Poder Judicial y conflictos políticos. Volumen I. (Chile: 1925-1958). Brian Loveman. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Brian Loveman
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789560013767
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en sus puestos sufren moralmente y nada oficialidad del Esmeralda que no atendió medidas previsión. Ruego a US. quiera considerar esta situación creada»196.

      El ministro del Interior, Marcial Mora, insistía en la necesidad de dilucidar los orígenes de lo sucedido, lo que parecía inquietar cada vez más a las autoridades locales. El ministro le dirigió un oficio al intendente de Atacama indicándole que le comunicara verbalmente al fiscal que investigara las comunicaciones anteriores a los sucesos y señalaba que bastaba que el fiscal impartiera la orden judicial correspondiente al Telégrafo del Estado para que realizara «una revisión de toda correspondencia telegráfica cambiada durante un mes anterior asalto Esmeralda. Telégrafo del Estado tiene instrucciones dar toda clase de facilidades». Agregaba que el Ministerio conocía algunos de esos telegramas y los consideraba «de interés para sumario»197. En esa fecha el ministro del Interior designó al teniente coronel de Carabineros señor Carlos Morán Bañados para hacerse cargo de la Prefectura de Carabineros de Atacama y envió como delegado del gobierno con instrucciones especiales a Julio Bustamante198.

       Los sucesos de Vallenar

      El 30 de diciembre mediante el oficio N.º 2552 «Acerca de los sucesos de Vallenar en tarde y noche del 25 de diciembre», el gobernador de Huasco, Aníbal Las Casas, informó al Ministerio del Interior sobre lo que había ocurrido, dejando constancia de que «50 cívicos armados prestaban su servicio de patrullaje en la ciudad y secundaban valientemente la acción de la tropa». En el oficio reconocía 21 muertos comunistas.

      Fuera de la ley los criminales se usó con ellos todo el rigor, todo medio para acabar con ese semillero de comunistas y se persiguió a los que andaban dispersos, a los que en actitud provocativa cerca de la línea férrea, sabe Dios, que anárquicos proyectos tenían. Posiblemente ahora se criticará que hubo excesivo rigor, demasiado celo, posiblemente un poco de exageración [...] no pesa sobre mi conciencia, como no pesa sobre la de los valientes Jefes, Oficiales, clases y tropa de Carabineros, ni una sombra de cargo y los muertos que hubo, no turban nuestro sueño ni tenemos remordimiento alguno199.

      Este documento como otras comunicaciones entre las autoridades fue agregada al expediente. El gobernador Las Casas protestó por la publicidad de esta información, afirmando que ese intercambio era confidencial200.

      Por su parte, la Prefectura de Atacama, por oficio N.º 168, Confidencial, de 31 diciembre, resumió los hechos sucedidos el 25 de diciembre y envió una versión oficial a la Dirección General de Carabineros. Dicha Dirección la reenvió al Ministerio del Interior casi diez días después de ocurridos los hechos201. En el documento se establecía que el capitán comisario de la 3ª Comisaría de Vallenar, don Francisco Bull Sanhueza, había tenido conocimiento que los asaltantes del cuartel del II Batallón Esmeralda de Copiapó se trasladaban en un camión hacia Vallenar. Para evitar nuevos hechos sangrientos, dispuso que el brigadier don Rafael Huerta Vargas, al mando de cinco hombres, interceptara al grupo. Estos observaron que en un faldeo del cerro Los Apestados se ocultaba un grupo de siete personas y al acercarse fueron atacados con cinco bombas de mano, «las que afortunadamente, al estallar, no hirieron a ningún carabinero. El brigadier Huerta ordenó hacer fuego sobre el grupo y los siete individuos quedaron sin vida en el terreno en que se combatía»202.

      A las 14 horas, en una casa de la calle Serrano esquina Maule, se encontraban reunidos los comunistas. El capitán Bull ordenó rodear la casa con diez hombres y se afirmó que fueron recibidos «con una nutrida descarga», hiriendo a varios carabineros y resultando muertos posteriormente dos de ellos. En ese enfrentamiento, de acuerdo a la información oficial, murieron nueve comunistas de Vallenar y cuatro desconocidos; que se habían encontrado en el lugar: 7 bombas, 15 cartuchos de dinamita, 3 revólveres; un sable, un fusil Comblaint Preveté, una escopeta, un cuchillo, 66 balas de distintos modelos y un laque. Se detuvieron cinco hombres y dos mujeres. El sastre Zenón Kravictz Kravictz, vecino del lugar, fue detenido acusado de estar vinculado a los hechos. El documento establecía también que el presidente del Partido Comunista de Vallenar, Aníbal Cuadra, fue muerto por dos agentes policiales a la bajada del tren203. En un telegrama del gobernador de Huasco, Aníbal Las Casas, al Ministerio del Interior enviado a las 23 horas del día 25 de diciembre informaba que:

      Carabineros lograron entrar casa en que encontrábanse comunistas donde había cuatro muertos y dos heridos punto a dinamita se han botado tapias y murallas para poder seguir penetrando huertos en donde hay muchos refugiados punto se sigue procediendo sin contemplaciones de ninguna especie y conforme lo ordenado cueste lo que cueste será ahogado el movimiento punto toda la manzana sigue rodeada por tropa que abnegada y valerosamente avanza punto acabo hablar con jefe de la fuerza capitán Bull quien manifiéstame que en el curso de esta noche espera tener todo terminado punto en el local ocupado por comunista encontróse bombas y armas de fuego espero mañana primera hora poder dar US noticias más satisfactorias partiendo de la base de que se mantiene inalterable el ánimo de la tropa de la guardia y de las autoridades204.

      En un criptograma dirigido al Ministerio del Interior el día 26, el gobernador Las Casas describió la situación de manera concisa: «Situación completamente dominada. Reina tranquilidad. Vuelta calma a población. Vengo de visitar morgue en donde hay 20 cadáveres comunistas. Último muerto fue un cabecilla venía de Copiapó por línea férrea vestido traje militar»205.

      El Mercurio de Valparaíso en su edición del 30 de diciembre de 1931 anunciaba como primicia el «Plan general de los comunistas de Vallenar». Con el documento se pretendía comprobar que lo ocurrido formaba parte de un plan vinculado con Moscú206. La revista Sucesos se refirió a los hechos de Vallenar como «Un episodio heroico para la historia de Chile» en su edición del 7 de enero de 1932. Identificaba a los comunistas como enemigos de la patria:

      Fue en ese instante cuando los viejos vecinos de Vallenar vieron con lágrimas en los ojos, rememorar en un cuadro vivo las gloriosas tradiciones del pasado. Un pelotón de muchachos, nietos y bisnietos de veteranos del Atacama con pañuelos en la cabeza y sin armas de fuego, tal como peleaban los atacameños del 79 al grito de Viva la Patria habían saltado sobre las murallas caídas y corvo en mano se dejaban caer sobre la fortaleza que ya empezaba a humear por todas partes. El cuartel comunista iba cayendo en poder de la Guardia Cívica, palmo a palmo, metro a metro, hasta que después de 30 minutos, por el lado de la calle se oyeron unos aplausos. Era la bandera chilena que flameaba sobre la más alta muralla del cuartel comunista207.

      La prensa, de manera casi unánime, atribuyó los sangrientos sucesos a los comunistas y justificó las ejecuciones de estos ocurridas en Vallenar, construyendo una visión épica de la actuación policial.

      José Vega Díaz escribiría años después sobre estos acontecimientos, señalando que como el asalto del regimiento en Copiapó fue atribuido a los comunistas, «fueron asaltados los hogares comunistas la misma noche de Pascua»208. Indica que algunos fueron fusilados, otros cayeron defendiendo sus hogares y otros fueron fusilados a las orillas de los caminos. Agrega que algunos peones habían sido fusilados por haber presenciado algunos asesinatos y que, «Aníbal Cuadra, dirigente comunista, hijo de Vallenar, ex regidor de la Municipalidad de ese pueblo fue asesinado por el policía Luis Sepúlveda. Llegaba a la estación ferroviaria, cuando el policía, sin decir una palabra le dio un tiro de pistola en la cabeza»209.

      José Vega señaló que el presidente Juan Esteban Montero dio fe a los informes de las autoridades de Copiapó y Vallenar. Y agregaba: «La ‘Pascua Negra’ de Copiapó fue realizada por radicales. Radicales eran: el intendente Víctor Igualt; el gobernador Aníbal Las Casas; el fiscal de Carabineros Osvaldo Fuenzalida Correa y el ministro del Interior Marcial Mora Miranda»210. Vega proporcionó un listado de veintiún comunistas asesinados en Vallenar y siete en Copiapó, entre dirigentes y militantes.

       Reacciones políticas en la prensa y el Congreso

      El suplemento del periódico de Copiapó El Amigo del País del 2 de enero de 1932, quedó registrado