Antología de Juan Calvino. Leopoldo Cervantes-Ortiz. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Leopoldo Cervantes-Ortiz
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417131579
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      Como única tentativa de presentar objetivamente la historia de Calvino a los católicos de lengua francesa puede señalarse el trabajo de P. Jourda en Histoire de l´Eglise, de Fliche y Martin.11 Aunque demasiado breve para estar más ampliamente documentado y ser preciso en los detalles y demasiado de segunda mano para evitar algunos lugares comunes (Calvino “funda una Iglesia nueva”, es de un “pesimismo agrio y total que nada puede mitigar”, etcétera)12, tiene, sin embargo, el gran mérito de tomar partido contra la polémica y las “leyes calumniosas”.13

      En la sección de las enciclopedias hallamos triste parcialidad en las antiguas, feliz apertura en las recientes. La Encyclopedie théologique, de Migne (1858) se complace todavía en referir como probable “crimen de sodomía” de que algunos adversarios católicos de Calvino le han acusado calumniosamente.14 En el Dictionnaire de théologie catholique (1923), A. Baudrillart comienza su artículo con esas palabras: “Calvino, Juan, jefe de la secta religiosa llamada calvinista”;15 se apoya expresamente en fuentes tan poco históricas como Bossuet, Renan y Brunetière, subraya unilateralmente el “régimen inquisitorial” de Ginebra y la predestinación (a la que consagra cinco columnas); ve en la grandiosa tentativa calvinista de retorno a las fuentes de actitud de un hombre reaccionario, para terminar concluyendo: “sustituir la Iglesia del Papa por la de Calvino fue su único objetivo”.16

      El excelente artículo de Y.M.J. Congar en Catholicisme (1949),17 de carácter eminentemente doctrinal —que completará felizmente la nota más bien histórica de E. W. Zeeden en el Lexikon für Theologie und Kirche (1958)18— y el de J. Witte en el Dictionnaire de Spiritualité (1961)19 son ciertamente los pocos escritos católicos (junto a algunos trabajos escritos en holandés y, por desgracia, no traducidos) que tienden a una entera objetividad sobre Calvino. (Observemos que en las bibliografías de estos trabajos se remite casi exclusivamente a obras protestantes). De estos artículos hemos recibido nosotros un valioso impulso para nuestros trabajos teológicos e históricos sobre el reformador francés.20

      Jalones de un juicio objetivo

      Si se pudiese ver en estas últimas obras y artículos la expresión de la opinión general de los “católicos de hoy” sobre Calvino —lo cual actualmente no es posible, a menos de apelar a una osada anticipación—, se podría afirmar que su juicio se resume como sigue: reconocimiento de los “valores católicos” en el reformador: cristocentrismo, sentido de la Iglesia visible y de su universalidad, afirmación de la autoridad eclesiástica y del ministerio de institución divina, conciencia de los deberes misioneros y sociales del pueblo de Dios, ética evangélica claramente formulada para todos los estados de la comunidad cristiana.

      Crítica persistente, pero matizada, de la doctrina —secundaria, en definitiva— de la predestinación a la condenación y de la insuficiencia teándrica del pensamiento cristológico, eclesiológico y sacramental de Calvino.

      Apertura a algunos valores propios de su teología, como su sentido agudo de la trascendencia y de la Palabra de Dios, su carácter esencialmente dinámico por ser pneumático y kerigmático, el lugar que concede a los carismas y al laico, reconocido enteramente como “de la Iglesia”.

      La “opinión católica” sobre Calvino, podríamos decir, está aún en gestación. La multitud de obras, tan venerables como superadas, que han acumulado cuatro siglos de Contrarreforma, obstaculiza considerablemente su formación de acuerdo con las exigencias de la verdad. Actualmente, un juicio como el que hemos descrito no es pronunciado más que por algunos especialistas “avanzados”. Para que cede esta anomalía, será preciso que los artículos 4, 5, 9 y 10 del Derecho conciliar De Oecumenismo sean aplicados sin la menor dilatación y en todas partes; con otras palabras, será preciso que las páginas polémicas y falsas de nuestros manuales sean suprimidas y luego remplazadas y que surja una nueva generación de investigadores dotados del valor y de la libertad necesaria para estudiar las fuentes mismas del pensamiento religioso de la Reforma.

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      1. Cf. A. Ganoczy, La structure collégiale de l´Eglise chez Calvin et au Iie Concile du Vatican, Irenikon, 39, (1965), pp. 6-32; Calvin und Vatikanum II. Das Problem der Kollegialität, Wiesbaden 1965.

      2. La edición definitiva de L´Institution (1559) presenta una documentación patrística enormemente rica. Los Padres más frecuentemente citados son Agustín, Crisóstomo, Gregorio Magno, Jerónimo, Tertuliano, Cipriano Ambrosio e Ireneo. Cf. L. Smits, Saint Augustin dans I´oeuvre de Calvin, Assen, 1957.

      3. T. V. La Reinaissance et la Réforme, p. 413.

      4. Ibidem, p. 414.

      5. Ibidem, p. 413.

      6. Ibidem p. 416.

      7. T. II, Temps modernes, p. 61.

      8. Ibidem, pp. 62, 65, 67.

      9. Ibidem, p. 66.

      10. Op. cit., 489.

      11. T. XVI, La crise religieuse du XVIe siècle, Calvin et le calvinisme, cc. 1-5.

      12. Ibidem, pp. 214 y 241.

      13. Ibidem, p. 171.

      14. Dictionnaire du protestantisme, p. 411.

      15. Dict. Théol. Cath., II/2, p. 1377.

      16. Ibidem, p. 1395; sobre la predestinación: pp. 1406-1412.

      17. T. II, Calvin, 405-412; Calvinisme, 421-424.

      18. T. II. Calvin, 887-891; Calvinismus, I Geschichte, 891-894.

      19. T. IV/2, Le Saint-Esprit dans les Eglises séparées, Doctrine et spiritualité de Calvin, 1323-1327.

      20. Cf. Supra, nota 1. Además: Calvin, théologien de l´Eglise et du ministère (Unam Sanctam 48), París 1964; Le jeune Calvin, gérèse et évolution de sa vocation réformatrice (Veröffentlichungen des Instituts für Europäische Geschinchte Mainz, Abteil. Abendländ. Religionsgesch. 40), Wiesbaden 1965.

      BIOGRAFÍA

      Ausencias

      Denis Crouzet

      Parece como si Juan Calvino hubiera hecho todo lo posible porque se contemple su figura provista de un escudo situado entre su persona interior y la imperiosa experiencia de fe, que una llamada divina le exigía llevar a cabo por medio de un trabajo entregado, de un discurso siempre activo y potente, para conocimiento de los hombres que vivían en su entorno. Esta voluntad de anonimato podría participar de la profunda lógica teocéntrica de su creencia, y, por tanto, no sería necesario romper, desde una perspectiva anacrónica, la malla en que se guardan sus secretos más recónditos. Por sí misma, una biografía de Calvino sería algo casi absurdo o imposible de realizar en el seno de un imaginario dominado por la soberanía absoluta de Dios, por el reencuentro de la persona creyente con la grandeza incomensurable de un Dios insondable en los secretos de su bondad. Siguiendo al pie de la letra la literalidad del discurso calviniano, ser a todos los efectos de Dios significa estar ausente de uno mismo, separado del hombre viejo que ha reinado en uno, como si se estuviera deseando aceptar la muerte de manera definitiva. Y estar ausente de uno mismo no quiere decir en absoluto dejar de mostrarse o evitar la filtración de su historia personal, como tampoco significa dejar pasar por alto aquello que pueda ofender a la majestad divina. Por tanto, ser a todos los efectos de Dios no es otra cosa que ser el actor de una puesta en escena del apartamiento de uno mismo, como un centinela de Dios situado en algún lugar del gran teatro del mundo. Se trata de un juicio que alcanza incluso al campo figurativo: el grado de fiabilidad de los diferentes retratos pintados o grabados de Calvino no deja de ser, en ocasiones, muy cuestionable, lo que contribuye a hacer aún más densa la zona de sombra del hombre que se consagró con todas sus fuerzas