepancia entre las palabras que dijo y lo que expresaron su tono de voz y lenguaje corporal? ¿Fuiste capaz de reconocer tus verdaderos sentimientos?

      »Escribe tu respuesta

      Ahora que has pasado algún tiempo en el capítulo dos reflexionando sobre la persona que Dios ha hecho que seas y estás empezando a tener una idea del tipo de “instrumento” que podrías llegar a ser en el proceso de consejería, es hora de comenzar a centrarnos más en las microtécnicas específicas necesarias en este viaje. Percibir es la primera microtécnica necesaria dentro del proceso de consejería. Percibir es la habilidad de entender con exactitud los mensajes obvios y encubiertos trasmitidos por el aconsejado sin juzgar, distorsionar o prejuzgar esos mensajes. Si bien percibir implica captar la comunicación tanto verbal como no verbal, en este capítulo nos centraremos en la comunicación no verbal porque los capítulos futuros ponen su punto de mira en percibir cuidadosamente el significado de palabras específicas.

      Un estudio comprobado, conducido por Mehrabian (1971), mostró que las palabras representan solamente el 7% de los mensajes que la gente recibe de otros, mientras que la voz supone el 38%, y las expresiones faciales contribuyen con un asombroso 55%. A la luz de estos hallazgos, es importante que los consejeros afinen su capacidad de percibir con precisión los mensajes no verbales de sus aconsejados.

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      Figura 3.1. Arte frente a ciencia: Percibir

      Este capítulo analizará el proceso de comunicación y los cuatro elementos básicos involucrados que contribuyen no solo a lo que se dice sino a cómo se recibe y se percibe. Ser conscientes de cómo funciona este proceso contribuirá a que el consejero pueda percibir no solo los mensajes hablados del aconsejado, sino también los no hablados, y evitar percepciones erróneas. A continuación, echaremos un vistazo a las varias vías por las que los mensajes no verbales son transmitidos y cómo identificar la subyacente solicitud de ayuda o necesidad expresada en el mensaje del aconsejado. Esta aptitud para captar los mensajes no verbales que envía el aconsejado proporciona una capacidad básica sobre la que se construirán cada una de las otras técnicas.

      EVITAR PERCEPCIONES ERRÓNEAS

      La capacidad de percibir depende de la aptitud del consejero para tomar los mensajes no verbales del aconsejado de una manera que no añada o distorsione la intención del aconsejado. Una manera de ayudar a evitar las percepciones erróneas es ser consciente de cómo funciona el proceso de comunicación, quiénes son los actores y las piezas que están involucradas. En una relación de ayuda, los “actores” son generalmente el consejero y el aconsejado(s); las “piezas” incluyen cualquier cosa que pueda ayudar o dificultar el proceso de comunicación. Sabiendo todo esto, el consejero puede así explicar mejor lo que está recibiendo del aconsejado y de la relación de consejería en cualquier momento dado. En la literatura sobre comunicación, se describe un modelo de comunicación que se compone de cuatro elementos distintos: el emisor, el receptor, el mensaje y el ruido, donde “ruido” es cualquier cosa que distorsiona el mensaje del emisor (Anderson y Ross, 1987). Muy a menudo la gente asume que la comunicación es unidireccional, va solamente del emisor al receptor, y que el mensaje llega al receptor exactamente como el emisor lo envió:

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      Figura 3.2. Mensaje unidireccional

      La realidad, sin embargo, es que la comunicación no es unidireccional, sino bidireccional. En la comunicación bidireccional tanto el emisor como el receptor están desempeñando simultáneamente ambos roles. Por ejemplo, el aconsejado puede estar hablando, pero el consejero también está respondiendo a través del contacto visual, las expresiones faciales y el lenguaje corporal al aconsejado, quien a su vez está alterando su mensaje o la entrega del mensaje basado en lo que acaba de recibir del consejero. Al mismo tiempo, el consejero también está ajustando su mensaje al aconsejado y reaccionando según el mensaje recibido. Ambos participantes están enviando y recibiendo al mismo tiempo.

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      Figura 3.3. Mensaje bidireccional y la retroalimentación

      El concepto de “ruido” también debe ser tenido en cuenta por el consejero, pues es donde las prácticas de reflexión y conciencia de sí mismo se vuelven importantes. El ruido es cualquier cosa que el emisor o el receptor experimentan o traen al proceso de comunicación que puede alterar o dificultar la entrega o recepción del mensaje. Los factores ambientales pueden ser determinantes. Sin una reflexión propia continua y una conciencia de uno mismo bien desarrollada,