Estructura formal y no formal de la interacción transfronteriza de población, bienes y recursos naturales en la frontera México-Guatemala. Jorge Enrique Horbath Corredor. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jorge Enrique Horbath Corredor
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9788417133917
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gubernamentabilidad administrativa, es la expresión directa y empírica del Estado en la región. Por este motivo, sus agentes deben adaptarse a las condiciones prevalecientes en ella, aplicando las políticas públicas con intermediación de negociaciones en medio de contingencias.

      Por lo anterior se comprenderá a las poblaciones migrantes como aquellas que se desplazan de un territorio a otro, siendo las migraciones rurales las que suelen moverse hacia las ciudades, como un factor principal en la transformación de éstas (Osorio-Campillo, et al. 2015, p. 98). Este concepto engloba varios aspectos cotidianos. Se trata de un colectivo poblacional que se mueve constantemente en busca de mejores condiciones de vida, de acuerdo a su consideración -subjetiva-, y a los parámetros internacionales de la economía basados en la globalización, los cuales, pueden ser más o menos atractivos para los individuos, dependiendo del objetivo final y personal que cada uno tenga.

      Flujos poblacionales

      Si bien en la frontera de México con Guatemala existen pasos formales de tránsito, gran parte de la movilidad se da a través de pasos informales. Estos pasos reflejan un activo flujo migratorio desde Guatemala hacia las localidades mexicanas aledañas, creando una circulación constante de personas que cruzan esta frontera sin la finalidad de cambiar de residencia. Por lo tanto las migraciones, presentes en la actualidad, han variado su intensidad y dirección según la época.

      Los flujos migratorios pueden obedecer a razones económicas y de sobrevivencia: cuando la tierra deja de ser fértil, se agotan los recursos naturales o suceden desastres naturales. Estos fenómenos originan movimiento de pueblos enteros de un lugar a otro. Las persecuciones por razones étnicas, religiosas o políticas también han sido causa de migraciones. (Herrera-Lasso y Artola, 2011, p. 12)

      Luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos creó una estrategia para promover y fortalecer sus acuerdos bilaterales en materia de seguridad. En el margen de diversos acuerdos, y con el fin de controlar el flujo de migrantes y mercancías se implementó, entre 2001 y 2003, el Plan Frontera Sur, en la frontera de Guatemala y Belice, con la finalidad de incrementar el control en los puntos fronterizos (Anguiano, 2007, p. 50). Este artificio legal tiene como principal objetivo regular o limitar el flujo migratorio existente entre Centroamérica y México, una región que se caracteriza por una compleja y potente movilidad transfronteriza, como se cita a Nájera (2010) en Jean Clót y Martínez (2015)

      Los flujos migratorios se han diversificado considerablemente en las dos últimas décadas: de una migración “tradicional” de trabajadores temporales guatemaltecos que se dedican estacionalmente a actividades agrícolas en el estado de Chiapas a una cada vez mayor afluencia en México de guatemaltecos que trabajan como vendedores ambulantes y en los servicios domésticos. (2015, p. 4)

      Este flujo de movilidad poblacional ha permitido el asentamiento de centroamericanos en la región, creando comunidades transnacionales, como redes sociales, culturales y económicas (2015, p. 5) que van más allá de las limitaciones político-administrativas.

      Estos flujos continuos de personas y de mercancías que transitan con registro por dichos lugares formales, simultáneamente también puede observarse movimientos constantes de población que, por razones diversas, circula entre las localidades fronterizas sin presentarse en los diferentes puntos de control migratorio y/o aduanero. (2015, p. 6-7)

      A partir del incremento de flujos migratorios, estos espacios se han vuelto peligrosos, al presentarse actividades ilícitas, ocasionando un incremento de fuerzas de seguridad en la frontera, dado que “la industria de la migración se ha fortalecido, y lo que para algunos es una estrategia de sobrevivencia, para otros es la posibilidad de un negocio ilícito” (Armijo, 2011, p. 46). Aunado a eso existen situaciones de abuso hacia los migrantes por parte de las autoridades municipales, estatales y federales, quienes los roban o extorsionan, aunque vale aclarar que la mayoría de los agravios proviene de particulares que roban e incluso llegan a secuestrar y matar. Muchos de estos delitos son perpetrados por maras y otras pandillas del lado de México, que se aprovechan de la situación de los migrantes, siendo las mujeres y los niños los más vulnerables.

      En todos los países las medidas económicas o fiscales tienen repercusiones en la producción nacional, la inflación, el ahorro, la tasa de interés y la oferta monetaria, por mencionar algunos. Estas repercusiones, a su vez, se hacen sentir en todo el territorio y, con mayor fuerza, en las fronteras, ya que dichas decisiones provocan impacto del otro lado del territorio haciendo que, los bienes y servicios, se muevan en una dirección o en otra.

      En las fronteras existen medidas y realidades económicas que restringen o limitan la circulación de bienes y servicios en estos espacios. Una de ellas es el poder adquisitivo que tienen los nacionales de un país en el territorio del otro, así como medidas económicas y financieras tan drásticas como la prohibición a la entrada y salida de divisas, y a la circulación de ciertos bienes y servicios. Estos bienes y servicios se mueven a través de la frontera, interactuando con los recursos naturales y, en muchas ocasiones, valiéndose de ellos para su traslado y/o comercialización.

      Para esta investigación, se entenderá por recursos naturales a las cosas naturales o riqueza que el hombre aprovecha para su propia existencia material o estética, utilizándolo en su estado natural o modificándolo para su beneficio. Desde una perspectiva internacionalista, los recursos naturales se pueden clasificar en aquellos que son patrimonio común de la humanidad, los que son propios de cada Estado y los que integran la categoría de recursos naturales compartidos. Los recursos naturales compartidos pueden ser mares, cuerpos de agua dulce, atmósfera, flora, fauna, y, en general, ecosistemas que atraviesan las fronteras naturales y/o político-administrativas.

      Bienes y servicios dentro de lo transnacional

      En esta investigación nos centraremos en bienes de consumo y servicios, entendidos como mercancías que satisfacen necesidades de la población en la vida cotidiana, lo que en economía se traduce como bienes privados. La teoría económica diferencia los bienes privados de los bienes públicos a través de las características técnicas del consumo en cada tipo de bienes. Un bien público es aprovechable por la población en igualdad de condiciones y, el consumo del bien por una persona, no altera las posibilidades de consumo de las demás personas. En cambio, el consumo de un bien privado, lo disfruta únicamente quien adquiere ese bien, dado que, en condiciones normales, su distribución se realiza a través del mercado respetando las leyes de oferta y demanda. El sistema funciona porque el intercambio es recíproco, los demandantes pagan porque es la única forma de consumir, y los oferentes producen porque reciben una paga (Pérez Salazar, 2009).

      Los bienes y servicios que resulten del proceso productivo se pueden dividir en bienes intermedios y bienes de consumo final. Los bienes intermedios se utilizan para producir otros bienes. A menudo, los residentes de las zonas fronterizas, hacen uso de las diferencias en los precios entre los dos países para desarrollar estrategias, tanto de producción como de consumo de mercancías y servicios en un lado o en el otro, teniendo en cuenta el costo, la calidad y la accesibilidad. Este fenómeno es fruto de las oscilaciones cambiarias y de las normativas de cada país, así, lo que puede ser ilegal de un lado de la frontera, puede ser legal del otro. En estos espacios es común ver tiendas de la misma cadena o del mismo dueño establecidos en ambos lados de la frontera ya que, varios de ellos, buscan hacer frente a las oscilaciones cambiarias (Núñez, A., Da Silva, P., Macêdo, Gonçalves, F., y Rocha, M., 2015).

      Cuando las medidas impuestas por algunos de los países son sumamente rígidas, se suscitan actividades que se enmarcan fuera de la ley. Chavarría. C., Casquero, J. y Martínez, C. (2012) puntualizan sobre el contrabando, refiriendo a la RAE, como la introducción o exportación de géneros sin pagar los derechos de aduanas al que están sometidos legalmente. En cuanto a los mecanismos utilizados en el contrabando, mencionan tres: (1) modalidad hormiga, personas que cruzan una y otra vez la frontera cargando cosas, (2) modalidad culebra, cuando el ingreso de productos de contrabando en el lugar se hace a través de camionetas y agregaría